El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Marc Puig, ha subrayado en el discurso de clausura del XXIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar la necesidad de que España no se desvíe del marco europeo que diferencia la fiscalidad sobre el patrimonio según sea empresarial o no. Para ello, es necesario acabar con el riesgo de que tanto a nivel nacional como autonómico se puedan producir subidas importantes de los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y otros similares tal como está pidiendo la Comisión de Expertos nombrada por Hacienda para la reforma fiscal.
Tanto en la declaración firmada por las asociaciones territoriales el domingo como en las diferentes ponencias e incluso en el discurso del Rey, la empresa familiar trae de manera oportuna al debate de la sostenibilidad la necesidad de generar un negocio rentable. En el fondo, tener una empresa rentable en cada generación es una condición imprescindible para poder generar un beneficio social y medioambiental permanente en el tiempo. Cuando el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) Marc Puig habla en su discurso de stakeholders, apunta al sentido más amplio de actores y circunstancias (especialmente, por ejemplo, un marco regulatorio como es el laboral) que intervienen en la vida de la empresa familiar, para las cuales destina su trabajo diario (empleados, proveedores, clientes, instituciones, recursos naturales, debates sociales ).