Iberdrola puede respirar tranquila. La Cámara de Diputados de México ha rechazado este lunes la reforma eléctrica propuesta por el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, tras una sesión de más de 12 horas en la que el Ejecutivo mexicano no ha alcanzado los votos necesarios (una mayoría cualificada de dos tercios) para su aprobación.
El impacto de la guerra en las cotizadas con exposición a Rusia ha provocado un cambio en el mapa de poder del Ibex 35 y, como consecuencia, Iberdrola se ha convertido en la compañía más grande del índice por capitalización después de superar a Inditex en 2.214 millones de euros a cierre de este jueves. Les siguen, pero a mayor distancia, Santander, con un tamaño en bolsa de 53.756 millones y Telefónica, que vale más de la mitad que el banco.
Vivimos los últimos compases de un año que ha puesto de manifiesto la realidad incontestable del cambio climático: su impacto se está agravando y cada vez es más frecuente la aparición de fenómenos extremos en todo el planeta. Por suerte, hoy sabemos cuál es la manera de revertir este proceso y contamos con un consenso histórico para ponerla en marcha. Solo a través de la descarbonización y la transición ecológica podremos reducir de manera progresiva nuestras emisiones y frenar esta emergencia climática que amenaza seriamente nuestro actual modo de vida. Y, a pesar de que la senda que nos marca esta transición es hoy incuestionable, como todo proceso de transformación también necesitó de una buena dosis de empuje, visión y valentía en sus inicios.
La transformación y el cambio son dos características fundamentales y constantes de la historia del ser humano. La velocidad que ambas han cobrado es, sin embargo, algo propio del momento que hoy vivimos. Desde su fundación hace 15 años, elEconomista está siendo testigo de esta evolución sin precedentes en todos los ámbitos: el social, el político y, en particular, en el económico y empresarial. Dentro de éstos, el periodismo y la energía son dos ámbitos de actividad que tienen en común estar afrontando la transición industrial más profunda que hayan visto jamás. La digitalización ha abierto para ambos un mundo de posibilidades inéditas. El reto de materializarlas en proyectos y realidades es extraordinario. Y en este contexto de retos y transformaciones, estamos haciendo frente a la crisis climática con la necesidad urgente e innegociable de la descarbonización. Muchas metas, como la neutralidad de emisiones de CO2, se están fijando para 2030 o 2050, pero el éxito o el fracaso se dirimen en las decisiones que seamos capaces de tomar hoy. Como dijo Ernest Hemingway "vivimos la vida como si lleváramos otra en la maleta" y ese es un lujo que no nos podemos permitir.
La transición energética en que estamos inmersos está determinada no sólo por un cambio tecnológico, sino casi en la misma medida por el factor tiempo. El gran desafío que afrontamos como civilización es la lucha contra el cambio climático, una batalla que urge en esta carrera contrarreloj por la sostenibilidad del planeta. Es momento de tomar decisiones certeras, factibles y realistas, y suficientemente ambiciosas. Cuando hace 15 años elEconomista iniciaba su andadura, todavía faltaba casi una década para que empezáramos a hablar de estos objetivos. De igual forma, el panorama mediático era muy diferente en 2006, cuando Editorial Ecoprensa apostó por lanzar al mercado un nuevo diario económico en papel. Las nuevas tecnologías y la digitalización han cambiado tanto la forma en que generamos y consumimos energía, como la manera en que se produce y se consume la información. Ambos sectores vivimos caminos paralelos, en constante transformación, que hacen más actual que nunca la idea del escritor Isaac Asimov, que afirmaba que "es el cambio, el cambio continuo, el cambio inevitable, el factor dominante de la sociedad actual".
La propuesta del Gobierno para reformar el mercado mayorista eléctrico a escala europea apenas tiene ya recorrido alguno. Las bajas expectativas de esta iniciativa se pusieron ya de manifiesto el mes pasado, cuando se hizo patente la oposición de diez países de la UE, con Alemania al frente, contrarios a lo que consideraban una injerencia en el funcionamiento de sus respectivos mercados.
La necesidad de garantizar la transformación hacia una economía verde es cada vez más evidente en Europa, que se prepara para conseguir el objetivo de cero emisiones en 2050. El mix energético (porcentaje de participación de las diferentes tecnologías de producción eléctrica dentro de la producción total de un país) es un componente crítico para entender la evolución de un país hacia un modelo sostenible. ¿Cuál es la relación existente entre el mix energético y el precio de la electricidad en el proceso de transición?
Podría empezar esta tribuna diciendo que vivimos tiempos revueltos en el sector eléctrico, pero sería más apropiado decir que el sector eléctrico no conoce remansos y cuando no es por una coyuntura de precios altos del gas de consecuencias globales, un cambio regulatorio nos preocupa y nos genera incertidumbre.
Los directores ejecutivos de algunas de las firmas de referencia en el sector eléctrico aprovecharon ayer su participación en el VIII Foro Solar, organizado por UNEF (Unión Española Fotovoltaica), para recordar la problemática de la caducidad de los permisos de acceso y conexión en diciembre y en julio. "El problema se encuentra en la tramitación de los proyectos con esta caducidad", reivindicó Carlos Moro, Director Comercial de Vector Renewables.
La nueva Ley Española de Cambio Climático y el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC), garantizan que nuestro sector experimentará una transformación radical durante esta próxima década hacia una mayor presencia de energías renovables en una sociedad cada vez más electrificada, sin olvidar el papel que debe jugar el gas como gran vector de transición y otras nuevas tecnologías para la descarbonización plena en 2050. En un contexto durísimo, tras año y medio de dura lucha contra la Covid-19, el sector sale reforzado al ser garante de una recuperación que tiene que ser, forzosamente, verde.
La subida de los precios de la electricidad supondrá un fuerte incremento de los ingresos para el Ministerio de Hacienda durante este año. Según las estimaciones que realizan desde el sector eléctrico, el Gobierno ingresará del orden de 2.700 millones de euros más por esta subida, alrededor de un 40%, y elevará su recaudación hasta los 9.000 millones de euros, una cifra similar a la que se ingresa también por los impuestos a los carburantes.
Endesa entregará a sus 200.000 accionistas un dividendo de 2,014 euros por acción correspondiente al ejercicio 2020, un 36,5% superior a los 1,475 euros repartidos en 2019. Un pago que conlleva un desembolso total de 2.132 millones de euros, equivalente al beneficio neto ordinario logrado por la eléctrica el año pasado, y sitúa a la rentabilidad por dividendo de 2020 en el 9%, calculado sobre la cotización a 31 de diciembre, el más alto entre los pagos de las grandes del sector europeo con cargo a 2020 un 9,6% a precios actuales.
El sector de renovables fue uno de los ganadores bursátiles de 2020, con permiso de la tecnología y las farmacéuticas. El boom por la inversión sostenible, la aceleración de la transición energética y los planes de recuperación post-Covid llevó a las utilities a virar sus negocios hacia las energías limpias y a que los inversores se fijaran en firmas más pequeñas como lo eran entonces Solaria, Grenergy, Audax, Solarpark o la debutante Soltec, impulsándolas en el parqué hasta niveles nunca vistos en algunos casos en las primeras semana de 2021.
Las firmas de sectores como salud y las utilities reguladas fueron los valores que mejor aguantaron los asaltos bajistas en 2020 y los más penalizados a medida que el dinero está saliendo hacia las compañías más ligadas a la recuperación post-pandemia.
Es el mercado, amigo. En realidad, la subida del precio de la luz es una cuestión de oferta y demanda. Si hay una restricción de oferta, porque no hace sol ni viento, apenas hay producción renovable. Por otra parte, si se necesita más energía eléctrica ante una ola de frío, entonces, la demanda aumenta. En estas condiciones, y teniendo en cuenta que la práctica totalidad de la energía eléctrica hay que consumirla cuando se produce, sólo se puede esperar una subida del precio de la luz.
La colombiana Interconexión Eléctrica (ISA) anunció su apuesta por Chile con una inversión por hasta 4.850 millones entre 2020 y 2023 en sus diferentes negocios.
El reciente anuncio de la compra por parte del gigante chino State Grid de la Compañía General de Electricidad (CGE), filial en Chile de la española Naturgy, muestra el creciente interés que el país asiático ha desarrollado en los últimos tiempos por el primer productor de cobre del mundo.
Iberdrola presentará este jueves a sus 600.000 accionistas la esperada actualización de su plan estratégico hasta 2022 después de que tuviera que aplazar la fecha prevista en mayo por la pandemia y de que la compañía fulminase el actual dos años antes pese a que ya lo revisó en febrero de 2019.
El grupo Ezentis se adjudicó un contrato para la ampliación zonal del Coordinador Eléctrico Nacional de Chile, organismo que coordina la infraestructura de transmisión de energía eléctrica del país andino, valorado en 7,1 millones de euros.
La empresa Siemens viene liderando en el sector eléctrico peruano la implementación de subestaciones digitales, contribuyendo en la digitalización y en la obtención de sistemas más inteligentes para los operadores de la red en el Perú (SEIN), sumando la oportunidad de poder contribuir en la construcción de instalaciones más compactas y una optimización aproximada del 15% en las tareas de montaje y pruebas con respecto a un sistema convencional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno interpondrá denuncias por la entrega de presuntos contratos fraudulentos en materia de electricidad, y consideró que en sexenios anteriores se impulsó la privatización de la energía.
La nueva política energética del Gobierno mexicano da prioridad a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las empresas privadas, pero la compañía estatal no puede invertir lo necesario porque generar electricidad le cuesta más de 16,000 millones de dólares anuales.
En el último mes, México ha dado una vuelta de tuerca a las reglas del juego de su sector eléctrico, sacudiendo de nuevo la confianza de los inversionistas, que han pasado de la apertura del sector energético en el gobierno previo al retorno hacia una mayor injerencia estatal en la industria.
21/05 | El Economista
elEconomistaAmerica Colombia
"De mecha corta, así está la reacción de algunas empresas frente a las medidas tomadas por agentes que participan en el mercado de los energéticos y que pueden estar incurriendo en comportamientos contrarios a la regulación, lo que puede activar el rol de los organismos de control, inspección y vigilancia".