La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo a los congresistas estadounidenses este jueves que los reguladores estarían preparados para tomar medidas adicionales para proteger los depósitos si fuera necesario. La novedad respecto al discurso de ayer fue un párrafo con diferencias clave, que ha ofrecido una nueva perspectiva para los mercados.
Las autoridades de EEUU reaccionaron con rapidez ante los colapsos de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. Asimismo, el sector bancario también ha maniobrado con velocidad ante las dudas generadas por el banco regional First Republic. Sin embargo, en este último caso aún persiste la incertidumbre y, por eso, las citadas autoridades están considerando una medida de calado que apacigüe los temores definitivamente: garantizar todos los depósitos bancarios y no solo aquellos hasta 250.000 dólares.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo a los legisladores estadounidenses tras ser preguntada sobre el aumento en el costo de la vida que es probable que la inflación se mantenga alta y que no debería haber calificado los grandes aumentos de precios como "transitorios" el año pasado.
La relación entre la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, y las criptomonedas siempre ha sido conflictiva. Más allá de las críticas que la otrora presidenta de la Reserva Federal ha vertido contra los tokens, su papel ahora se antoja crucial en la normativa que Washington saque adelante para regular estos activos. Esto ha propiciado que un comunicado suyo publicado anoche antes de tiempo haya hecho dispararse en las últimas horas a las principales criptodivisas. ¿Qué ha ocurrido?
El arranque del nuevo año se promete revuelto para la Administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Con las presiones inflacionarias elevando la temperatura de los precios a niveles no vistos en casi cuatro décadas y la Reserva Federal lista esta semana para acelerar la retirada de los estímulos monetarios, los recursos fiscales se prometen como el último recurso para seguir avalando el consumo.
En menos de un mes, Estados Unidos enfrenta la posibilidad de no poder costear sus responsabilidades financieras. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, indicaba esta semana cómo a partir del próximo 15 de diciembre, doce días más tarde de lo inicialmente previsto, el país volverá a tocar su techo de deuda. Una situación complicada si tenemos en cuenta que los demócratas todavía deben someter a votación en la Cámara de Representantes el paquete de gasto adicional por valor de 1,85 billones de dólares así como evitar el posible cierre del gobierno a partir del próximo 3 de diciembre.
El Senado de Estados Unidos va a votar esta noche una medida para evitar un cierre del gobierno federal hasta el próximo 3 de diciembre mientras los demócratas buscan fórmulas para conseguir elevar o cancelar el techo de la deuda y evitar un potencial impago.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, subrayó el jueves la importancia de finalizar y aplicar rápidamente las nuevas normas fiscales internacionales acordadas por 134 países bajo el marco de la OCDE y recalcó que el Congreso de su país avanza en el fortalecimiento de las normas fiscales internacionales.
La Reserva Federal se encuentra en un momento muy delicado. Con todas las miradas puestas en cuándo se atreverá a retirar estímulos y a qué velocidad, la institución se enfrenta al final del mandato de su presidente, Jerome Powell, el próximo mes de febrero. Pero el actual líder del banco central ha recabado un apoyo tempranero que puede decantar la balanza a su favor.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha asegurado que los planes de inversión del presidente Joe Biden para mejorar las infraestructuras, impulsar la educación y ofrecer beneficios para el cuidado de hijos son clave para que Estados Unidos conserve su posición de primera potencia mundial.
Es una pelea que se repite casi cada año. EEUU alcanza se aproxima a su techo de deuda y la disputa política entra en juego, con la oposición al inquilino de la Casa Blanca 'chantajeando' con no admitir el incremento del techo salvo que consiga ciertos objetivos políticos. Durante los próximos días, esta pelea vuelve a primer plano, pero la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ya ha advertido del desastre económico que puede suponer, dado el contexto actual.
En Washington D.C. no se da puntada sin hilo. Es por ello que coincidencia, o no, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, empleó el martes pasado para alivio del mercado un tono algo más acomodaticio en su comparecencia ante los legisladores estadounidenses.
El pasado fin de semana, los ministros de Economía y Finanzas del G7 lograron un histórico acuerdo que apoya la imposición de un tipo impositivo mínimo global de al menos el 15%. Aunque los detalles y el camino hacia su aplicación siguen sin estar claros, desde Goldman Sachs estiman que esta política tendría solo un pequeño impacto agregado en los beneficios del S&P 500.
Está previsto que cuando cuando el ministro de finanzas inglés, Rishi Sunak, reciba hoy a sus homólogos del G7 en Londres, los responsables económicos de las siete principales potencias occidentales se reúnan en Lancaster House con la intención de aupar el mayor golpe contra los abusos fiscales de las multinacionales en un siglo.
La canción ya empieza a repetirse demasiado, pero parece que el estribillo va a hacerse realidad. Los bancos centrales y las autoridades financieras de los países llevan bastante tiempo avisando de una mayor regulación en torno al universo de las criptomonedas. Se trata de advertencias repetidas en el tiempo que, en ocasiones, provocan 'bandazos' en las siempre volátiles criptodivisas. Sin embargo, apuntando a EEUU, parece que la cosa puede ir en serio.
Dicen que la historia se repite y en esto de la ingeniería de los estímulos monetarios, la Reserva Federal se encuentra a poco más de dos meses para comenzar a escribir la secuela de su denostado tapering. A nadie le amarga un dulce y para un mercado más que acomodado bajo el manto de una política ultraacomodaticia, el simple hecho de concretar el arranque en la reducción de la compra de deuda por parte del banco central de Estados Unidos amenaza con iterar alguna que otra pataleta.
El Grupo de las Siete principales economías avanzadas del planeta (G7) está cerca de lograr un acuerdo sobre la aplicación de un impuesto mínimo global a las multinacionales, según adelantó el Financial Times. La cabecera indicó que un potencial compromiso podría alcanzarse tan pronto como este mismo viernes dados los múltiples avances registrados en las últimas semanas.
stados Unidos continúa demostrando su disposición colaborar con sus socios internacionales al proponer un impuesto mínimo global de al menos el 15%, por debajo del 21% inicialmente previsto, un nivel que algunos países habían considerado excesivo. Dicho esto, según el Departamento del Tesoro, las discusiones "deben continuar siendo ambiciosas y buscar una tasa más alta".
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos estima que los contribuyentes más pudientes a este lado del Atlántico ocultan más de la mitad de sus ingresos. Es por ello la Administración del presidente Joe Biden planea aumentar considerablemente la financiación del Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés y el equivalente al Departamento de Hacienda en España) para perseguir a aquellos que defrauden al fisco patrio.
Sólo en la primera semana de mayo, y en respuesta a una serie de informes económicos alentadores que se vieron contrarrestados por un dato de empleo de abril sorprendentemente flojo, el S&P 500 ganó un 1,2%. Las compras también se contagiaron a las compañías de mediana y pequeña capitalización.
Una de las particularidades más extrañas de EEUU es que el Gobierno no puede emitir deuda indefinidamente, sino que primero tiene que contar con la aprobación del Congreso. Y su efecto es que cada pocos años, surge el mismo problema: la autorización caducará pronto, el 1 de agosto, y el presidente, Joe Biden, necesita aprobar una nueva ley para seguir emitiendo deuda. Y esta vez el peligro es mucho mayor: con el gasto público disparado por la pandemia, el Tesoro advierte que sus reservas de efectivo son más bien escasas.
Entre los dimes y diretes de los derroteros que tomará la inflación en Estados Unidos, la Administración del presidente Joe Biden, amenaza con avivar aún más la incertidumbre con la posibilidad de transformar la cúpula de la Reserva Federal. Como ya hizo su predecesor en el cargo, el demócrata tendrá oportunidad el próximo año de reemplazar múltiples cargos dentro del banco central estadounidense, entre ellos el de su propio capitán, Jerome Powell.
Las principales bolsas de Europa afrontaban este martes con buen tono, pero la tendencia ha cambiado completamente en las últimas horas de la sesión. Los 'números rojos' se han extendido a ambos lados del Atlántico poco antes de la apertura de Wall Street y las pérdidas superan el 1% en la mayoría de los índices occidentales. ¿El motivo? El temor a que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés antes de lo previsto hasta ahora. El Ibex 35 español es el que mejor ha aguantado el tipo en el Viejo Continente, conteniendo las caídas en el 0,71% al cierre, pero se queda igualmente bajo la barrera psicológica de los 9.000 puntos (ha terminado en los 8.830,4).
La idea de un dólar digital, como la de un euro digital, está en el aire desde hace tiempo. Recientemente, descendió del reino de las ideas a los labios de la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, y del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. En un acto celebrado en febrero, Yellen señaló que la propuesta era absolutamente digna de estudio y añadió que el Banco de la Reserva Federal de Boston, junto con académicos del MIT, ya la desarrollaba. Al día siguiente, en una comparecencia ante el Congreso, Powell dijo que el dólar digital era un proyecto de alta prioridad para nosotros.
La hoja de ruta tributaria del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para financiar su ambicioso plan de inversión en infraestructuras llegó acompañada de algunas sorpresas. Especialmente su enfoque a los beneficios de las grandes compañías tecnológicas. En estos menesteres, el demócrata propone un impuesto mínimo del 15% sobre el resultado consolidado de las empresas más rentables a este lado del Atlántico que generalmente registran suculentos beneficios para sus accionistas pero pagan pocos impuestos. El gravamen busca aglutinar así los beneficios obtenidos en todos los países del mundo para evitar la ocultación de beneficios en paraísos fiscales. El objetivo de Biden, que en realidad es similar a la legislación respaldada anteriormente por la senadora demócrata, Elizabeth Warren, es gravar a gigantes como Amazon. Según recalcó el Departamento del Tesoro esta semana, el impuesto mínimo del 15% "es un enfoque específico para garantizar que los evasores fiscales más agresivos se vean obligados a soportar obligaciones fiscales significativas".
Desde la sede de Goldman Sachs, en el 200 de West Street de Manhattan, Jan Hatzius, jefe de la División de Investigación de Inversiones Globales y economista jefe de Goldman Sachs, conversa con este periódico sobre las perspectivas del banco para la economía de Estados Unidos. En estos momentos, según indica, la Reserva Federal (Fed) no moverá ficha hasta principios de 2024. También considera que la subida del impuesto de sociedades propuesta por la Administración de Joe Biden para financiar sus próximos planes de gasto tendrá que conformarse con el 25%, dado que el 28% que busca el demócrata no tiene asegurado el apoyo de los 50 senadores de su partido en la Cámara Alta.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, abogó el lunes por imponer un tipo impositivo mínimo para las empresas a nivel mundial como parte de su plan para costear la ambiciosa propuesta de infraestructuras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de 2,3 billones de dólares. Yellen tiene previsto reunirse virtualmente con sus homólogos esta semana con motivo de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional.
(AFP).- Estados Unidos impulsará en el G20 un acuerdo global sobre un impuesto a la renta empresarial, indicó el lunes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, una semana después de que el gobierno de Joe Biden presentara un plan de infraestructura financiado mediante un alza de la tributación para las corporaciones.