Las bolsas de Europa se despiden este miércoles del octavo mes de 2022 y el balance no es precisamente positivo. El temor a una pronta recesión económica con unos bancos centrales invocando mayores subidas de tipos se ha recrudecido en las últimas semanas y ha golpeado de nuevo a la renta variable, aunque no con la misma fuerza que en junio. El retroceso mensual en los parqués europeos ha superado el 5%. En el caso del Ibex 35 español, el descenso rebasa el 3%, borrando de golpe el rebote del mes pasado. De hecho, el indicador patrio ha encadenado 11 sesiones en negativo, algo que no ha sucedido antes desde su nacimiento a principios de 1992. El selectivo español termina agosto bajo los 7.900 puntos.
Las ventas han vuelto a imponerse en las bolsas de Europa este lunes. En consecuencia, las caídas han sido de nuevo generalizadas en los distintos índices de referencia, aunque al final del día se han quedado algo por debajo del 1%. El Ibex 35 español ha acabado perdiendo los 8.000 puntos, una cota que no cedía desde hace un mes. Además, ha encadenado nueve días en negativo, algo que no sucedía desde noviembre de 2017. ¿A qué se deben estas pérdidas masivas? A la perspectiva de que los bancos centrales no dudarán en lastrar el crecimiento económico con tal de frenar la inflación.
El simposio de los banqueros centrales estadounidenses de Jackson Hole ha cerrado con un claro mensaje para la economía del país y del resto del mundo: la lucha contra la inflación va a causar "sufrimiento". Estos fueron los términos que estableció el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en el evento de la semana pasada que han hecho ver a los inversores la renovada posibilidad de asistir en la reunión de septiembre a otra subida de 75 puntos básicos de los tipos de interés en el país.
El año pasado, en el famoso encuentro de banqueros centrales que organiza la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole, Jerome Powell, presidente de la Fed, defendió que el repunte inflacionista del que estaban avisando algunos analistas no sería más que un proceso transitorio.
Los mercados esperaban a un Jerome Powell con un tono más 'halcón' en su inauguración este viernes del simposio de Jackson Hole y han acertado. El presidente de la Reserva Federal de EEUU ha pronunciado un discurso en el que ha sido claro: en la dicotomía entre combatir la inflación y evitar el deterioro económico, la Fed tiene que insistir en doblegar la subida de los precios. En esa línea, ha avanzado que seguirán subiendo los tipos de interés y los dejarán elevados durante un tiempo para acabar con la inflación, rechanzado cualquier idea de que la Fed vaya a dar marcha atrás pronto.
El evento de la Reserva Federal en Jackson Hole de este verano y la expectativa de que Jerome Powell, presidente del organismo, reconozca que la Fed va a subir tipos en septiembre más de lo que se esperaba, ha generado ventas en renta fija, llevando de nuevo el bono estadounidense hasta la cota del 3%.
En los próximos tres días el valle de Jackson Hole, en el estado de Wyoming, se convertirá en el centro de la política monetaria y de la economía mundial. Los señores del dinero, los grandes banqueros centrales del planeta, llegan a este paraíso natural de la Norteamérica profunda, para debatir sobre "las barreras de la economía y la política monetaria", un encuentro en el que participarán distintas personalidades del mundo económico durante los próximos días.
A solo tres días de comenzar el encuentro de banqueros centrales que organiza la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole, el mercado está reaccionando a la posibilidad de que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, sorprenda con un mensaje que confirme una política monetaria más agresiva de lo que los inversores están descontando para los próximos meses.