Madrid, 6 dic (EFE).- La empresa General Alquiler de Maquinaria (GAM) se desploma hoy en Bolsa más de un 30 % tras anunciarse ayer que el presidente de Gestamp, Francisco José Riberas, ha llegado a un acuerdo con los bancos acreedores para comprar la compañía.
Iberdrola construirá en España sus primeros parques eólicos que operen sin ningún tipo de ayuda, exencion fiscal o régimen regulado. Pero tampoco fiará su rentabilidad al mercado, sino que firmará contratos bilaterales de compraventa de energía. Se levantarán en Aragón y Navarra, suman 134 MW y empezarán a generar en 2019 y 2020. La Caja Rural de Navarra participa de los proyectos como socio minoritario. Considerando los actuales precios del mercado, exigirán una inversión superior a los 100 millones de euros.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender cautelarmente, con efectos inmediatos, la negociación de las acciones de Adveo ante la solicitud voluntaria de la declaración de concurso de acreedores tras no lograr un acuerdo de refinanciación de la deuda.
Adveo ha acordado solicitar el concurso voluntario de acreedores ante los juzgados de lo Mercantil de Madrid y se ha marcado como objetivo buscar un acuerdo que salvaguarde los derechos e intereses de trabajadores, acreedores y accionistas y garantice la gestión de la empresa, que ha perdido 30 millones de euros.
La crisis política que atraviesa Cataluña desde hace más de un año está afectando gravemente a la actividad económica de la comunidad y comienza a pasar factura en términos de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).
El fondo de bolsa española que concentra a más partícipes ya no pertenece a CaixaBank, sino a Kutxabank. Se llama Kutxabank Bolsa y, tras cerrar 2017 con unos 2.400 accionistas, nueve meses después reúne a más de 63.500 con datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a cierre del tercer trimestre. Los suficientes para llenar el estadio de San Mamés y también el de Ipurua. Detrás de ese crecimiento se encuentra la apuesta de la gestora por la gestión discrecional de carteras, la rama de negocio que cada vez impulsan más firmas tras la llegada de Mifid II, por la que el cliente delega en el banco o gestora las decisiones de inversión para que sea la entidad la que decida en qué fondos debe estar el cliente, en función de su perfil de riesgo, a cambio de una comisión fija y otra variable.