anca March ha protagonizado este año la primera de las grandes operaciones corporativas del sector con la compra del negocio de banca privada de BNP. A la espera aún de las autorizaciones regulatorias pertinentes, el consejero delegado del grupo, José Luis Acea, asegura que la adquisición permitirá seguir creciendo a doble dígito. Acea manifiesta que el foco del banco es avanzar de forma orgánica y la compra no fue por necesidad, sino por ambición. Con esta, el grupo refuerza su perfil en banca privada. No obstante, el ejecutivo sostiene en una entrevista a elEconomista que la entidad, bajo su perfil de integrador amable, está dispuesta a seguir analizando operaciones.
El Congreso aprobó en julio el nuevo régimen fiscal para las sicavs, que tienen hasta hoy para decidir si permanecen abiertas. A pesar de la pérdida de competitividad generada por la normativa, las sicavs más grandes (aquellas que cuentan con 500 accionistas o más) seguirán funcionando.
El castigo fiscal a las Sociedades de Inversión de Capital Variable (sicav) obligará a cerrar hasta el 80% de estos vehículos de inversión. Los gestores y los asesores fiscales aceleran su desmantelamiento para evitar a sus clientes gastos innecesarios ante la entrada en vigor de la ley antifraude. La normativa endurece los requisitos para acceder a la tributación del 1% habitual en las sicavs.
La regulación fiscal más severa en España que se está estableciendo sobre las inversiones y el mayor intervencionismo por parte de los poderes públicos, confluye en lo que se empieza a concretar como una deslocalización de capitales hacia otros países a causa de las asimetrías fiscales. Luxemburgo, por ejemplo, es plaza apetecible como destino de patrimonios, fondos o vehículos de inversión.
El Gobierno incluyó el martes finalmente un fuerte castigo a las Sociedades de Inversión de Capital Variable (Sicav) en el texto de la ley contra el fraude fiscal. El Congreso de los Diputados aprobó las enmiendas introducidas por el Grupo Socialista, que endurecen los requisitos para conformar estos vehículos de inversión con el pretexto de que son usados por los grandes patrimonios para defraudar a la Agencia Tributaria.
Tras años de incertidumbre sobre cuál sería su futuro, el Congreso aprueba el nuevo régimen fiscal para las sociedades de inversión de capital variable (sicav).
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) permitirá a fondos de inversión y sicavs invertir en criptomonedas siempre que estas dispongan de negociación diaria, "en la que el precio de mercado se determine a partir de operaciones de compraventa realizadas por terceros".
Las sociedades de inversión de capital variable (sicavs) se encuentran a un paso de llegar a su final, tal y como se conocen hoy en día, dejando un legado que no resulta muy alentador para sus inversores, dada la estrategia personalizada que pueden aplicar y el coste que representa para sus dueños, uno de los puntos clave sobre por qué las entidades financieras, que representan la mayor cuota sobre este tipo de vehículo de inversión, han fomentado su comercialización entre los altos patrimonios, a pesar de que por volumen patrimonial en muchas ocasiones no hubiera sido aconsejable.
Los planes del PSOE para las sicavs darán la estocada final a estas sociedades, que llevan años demonizadas. El Gobierno quiere establecer requisitos adicionales para que puedan seguir tributando al 1% en el impuesto de sociedades. En concreto, pretende que sólo se contabilicen entre los cien inversores exigidos a las sicavs a aquellos que cuenten con acciones por valor mínimo de 2.500 euros, o de 12.500 euros en el caso de las sicavs por compartimentos. Sin embargo, según los datos que figuran en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la mayoría de las grandes sicavs de las firmas con más negocio en estas sociedades no cumpliría con las nuevas exigencias.
Anda el mundo de la gestión de activos en España conteniendo la respiración para que las enmiendas presentadas por el Grupo Socialista al Proyecto de Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, que recogen aspectos relacionados con las sicavs, salgan adelante. Una vez asumido que es imposible luchar contra el estigma de este tipo de sociedades de inversión, unido al empeño de Unidas Podemos, socios del gobierno de coalición de Pedro Sánchez, en presentar esta norma como su bandera en la lucha contra las grandes fortunas, la suerte de estos vehículos estaba echada, a pesar de que tributan exactamente igual que los fondos de inversión.
La industria de inversión está presionando para que las sicavs cuenten con un régimen de transición, sin peaje fiscal, que permita traspasar el dinero invertido en estos vehículos en instituciones de inversión colectiva (IIC) domiciliadas en España, de tal forma que el volumen patrimonial de 27.598 millones de euros que manejan en la actualidad -que representa el 9% de los activos bajo gestión entre fondos y sociedades de inversión españoles-, con datos de finales de 2020, se queden dentro del mercado doméstico y se pueda mantener la economía de escala que genera para las firmas de inversión nacionales. Además, les gustaría un período de permanencia mínimo para evitar fugas a medio plazo.
Los últimos años han estado marcados por una demonización sistemática de las sociedades de inversión de capital variable (sicavs). Se ha acusado a estos vehículos injustamente de contar con un tratamiento fiscal privilegiado, cuando el gravamen del 1% al que tributan (hasta que se venden sus participaciones) es idéntico al que rige sobre los fondos de inversión.
La sociedad de inversión de capital variable (sicav) 'Pepi Finanzas' ha sido la que más rentabilidad cosechó durante 2020 entre las domiciliadas en España, con un 69,76% ofrecido a sus partícipes, según los datos de Vdos, que muestran rentabilidades superiores al 28% entre las diez sicav más destacadas del 2020.
El PSOE quiere impulsar en el Congreso modificaciones fiscales que afectan a las socimis, las sicav, el catastro y las desgravaciones al cine dentro de su paquete de enmiendas al proyecto de ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, que se tramita en estos momentos en la Cámara Baja.
La secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, ha avanzado este miércoles que se van a establecer "requisitos adicionales" para disfrutar de los beneficios fiscales de las sicav, como "exigir a los accionistas una participación mínima de 2.500 euros".
Durante la pandemia, y a pesar de la volatilidad instalada en el mercado, el inversor particular ha comprado más acciones que en el pasado. Un hecho que destacó ayer Sebastián Albella, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), durante la VI Edición de los Premios Inversión a Fondo celebrada el martes.
Las sociedades de inversión de capital variable, más conocidas por su acrónimo Sicav, están perdiendo fuelle en los últimos años, como demuestran las cifras de liquidación registradas en la CNMV. Y 2020, un ejercicio especialmente complicado para los empresarios y familias adineradas, golpeados por las consecuencias de la pandemia en sus negocios y necesitados de liquidez, lo está siendo aún más. En los primeros siete meses del año y los primeros días de agosto, el número de sicavs que han cerrado asciende a 72, lo que representa ya el 62% del acumulado durante todo el año pasado, que terminó con 115 sociedades liquidadas.
La AiReF recomienda en la segunda fase de su informe Spending Review reforzar la exigencia de un número mínimo de 100 inversores en las Sicav españolas porque "se detecta una elevada concentración de la inversión en manos de un número limitado de accionistas que hace dudar de la naturaleza colectiva de la inversión". Esta postura choca con los criterios que rigen a estas sociedades en el resto de estados de la Unión Europea (UE), en los que se pueden crear a partir de un solo accionista, con las excepciones de Francia, donde el mínimo es de tres, y de Portugal, donde también asciende a 100.
Gestionar una sicav en tiempos de coronavirus tampoco ha sido tarea fácil. Los tumbos que ha dado el mercado en el primer semestre del año han provocado que las más de 2.500 sociedades de este tipo que aguantan en pie pierdan un 6,3% de media en este periodo, según datos de Morningstar, a cierre del 30 de junio -hace solo cinco años, el número de sicavs superaba las 3.300, pero la incertidumbre regulatoria que pesa sobre ellas desde entonces ha propiciado su destrucción en los últimos años-. Entre las mayores sicavs por patrimonio, aparecen algunos de los vehículos asociados a los grandes empresarios de este país. De ellos, el ligado a la hija de Amancio Ortega, Sandra Ortega (Soandres), es uno de los que mejor ha resistido el golpe del Covid-19, junto al vinculado a Joaquín del Pino (Allocation) y al de Alicia Koplowitz (Morinvest).
La regulación de las sicavs lleva años en el punto de mira político, y las consecuencias son palpables. El propio Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, cuantificaba en números esa incertidumbre recientemente: desde que marcaron máximos, en 2015, se han destruido casi 800 sicavs, a la vez que reclamaba "las mismas reglas de juego que en otros países de la Unión Europea". Desde 2015, estas sociedades también han perdido 4.900 millones de euros en activos bajo gestión y más de 73.000 accionistas.
Entidades financieras, como Deutsche, JP Morgan y March, reducen el 40% sus sicavs desde 2015. La caída responde a los planes del Gobierno de perseguir fiscalmente a estas sociedades bajo argumentos falaces como el que asegura que son vehículos sólo para los llamados ricos.
La coalición de Gobierno entre PSOE y Podemos ha despertado de nuevo los temores a que reciban carta blanca los planes de perseguir a las sociedades de inversión de capital variable (sicav). La incertidumbre es ya tan real que la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, habló con claridad de las ofertas que hace a sus clientes de banca privada para que trasladen estos vehículos a Luxemburgo.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, pidió al nuevo Ejecutivo formado por PSOE y Unidas Podemos que se imponga la libertad "frente al intervencionismo" y que apueste por modelos europeos, con respeto a las instituciones y políticas económicas occidentales, frente a "imitar modelos de gobierno que ya están superados". Según Dancausa, en el actual Ejecutivo hay "personas bien formadas y preparadas que se desenvuelven bien en Europa", pero también hay personas con niveles "menos sólidos" de formación. A su juicio, ahora hay "inquietud" porque se desconoce cuál va a ser la línea que el Gobierno va a elegir para determinar el rumbo del país. "Cuanto antes se vea claro, mejor", aseveró durante la presentación de resultados del ejercicio 2019.
El destino de Luis Morgado y José Ruiz, que gestionan una sicav con alma value que acoge a unos 200 accionistas, se cruzó gracias a uno de los padres de azValor. Fue Álvaro Guzmán, que también impulsó a True Value, quien los presentó. Luis, dedicado durante más de 24 años a los mercados financieros, conoció a Guzmán a través de una afición común, la de montar a caballo. A él le contó que quería dar el salto a la gestión y, en concreto, a la gestión valor. Fue Guzmán quien le puso en contacto con Luis, uno de sus alumnos del IEB que había enfocado su carrera al análisis de empresas. El resultado de este maridaje es CIMA Global Value, una sicav con espíritu contrarian, en pie desde 2015, y con 16 millones bajo gestión, en la que ambos invierten todo su patrimonio financiero.
Las sicavs siguen perdiendo adeptos ante el panorama incierto de su fiscalidad. Con los últimos datos disponibles de Inverco, a cierre de julio, este tipo de vehículos ha visto salir casi 13.000 accionistas en lo que va de año, pero, aun así, todavía es posible encontrar hasta 19 sicavs traspasables (es decir, que reúnen al menos a 500 accionistas).
Las dieciséis sicavs que cuentan con la ventaja de ser traspasables ofrecen una rentabilidad media del 8% este año, pero hay dos que sobresalen del resto. Se trata de la sicav que gestiona Julián Pascual, Rex Royal Blue, que suma un 18%, y de Solventis Eos, que avanza otro 14%
El inesperado buen comportamiento que han tenido los mercados durante el primer semestre de 2019 ha pillado también fuera de juego a los millonarios. El número de sicav que tienen exposición a renta variable se ha reducido considerablemente respecto al año pasado, por lo que no han podido beneficiarse totalmente del recorrido alcista de las bolsas.