Salvador Illa será ratificado este fin de semana como primer secretario del PSC, en un congreso extraordinario del partido que avalará al que es el único candidato al cargo y en el que tomará el relevo de Miquel Iceta, que pasará a ocupar la presidencia de la formación de los socialistas catalanes, en paralelo a su cartera como Ministro de Cultura y Deporte.
El asunto de los indultos está produciendo una notable polarización en una opinión pública ya muy polarizada en torno a otros temas. La polarización oculta una realidad bastante más compleja y dificulta la argumentación racional en el espacio público, lo que debe ser subrayado y lamentado.
Cuando a Salvador Illa (La Roca del Vallés, 1966), exministro de Sanidad, le preguntas si los indultos a los condenados del 1-O son la evidencia de que se van a ir de rositas niega la mayor e insiste en que "pasar cuatro,años en la cárcel es la prueba de que los actos delictivos no salen gratis". Es un hombre de buen talante, tranquilo y sosegado que ha sido casi todo lo que se puede ser en política desde que comenzó a militar en el PSOE en 1995: alcalde de su pueblo, ministro y ganador de ultimas elecciones catalanas, pero ha llegado a los cargos sin creerse un animal político, solo por sentido de las responsabilidad, y apoyado, eso sí, de amigos como Miquel Iceta o José Luis Ábalos. Su figura fue clave en la mesa de negociación con ERC del acuerdo de investidura de Pedro Sánchez y tal vez ahí empezó su proyección nacional.
El PSC estaría en condiciones de ganar las próximas elecciones autonómicas en Cataluña tanto en votos como en escaños. Así se desprende del CIS preelectoral publicado este jueves con la fecha de la celebración en disputa después de que el TSJC haya suspendido cautelarmente el aplazamiento que las llevaba del 14 de febrero al 30 de mayo por la pandemia, una decisión que el tribunal ha ratificado este mismo jueves y sobre la que se pronunciará definitivamente antes del 8 de febrero.
Desde Waterloo, ciudad de la épica batalla que acabó con el imperio de Napoleón Bonaparte, Carles Puigdemont, el expresident catalán fugado a Bélgica por saltarse la Constitución de 1978, ha vuelto a ganarle el pulso a Esquerra Republicana y al Estado en general, imponiendo sus reglas, eligiendo dirigentes, deslizando carteras y, logrando ostentar el máximo grado de poder, aun cuando su formación quedó la tercera en las urnas del 25 de marzo.
El abogado del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, es uno de los diputados con más patrimonio de los 135 integrantes del nuevo Parlament catalán, según la declaración de bienes que ha depositado para poder ocupar el cargo. Dispone de tres viviendas que suman un valor de más de 627.000 euros -una heredada-; 34.127,40 euros en acciones; participaciones en cuatro sociedades de abogados por más de 365.000 euros; planes de pensiones por valor de 213.174 euros; dos motos; un amarre en el Puerto del Estartit (Girona), y 5.974 euros en la cuenta corriente. El abogado devenido en político, que antes de llegar a la Cámara catalana ha sido diputado en el Congreso, también tiene deuda por pagar: tres hipotecas por más de 594.600 euros.
Cuando a Salvador Illa (La Roca del Vallés, 1966), exministro de Sanidad y ganador de las elecciones catalanas, le preguntas qué siente cuando sus adversarios le llaman de todo por su gestión de la pandemia, afirma que "las descalificaciones de trazo grueso se vuelven contra quien las hace. Aunque no tiene ninguna relación con la medicina porque es licenciado en Filosofía por la Universidad de Barcelona, MBA en el IESE Business School y ejerció de profesor, su cargo en el Gobierno le ha convertido en un experto en el Covid-19 al que no le duelen prendas en admitir que ha habido errores.
El reparto de los escaños del Parlament de Cataluña que ha dejado el 14-F deja todas las posibilidades postelectorales abiertas y a la vez ninguna segura, por lo que tampoco es descartable una repetición electoral. Si se agotan todos los plazos, la nueva cita con las urnas llegaría en la segunda quincena de julio, pero para llegar hasta ese punto hay muchos pasos previos.
Las organizaciones empresariales, consultadas por elEconomista, son unánimes a la hora de expresar su temor ante los escenarios para la formación de Gobierno que se dibujan tras las últimas elecciones catalanas.
Partido Socialista de Catalunya y Esquerra Republicana empataron este domingo a escaños en las elecciones autonómicas celebradas en Cataluña, al cosechar cada uno de ellos 33 de los 135 escaños del Parlament. Esto supone un triunfo de la izquierda que abre la posibilidad a un tripartito progresista junto a En Comú Podem, pero ERC también tiene en su mano la posibilidad de fraguar una alianza independentista con Junts per Catalunya y la CUP.
Cataluña vivió ayer unas elecciones completamente atípicas más allá de las medidas de seguridad que la pandemia impone. Se trata también de unos comicios marcados por una caída histórica de la participación (22 puntos respecto a la anterior convocatoria) no sólo motivada por el virus sino también por el hartazgo ante el ciclo de constantes adelantos electorales en el que este territorio lleva diez años sumido.
Después de ordenar uno de los encierros domiciliarios más severos del mundo durante el Estado de alarma, ahora no parece importar que miles de catalanes puedan infectarse por acudir a votar este domingo, 14 de febrero. El ex ministro de Sanidad y candidato del PSC a la Generalitat, Salvador Illa, antepone así la política a la salud de los ciudadanos.
Los datos del Registro Mercantil de los últimos cuatro años reflejan que Cataluña ha perdido en este tiempo un total de 7.007 empresas, que han decidido abandonar la región para instalarse en otro lugar de España. En este tiempo, la comunidad ha logrado atraer 2.509 sociedades desde otros puntos del país, lo que sitúa el saldo negativo de estos cuatro años en 4.498 empresas.
Pasado mañana, Cataluña celebra sus quintas elecciones autonómicas en poco más de una década. Antes de que se abran las urnas, el independentismo deja ya clara su intención de que en el 14-F se repita el mismo escenario surgido tras todos esos comicios, al excluir toda posibilidad de acuerdo de Gobierno con el PSC.
La situación económica y social que ha traído consigo el separatismo en Cataluña no necesita muchos matices: división, enfrentamiento y ruina económica que la pandemia no ha hecho sino acentuar. En estas penosas condiciones se han convocado elecciones autonómicas para el próximo domingo.
Aunque desde el Ministerio de Trabajo se venda que las oficinas del Sepe han superado el colapso por la acumulación de Ertes, la realidad es que el caos permanece. Así lo indican los rumores que corren por este organismo, y que destacan la exigua cantidad de dinero que se ha recuperado de los alrededor de 500.000 pagos equivocados que se hicieron por los Ertes. En concreto, fuentes sindicales indican que solo ha vuelto a Trabajo el 10% de los abonos erróneos. Más allá de la cantidad, lo más preocupante es que en bastantes casos es imposible contactar con los interesados. Muchos se han cambiado de domicilio o, simplemente, ya no lo tienen por la crisis. Es muy complicado hablar con ellos con la escasez de recursos que tenemos, dicen en el Sepe, donde temen una oleada de embargos y sanciones a raíz de estos pagos. Es injusto que se castigue a estas personas cuando no han tenido la opción de enterarse porque no hemos sido capaces de contactar con ellos, se quejan en el Sepe que, como es lógico, ha informado al secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, de esta preocupante situación. No hemos recibido la respuesta definitiva del Ministerio. Son las direcciones provinciales las que están buscando soluciones, añaden en el Sepe.7/02 | El Economista
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La desafección entre los ciudadanos y la política no es nada nuevo, traduciéndose en abstención en las citas con las urnas, pero en las elecciones al Parlament de Catalunya del próximo domingo 14 de febrero se le sumará el miedo al contagio de Covid-19, que también afectará a la propia constitución de las mesas electorales, hasta el punto de que ya se contempla tener que prolongar un día más los comicios para aquellas mesas electorales que no puedan ser constituidas el domingo por falta de integrantes -un cuarto de los citados han presentado recurso y se espera un elevado absentismo-, retrasándose también la publicación de resultados para evitar el voto táctico de los catalanes que voten más tarde según cómo fuese el recuento provisional.
La petición de Salvador Illa en el trasiego de las elecciones catalanas para que el Gobierno del Estado condone las deudas que arrastran las comunidades autónomas anticipa, de salir adelante, un dispendio en Cataluña y una huida hacia adelante con un incremento de gasto irresponsable.
El análisis del programa electoral del PSC delata cómo su candidato, Salvador Illa, abraza la defensa de la armonización fiscal entre autonomías, de la que ERC hizo gala a finales del año pasado.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este jueves una nueva encuesta sobre las elecciones catalanas en la que se muestra que el PSC ganará con holgura los comicios en porcentaje de voto. Los de Salvador Illa consiguen una estimación de voto del 23,7%, casi cuatro puntos por encima de una ERC que obtiene un 19,9% y que la mayoría de sondeos dan por segura ganadora.
El exministro de Sanidad y candidato del PSC a las elecciones catalanas del 14 de febrero, Salvador Illa, nombrará al actual presidente de Aena, Maurici Lucena, como vicepresidente económico de la Generalitat si consigue gobernar tras los comicios.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, inicia este lunes sus últimas 24 horas al frente del Ministerio para volcarse exclusivamente en su candidatura a la Generalitat por el PSC. Según avanza Moncloa, el de este martes será su último Consejo de Ministros y entonces se conocerá su relevo en Sanidad.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha asegurado que el candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat y ministro de Sanidad, Salvador Illa, dimitirá como ministro antes de que comience la campaña electoral el viernes de la semana que viene aunque todavía no se sepa con seguridad si las elecciones catalanas se aplazarán tras promover el Govern celebrarlas el 30 de mayo por la actual situación de la pandemia.
El Govern ha aplazado este viernes las elecciones catalanas al 30 de mayo tras consensuar con todos los partidos políticos. Así comunicó la intención a la Mesa del Parlament este mediodía y, aunque se ha encontrado con la oposición del PSC, ha acabado por decretarlo para evitar así las restricciones por el coronavirus.
El Gobierno se muestra poco partidario de que Cataluña aplace las elecciones autonómicas previstas para el 14 de febrero por el avance de la pandemia pese al precedente de las gallegas y vascas, aplazadas en su día por el mismo motivo. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha avisado de que la suspensión de las elecciones en las que el candidato socialista es el ministro de Sanidad, Salvador Illa, no está contemplada en la ley electoral general y ha pedido "mucha cautela ante una falta de previsión legal". La idea del Govern es llevarlas a mayo o junio.
El dictamen del Consejo Económico y Social (CESB) sobre los presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona para 2021, aprobados el miércoles, echa en falta más bonificaciones específicas para las empresas, trabajadores y familias más damnificados por el Covid-19.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el presidente de Units per Avançar, Oriol Molins, han firmado este lunes el acuerdo para presentarse juntos a las elecciones catalanas del 14 de febrero, como ya hicieron en los comicios de 2017.
Los socialistas catalanes abordan la nueva carrera electoral hacia la presidencia de la Generalitat de Cataluña con la voluntad de ser una clara alternativa al independentismo el 14 de febrero.
ERC seguiría ganando las elecciones catalanas si se celebraran ahora, según la última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat. Los de Oriol Junqueras, que se presentarán con Pere Aragonès como candidato, sumarían mayoría absoluta en el Parlament tanto pactando con los otros independentistas (JxCat y la CUP) como haciéndolo con el PSOE y los 'comunes'. Un dato muy a tener en cuenta de cara a los previsibles comicios del próximo febrero.