Entre el mes de febrero de 2020 y finales de enero de 2022, el periodo marcado por el impacto de la pandemia, el mercado laboral habrá logrado crear unos 429.000 empleos más respecto al momento en que estalló la crisis sanitaria, y la cifra total de afiliados a la Seguridad Social cerrará el presente mes al borde de los 20 millones de ocupados. Ahora bien, estas cifras esconden un hecho relevante: el 53% de los empleos creados en el periodo de pandemia corresponden al sector público. Concretamente, un total de 229.000 trabajadores se habrán incorporado a puestos de la Administración pública en el plazo de estos dos años de crisis sanitaria, siendo así responsables el Estado y las CCAA de más de la mitad del empleo recuperado tras el fuerte desplome experimentado en los meses del confinamiento estricto.
La sociedad española acepta una reforma laboral, que es una política de ajustes entre medios y fines, sin apoyo en cifras, datos y argumentos y sin que los motivos de la misma se hayan despolitizado. Se acepta sin contraste en un debate nacional abierto y convincente, a pesar de que es un asunto que importa absolutamente a todos. Mientras en el contexto europeo más próximo han sido posibles diagnósticos mayoritariamente compartidos sobre los problemas del mercado laboral y se han conseguido reformas apoyadas socialmente, la opinión pública española (supongamos que existe) está siendo testigo mudo de una discusión exclusivamente partidista que le impide formarse una idea del estado de la cuestión.
Con la llegada del teletrabajo, muchas personas han descubierto una nueva forma de trabajar que se adapta mejor a su situación personal y con la que, además, son más eficientes. Esto, a su vez, ha influido significativamente a la hora de buscar y aceptar un nuevo puesto de trabajo en un mercado competitivo que ha incrementado el poder de los trabajadores. De esta manera, las entrevistas de trabajo ya no consisten exclusivamente en dar buena impresión y venderse lo mejor posible, ahora importa, y mucho, el poder negociar con el futuro jefe las condiciones de trabajo.
De los 1,68 millones de contratos firmados durante los 31 días del mes de diciembre, el 89% fueron temporales. Una proporción que justifican los datos ofrecidos este martes por el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Seguridad Social sobre el cierre de 2021 para el mercado laboral español, ya que los sectores que más ocupación ganaron en el último año son los sectores de las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (asociado a las actividades turísticas) y la hostelería, un 14,1% y 13,8% más, respectivamente.
Durante estos 15 años de vida de elEconomista, España ha completado un ciclo económico y comenzado otro con una recesión y recuperación completamente inéditas. Es una perspectiva más que razonable para evaluar qué ha sucedido durante este tiempo y, lo que es más importante, cuál es el estado de salud de los motores principales de España y qué perspectiva dejan para los próximos años.
La creación de empleo sigue arrojando cifras sin precedentes en España. Según el avance de afiliación correspondiente a diciembre de 2021, cuando finalice el mes, habrá en nuestro país cerca de 340.000 ocupados más que los registrados en febrero de 2020, justo el mes previo a la declaración del estado de alarma por el estallido de la pandemia de Covid.
Las economías desarrolladas han llegado ya al pico de la recuperación económica tras el Covid. Los indicadores adelantados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que la desaceleración ha alcanzado ya los países de la Eurozona y alertan de la pérdida de tracción del crecimiento durante los próximos meses.
El total de estudiantes matriculados en el Sistema Universitario Español (SUE) actualmente es de 1.679.518 alumnos/as, según indica el Ministerio de Universidades. Sin embargo, el 56% de los jóvenes españoles de entre 18 y 25 años considera que el actual sistema educativo no les prepara para encontrar trabajo. Entre lo que se aprende en clase y lo que luego demanda el mercado laboral hay una brecha insalvable. El alumnado acumula conocimientos memorísticos que olvidan nada más abandonar las aulas, mientras las empresas no encuentran los perfiles profesionales que necesitan.
La Europa social sigue avanzando y está un poco más cerca de poner en marcha un sistema común europeo para el establecimiento de salarios mínimos dignos en todo el territorio de la Unión Europea, después de que los ministros de Asuntos Sociales y Empleo de los veintisiete llegaran a un acuerdo sobre su posición el pasado lunes, de cara a las negociaciones con el Parlamento Europeo para poner en marcha la directiva.
La acuciante necesidad de las empresas de Estados Unidos por contratar nuevo personal ha incrementado el poder de los empleados, quienes se niegan a aceptar salarios bajos y malas condiciones laborales cuando las ganancias de las compañías crecen cada vez más. En esta nueva normalidad, las empresas deben compensar a los trabajadores y, para ello, tienen que hacer retroceder sus márgenes de beneficios hasta parecerse a los de los años 90.
El comportamiento del mercado laboral durante noviembre ha sido positivo, mejorando las expectativas y la evolución típica en dicho mes. La afiliación a la Seguridad Social ha registrado también un buen comportamiento. La mejora del mercado laboral continúa de la mano de la recuperación económica y normalización de la actividad de Servicios. Buenas noticias en actividad y el número de ocupados por encima de los 20 millones.
La OCDE ha dado un nuevo varapalo a las perspectivas económicas del ministerio de Nadia Calviño. El think tank de las economías desarrolladas ha vuelto a rebajar las proyecciones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español hasta el 4,5% en este 2021. La nueva expectativa de crecimiento cuenta con una revisión a la baja de sus proyecciones realizadas en mayo del 2,3%, tal y como recoge en su informe de perspectivas económicas, publicado este miércoles. De cara al próximo 2022, el organismo también rebaja 1,1 puntos las previsiones, hasta el 5,5%.
A pesar de que los indicadores de empleo apuntan a que ya se ha recuperado la ocupación pre pandemia, todavía las horas trabajadas por el conjunto de los empleados en España -incluyendo los de cuenta propia y de cuenta ajena- están por debajo de esas fechas. En el tercer trimestre de este año, la Encuesta de Población Activa elaborada por el INE establece que se trabajaron 573.577 horas por semana, lo que supone un 2,53% por debajo del mismo periodo de 2019, antes de que se declarase el Covid-19. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el español Luis de Guindos, señaló el pasado martes este problema en la XI Edición de Premios de la Noche de la Economía, aunque matizó que es generalizado en la Unión Europea.
La vorágine política provoca que, en algunas ocasiones, los grandes temas se queden relegados. Es lo que está sucediendo con la falta de unidad de mercado derivada de la sobreproducción legislativa de las autonomías, según se puso de manifiesto ayer en una jornada organizada por la fundación valenciana Conexus realizada en Madrid. Entre los ponentes, el empresario Clemente González Soler, presidente del grupo Alibérico y vicepresidente de la patronal madrileña CEIM, apuntó la alta preocupación que existe entre el tejido empresarial español por esta falta de unidad de mercado y desveló que propondrá a la CEOE que lidere la campaña ante las administraciones para recuperar esta unidad.
Randstad, la empresa de recursos humanos número 1 en España y en el mundo, ha llevado a cabo un estudio sobre las percepciones que sobre el mercado laboral tienen los trabajadores en esta situación marcada por la pandemia y sus consecuencias. Para ello, ha analizado los datos de la última oleada del estudio Randstad Workmonitor, elaborada a partir de más de 13.500 encuestas a profesionales ocupados de 33 países.
El economista jefe para Estados Unidos de Citi, Andrew Hollenhorst, destaca en un informe distribuido este martes entre sus clientes que, desde principios de este año, su equipo ha sostenido que la inflación por encima de los objetivos marcados por la Reserva Federal probablemente sería más persistente de lo que esperaban tanto el mercado como los funcionarios del banco central del país.
La Covid ha enfrentado a empresas y trabajadores a una especie de simulación, aunque con fuego real, que les ha permitido poner a prueba su capacidad para seguir funcionando de forma no presencial. Y el experimento, a la vista de los resultados, puede calificarse de bastante satisfactorio. Se dice que la pandemia, en términos de digitalización ha permitido avanzar a las empresas, en unos pocos meses, lo que en una situación de normalidad hubiera llevado años. En este contexto, en el último año, casi dos millones de personas, el 12,2% de los asalariados, teletrabajaron, debiéndose adaptar sobre la marcha a un nuevo modelo de relación digital y de organización del trabajo.
Con el rechazo de pleno de la patronal al alza de cotizaciones sociales destinada a nutrir la hucha de las pensiones para afrontar los años en que el déficit de la Seguridad Social desborde azuzado por las jubilaciones de la cohorte del baby boom, el Gobierno afronta la culminación del segundo acuerdo trascendental en cuestión de meses que no contará con el apoyo de los empresarios. Así, tras la subida del SMI pactada recientemente, el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que prevé un incremento de cotizaciones del 0,6% que solo queda suscrito por los sindicatos y el Ejecutivo, que ya alcanzaron un consenso en la tarde del lunes, al margen de la patronal.
La Comisión Europea pone coto a la confianza del Gobierno en que una mejora de la ocupación en España en las próximas décadas sea suficiente fuente ingresos para afrontar los desequilibrios financieros de la Seguridad Social derivados de la jubilación de la cohorte del baby boom. De este modo, en el mayor momento de tensionamiento financiero del Sistema para el año 2050, el mercado laboral español contará con 2,1 millones de trabajadores menos que en el momento actual, una merma que se ve acrecentada por el envejecimiento de la población y la baja tasa de reposición de la población en edad de trabajar que acentúa el menguante número de nacimientos en nuestro país.
Su generación carga a las espaldas dos crisis globales y les pesa el recuerdo del boom inmobiliario en el que crecieron viendo cómo se concedían hipotecas a discreción. Ahora, los jóvenes españoles tienen que esperar a tener casi 30 años para emanciparse y, si se les pasa por la cabeza comprar una vivienda, la precariedad del mercado laboral les devuelve a tierra.
Desde hace tiempo el actual Gobierno viene amagando con una profunda reforma del mercado laboral desde diversos ámbitos. Sin que haya habido una hoja de ruta clara, lineal y conocida, es evidente que esta pretensión se ha visto alterada por la situación sanitaria vivida y en la que aún nos encontramos.
El Gobierno presentó este lunes una nueva propuesta a los agentes sociales para el mecanismo de equidad intergeneracional que prevé un reflotamiento de las arcas de la hucha de las pensiones que permita tener un remanente extra para el momento de mayor tensionamiento financiero de la Seguridad Social debido a la jubilación del baby boom. La el último texto eleva al 0,6% el incremento de las cotizaciones durante la década de aprovisionamiento del fondo de reserva entre 2023 y 2032, si bien establece una distribución: el 0,4% correrá a cargo de las empresas y el 0,2% por el trabajador.
"Sólida" recuperación del mercado laboral. Así traducen desde el Gobierno que la cifra de afiliados medios registrada en septiembre sume 57.387 al dato agosto, ya en 19.531.111 cotizantes, y que el paro haya roto con la tendencia alcista que suele ser habitual este mes, reduciéndose en 76.113 personas, hasta los 3.257.802 inscritos tras el mayor descenso de un septiembre de la historia. Además, el mes finaliza con un nuevo mínimo de 239.230 personas bajo un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (Erte), y sigue la senda descendente.
La reunión del presidente Sánchez con las vicepresidentas Calviño y Díaz, convocada para zanjar el conflicto causado por los futuros cambios en la reforma laboral, se saldó con un comunicado deliberadamente ambiguo.
El Gobierno recibió con triunfalismo los datos de la última EPA relativa al tercer trimestre. En términos generales, la mejoría es indudable ya que el número total de ocupados superó los 20 millones, una cota que no se alcanzaba desde 2008.
El impulso del mercado laboral una vez superados los peores momentos de la pandemia responde a varios factores. Fundamentalmente, en la recuperación de puestos de trabajo experimentada en el último año, ha jugado un papel fundamental el proceso de vacunación que ha permitido el repliegue de restricciones a la movilidad y la actividad comercia, y que en el caso de España además ha sentado las bases para retomar la actividad en todos los sectores asociados al turismo. Sin embargo, no solo la reactivación de la actividad privada ha impulsado los niveles de ocupación: un 26,8% de todos los empleos creados desde el pasado mes de agosto de 2020 corresponden al sector público.
Con el debate en el seno de Gobierno sobre los contenidos que se abordarán en la reforma laboral, uno de los objetivos de las medidas que impulsará el Ejecutivo, el de fomentar la contratación indefinida entre los asalariados de nuestro mercado laboral parece aún una quimera tras las últimas cifras que arroja la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE este jueves. Esta oleada muestra por un lado el mayor nivel de ocupación alcanzado en nuestro país desde el cuarto trimestre de 2008, hace trece años. Sin embargo, un 62% de estos nuevos contratos firmados son temporales, aún en niveles elevados si atendemos a las demandas de Bruselas y el compromiso sobre esta materia alcanzado por el Ejecutivo para la recepción de fondos europeos.
Los datos de la EPA del tercer trimestre de 2021 dejan un sabor agridulce. Es cierto que el empleo se recupera, pero un análisis a fondo de las cifras muestra un conjunto de debilidades que podrían dar lugar a un deterioro del panorama laboral en los próximos meses.