Alzas generalizadas en las bolsas europeas, pero seguimos bajo los máximos de la semana pasada
Si bien los inversores en tecnología tienen muchos problemas de los que preocuparse a medida que el sector se dirige a una semana clave para los resultados empresariales, un obstáculo clave del año pasado se ha aliviado en los últimos meses: el dólar.
¿Será el 2023 el año de la recuperación en bolsa de las compañías tecnológicas? Sin duda, las tech tienen por delante una tarea titánica para recuperar el desplome del año pasado y retomar los máximos que tocaron los principales índices de Wall Street hace doce meses exactos como fue el caso del S&P 500, el Dow Jones y el Nasdaq 100.
El dato de IPC estadounidense en el mes de octubre ha sido un soplo de aire fresco para Wall Street. Desde que se diese a conocer la cifra de inflación el pasado 10 de noviembre, el S&P 500 se anota ganancias de alrededor del 6% e incluso llegó a superar los 4.000 puntos durante la última sesión, pese a perderlos más tarde.
Los decepcionantes resultados del tercer trimestre del año de Alphabet (Google) que en la jornada de ayer llegó a ceder un 7% y Microsoft que llegó a perder esa misma cifra, dos de las joyas de la corona del Nasdaq 100, pudieron verse reflejados en la cotización del tecnológico en los primeros compases del día, donde llegó a caer un 2,4%. Sin embargo, en una sesión marcada por la volatilidad, estas caídas fueron relajándose y, a cierre europeo, el índice se anotaba un tibio descenso del 0,4%. Pese a que octubre ha conseguido reanimar un poco su cotización y, a cinco días de cerrar el mes, aguanta en positivo con un 5,9%, el índice tecnológico no consigue levantar el vuelo en 2022, donde pierde más del 29%.
Lejos quedan los 16.320 puntos con los que el Nasdaq 100 comenzó sus andaduras en el 2022. Apenas bastaron tres días del año para que el índice tecnológico estadounidense marcase máximos del ejercicio en los 16.501 puntos. Desde entonces, el comportamiento del selectivo fue cuesta abajo hasta el punto de que ha permanecido la mayor parte de 2022 sumido en un mercado bajista -aquel en el que se ahonda en pérdidas del 20%-.
Las compañías tecnológicas no se han quedado atrás en el rally que han vivido las bolsas desde mínimos anuales. Desde que el Nasdaq 100 tocó los suyos, a mediados de junio, recupera un 19%, aunque las pérdidas en el año aún son abultadas. Y la tecnología europea ha seguido el mismo camino, con una recuperación superior al 15% desde su suelo. La narrativa que descuenta el mercado ha cambiado. En las últimas semanas las bolsas han comprado la posibilidad de que la inflación haya tocado techo, algo que todavía está por ver, lo que facilitaría que los bancos centrales pisen el freno a la hora de subir los tipos.
La llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán y el crecimiento de las tensiones con China a raíz de este acontecimiento supusieron un nuevo jugador en el tablero de las circunstancias que tensan la situación económica mundial, en el que ya jugaban la inflación, la recesión y las duras políticas monetarias de los Bancos Centrales.
El índice de referencia de las compañías tecnológicas de Wall Street empujó al alza durante la sesión de este martes más de un 2,5% al cierre de los mercados europeos. Este renovado impulso en el Nasdaq 100 supone ver al selectivo con un recorte inferior al 20% en el conjunto de 2022, por lo que sale del territorio bajista en el que lleva sumido la mayor parte del año tras avanzar un 2,7% en la sesión de hoy.
Este pasado viernes teníamos cita con el cierre mensual de julio y les aseguro que estaba muy expectante de ver qué lectura analítica tenían las distintas velas mensuales desplegadas por los principales índices mundiales.
A la bolsa norteamericana no se le puede achacar falta de previsión, en esta ocasión. Las compañías de Wall Street tendrán su deuda controlada no solo este año, en el que las subidas de tipos de interés en Estados Unidos pueden afectar al ritmo de recuperación tras la pandemia, sino también de cara a los próximos ejercicios, ya con los tipos de la Fed a la baja.
Si hay algo que puede competir por el protagonismo de la decisión de tipos de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos de este miércoles es la evolución de las grandes compañías de Wall Street que sacan sus resultados del semestre a lo largo de esta semana. Al cierre de la sesión de este martes se publican las cuentas hasta junio de Alphabet (dueña de Google) y de Microsoft. Y a partir de mañana y hasta el jueves al cierre de los mercados se conocerá el posible deterioro del negocio de valores como Amazon, Meta (duela de Facebook) y Apple.
Siguen siendo numerosas las consultas que recibo tanto en encuentros digitales como en Ecotrader sobre la conveniencia o no de tomar posiciones en las Big Tech norteamericanas, que llevan acumulada una caída de órdago en muchos casos. A continuación, voy a tratar de arrojar un poco de luz sobre esta cuestión.
El cierre de abril, coincidiendo con la semana grande de resultados trimestrales de las grandes tecnológicas, ha supuesto un gran batacazo para la bolsa americana y, en concreto, para el Nasdaq 100, que con una caída del 13% firmó su peor mes desde la Gran Recesión de 2008.
El Nasdaq 100 <:NDX100.NQ:> -el índice que reúne a los 100 valores más importantes del sector de la industria tecnológica- comenzó la semana frenando el giro alcista que inició el pasado 14 de marzo, cuando tocó los mínimos anuales. Desde aquel momento, el selectivo logró un importante rebote del algo más del 10%, pero ayer echó el freno de mano a su recorrido. A cierre de la sesión europea, el selectivo perdía algo más de un 1,1%.
Sin duda hablar de un índice tecnológico es hacerlo del Nasdaq 100, uno de los selectivos que mejor se ha comportado en los últimos 20 años. No en vano, en este periodo ha ofrecido una rentabilidad de más del 800%. Es más, el Nasdaq 100 ha superado al S&P 500 en once de los últimos doce años, ya que las compañías del índice han sido disruptivas en cada una de sus industrias.
Una semana más la volatilidad sigue imponiéndose en las bolsas a ambos lados del gran charco, en las que las caídas y las subidas abruptas han sido las grandes protagonistas.