En los recientes encuentros del G-7 y la OTAN se señaló a China como un competidor estratégico, un socio comercial calculador, una amenaza tecnológica y para la seguridad nacional, un transgresor de los derechos humanos y un paladín del autoritarismo en el mundo. China denunció esas caracterizaciones, que su embajada en Reino Unido llamó "mentiras, rumores y acusaciones sin fundamento". No hay que subestimar los riesgos de esa retórica.
Los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20 aprobaron recientemente el histórico acuerdo sobre la fiscalidad de las empresas multinacionales. El acuerdo establece un tipo mínimo del impuesto de sociedades de al menos el 15% a las empresas con una facturación que supere los 750 millones de euros, y sitúa en el foco a todas las compañías que tengan una facturación mundial superior a los 20.000 millones de euros y una rentabilidad (ratio beneficios sobre ingresos) superior al 10%.
Los impuestos marcan la actualidad. SI en Estados Unidos los ricos de verdad, esos que lideran la lista de los multimillonarios, pagan menudencias en el impuesto sobre la renta, en España a todo hijo de vecino afecta el impepinable IRPF, que este año depara algún que otro sustillo por lo que toca pagar. 2020 fue un año anormal, pero llegado el momento de rendir cuentas con Hacienda no hay más tutía que cumplir con las obligaciones tributarias.
Un problema global necesita soluciones globales. Que las empresas que más dinero ganan en el mundo sean las que menos porcentaje pagan de impuestos sobre sus beneficios es algo que pasa en todas partes, desgraciadamente, aunque en unos sitios más que en otros. Por eso que el G-7 haya llegado a un principio de acuerdo para que las multinacionales paguen una tasa global mínima del 15% es una buena noticia. Sin embargo, hay varios aspectos que distan de estar claros.
Admitiendo que "nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo", el G-7 recientemente anunció medidas adicionales con el propósito de facilitar, un "acceso más asequible y equitativo a las vacunas, las terapias y los diagnósticos" en todo el mundo, con el fin de luchar contra el Covid. Sin embargo, traducir esta intención declarada en acciones efectivas requerirá tanto de liderazgos políticos audaces dentro de los Estados, como de una forma de apoyo a los países en desarrollo que vaya mucho más allá de la ayuda financiera. Acertar en lo que se debe hacer no será nada fácil, pero estos esfuerzos son esenciales si los países ricos quieren evitar vivir aislados en fortalezas.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado este viernes en una reunión virtual de los líderes del G7 que su país aportará 1.500 millones de euros más a la lucha global contra la pandemia.
Los ministros de finanzas del G-7 apoyaron el viernes la extensión del congelamiento temporal de pagos de la deuda a países del G-20 y reconocieron la necesidad de un amplio alivio de deuda en el futuro, al tiempo que apuntaron a China, un miembro del G-20, por la falta de transparencia en sus créditos.
Los ministros de Finanzas del G-7 llamaron el lunes a una implementación total del congelamiento del pago de deuda para los acreedores bilaterales del G-20 y al cumplimiento de los estándares de transparencia, dijo en un comunicado un portavoz del Tesoro estadounidense.
Los ministros de Finanzas del Grupo de las Siete (G-7) economías más ricas del mundo dijeron el miércoles que estaban comprometidos con implementar acuerdos bilaterales de alivio de deuda con las naciones más pobres hasta fines de año y quizás en un periodo posterior.
La Administración francesa indemnizará a los comerciantes y hosteleros afectados por las medidas de seguridad para la celebración de la cumbre internacional del G-7 en Biarritz (Francia). Un documento oficial de la Prefectura de los Pirineos Atlánticos, Le G-7 en Clair, asegura que las autoridades estudian ya cómo calcular la cantidad que recibirán los afectados.
El Tiempo (Colombia)El presidente Bolsonaro cuestionó las intenciones del G-7 al destinar 20 millones de euros para combatir los incendios del Amazonas tras acusar a Macron de tratar a Brasil como una “colonia o tierra de nadie”.El gobierno brasileño estaba decidido a no aceptar ningún tipo de ayuda vinculada a los mecanismos de monitoreo. El objetivo de la ayuda es enviar aviones para combatir los incendios, y la asistencia de reforestación a medio plazo que se presentará en la Asamblea General de la ONU. Según las últimas cifras, se han registrado 79.513 incendios forestales en Brasil desde principios de año y, bajo presión internacional, Brasil finalmente ha tomadomedidas enviando dos aviones.