Rishi Sunak, exministro de Economía, y Liz Truss, ministra de Exteriores, son los dos finalistas para reemplazar a Boris Johnson tras su renuncia como primer ministro y líder del Partido Conservador británico, según la votación celebrada este miércoles entre los diputados 'tories'.
Boris Johnson se ha embarcado en una carrera contra el tiempo para asegurarse los apoyos suficientes para alcanzar la cifra mágica de 320 diputados a favor en la crucial votación del acuerdo del Brexit que tendrá lugar mañana en el Parlamento británico, que abre sus puertas un sábado por primera vez desde la Guerra de las Malvinas. Todo ello si una enmienda presentada por los tories rebeldes no aplaza la votación, ya que quieren pedir una prórroga.
Resulta difícil sobrevalorar la hazaña de Boris Johnson, quien ha logrado nada menos que persuadir a la Comisión Europea todavía presidida por Jean-Claude Juncker de que cruce líneas rojas trazadas durante meses, convencer a gran parte del núcleo duro eurófobo conservador de que apoye su propuesta y, contra todo pronóstico, ofrecer posibilidades reales de, efectivamente, completar el divorcio el 31 de octubre.
Resulta difícil sobrevalorar la hazaña de Boris Johnson, quien ha logrado nada menos que persuadir a la Comisión Europea todavía presidida por Jean-Claude Juncker de que cruce líneas rojas trazadas durante meses, convencer a gran parte del núcleo duro eurófobo conservador de que apoye su propuesta y, contra todo pronóstico, ofrecer posibilidades reales de, efectivamente, completar el divorcio el 31 de octubre.
Boris Johnson se ha convertido oficialmente este miércoles en el nuevo primer ministro de Reino Unido, tras recibir el encargo formal de la reina, Isabel II, de formar Gobierno, prometiendo que el 31 de octubre --nueva fecha límite-- habrá Brexit "sin peros ni condiciones" y con "un acuerdo mejor". Sin embargo, la Unión Europea reiteró en varias ocasiones que el acuerdo alcanzado entre los negociadores de ambas partes no se volverá a abrir. Habrá que ver cómo gestiona la situación el nuevo Ejecutivo comunitario bajo el liderazgo de Ursula von der Leyen.
Los legisladores británicos ovacionaron de pie a Theresa May el miércoles afuera de la Cámara de los Comunes, la última aparición de la saliente primera ministra como líder.
No es preciso ser un fino analista para llegar a la conclusión de que la élite política británica está hoy bajo mínimos. Un deterioro mental que ha metido al Reino Unido en una trampa para conejos (el brexit) de la cual no saldrá sin dejarse al menos una pata. En cualquier caso, cuando la élite británica se seleccionaba exclusivamente entre la nobleza, también estaba llena de débiles mentales. Eso sí, muy bien vestidos y estirados.
Ni 100 días, ni una semana. La cúpula del Gobierno británico en funciones, que ya está recogiendo sus despachos ante la inminente llegada de Boris Johnson -gran favorito en las primarias del Partido Conservador-, está preparándose para luchar contra el próximo Ejecutivo desde el primer segundo si insiste en ir a por el Brexit sin acuerdo. Y a la cabeza del plan se sitúan las dos personas de máxima confianza de Theresa May: su número dos, David Lidington, y el ministro de Hacienda, Philip Hammond.
El tercer aniversario del referéndum que elevó el Brexit a la categoría de protagonista hegemónico de la realidad política, económica y social del continente encuentra este fin de semana a Reino Unido sumido en el epítome de la incertidumbre.
El Reino Unido sigue atrapado en el mismo bucle infernal desde hace años, y nada indica que vaya a cambiar. El candidato favorito en las primarias 'tories' para reemplazar a Theresa May al frente del Gobierno británico, Boris Johnson, explicó este viernes a la BBC su plan para el Brexit. El resumen es tan simple como alucinante: seguir haciendo exactamente lo mismo que May y esperar que, o bien la UE, o bien los diputados brexiters más recalcitrantes, cedan en algún momento.
En medio de la batalla por el liderazgo del Partido Conservador británico, la oposición ha decidido sacar músculo y recordar que el próximo primer ministro no tiene garantizada su investidura, y mucho menos la posibilidad de aprobar su programa sobre el Brexit. Y su objetivo es claro: prohibir que el ganador de las primaries 'tories' pueda suspender el Parlamento para forzar una salida sin acuerdo el 31 de octubre. Para ello, aprovechando el vacío de poder, una 'coalición arcoíris' anti-Brexit intentará quitarle mañana de nuevo al Ejecutivo de Theresa May, ahora en funciones, el control sobre el orden del día del Parlamento.
Las ruedas de prensa de Donald Trump se han convertido en uno de los momentos más destacados de su mandato como presidente de EEUU, y la que siguió a su encuentro con la primera ministra británica saliente, Theresa May, no decepcionó. En apenas media hora, Trump atacó a sus críticos, ninguneó al líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn; insistió en que May -"mejor negociadora que yo"- debía haber llevado a la UE a los tribunales, ofreció un acuerdo comercial a Reino Unido y apoyó públicamente a dos de los candidatos 'tories' a primer ministro: Boris Johnson y Jeremy Hunt. Todo ello entre fuertes protestas en la calle, lideradas por Corbyn, que Trump parecía incapaz de ver.
Donald Trump inicia hoy su controvertida visita de estado a Reino Unido tras haber hecho añicos el manual de la diplomacia responsable, con consejos explícitos en materia de política interna, posicionamientos acerca de quién debería ser el próximo primer ministro (Boris Johnson) y la recomendación de reclutar a Nigel Farage para renegociar con Bruselas el acuerdo del Brexit.
Hay vida después del Brexit y la primera ministra británica, Theresa May va a descubrirlo muy pronto. El próximo 7 de junio será su último día en activo y después podrá disfrutar, a sus 62 años, de sus pasiones: su marido, la televisión, el críquet y Cara Delevigne.
Hay vida después del Brexit y la primera ministra británica, Theresa May va a descubrirlo muy pronto. El próximo 7 de junio será su último día en activo y después podrá disfrutar, a sus 62 años, de sus pasiones: la televisión, el críquet y Cara Delevigne.
Los mercados han reaccionado ante la noticia de la dimisión de May sin grandes sobresaltos en el caso de la bolsa británica, que ha mantenido intactas las subidas que venía experimentando antes de conocerse la decisión de la premier. La libra, sin embargo, sí está viviendo más volatilidad, llegando a subir hasta el 0,5% en 1,27 dólares por libra. Sin embargo, los aumentos se moderan y el riesgo de volver a mínimos se mantiene.
Theresa May ha anunciado este viernes su dimisión como líder del Partido Conservador del Reino Unido el próximo 7 de junio, pero se queda como primera ministra interina para garantizar la sucesión en su formación. El Partido Conservador comenzará el proceso de selección en la semana del 10 de junio, con lo que a mediados de julio podría haber nuevo primer ministro antes de que el Parlamento británico se vaya de vacaciones.
Ligeras subidas en la libra y en el FTSE 100 (mantiene alzas superiores al 0,5%) tras la dimisión de Theresa May como líder del Partido Conservador de Reino Unido. Los mercados parecían descontar esta dimisión desde hace tiempo y hoy no están presentando grandes variaciones. Tanto la bolsa como la libra mantienen el sesgo alcista con el que habían comenzado esta jornada de este viernes. No obstante, la divisa británica acumula una caída del 3,6% desde principios de mayo.
Theresa May comienza a escribir hoy su obituario político sin haber completado la misión fundamental que en julio de 2016 la había aupado hasta Downing Street. La arriesgada apuesta de esta semana para desbloquear la salida de la Unión Europea ha constituido el golpe de gracia para una primera ministra que perdió el marginal apoyo que le quedaba en su fracturado gabinete. Este viernes ha anunciado su dimisión: seguirá en funciones mientras el partido nombra su sucesor.
Theresa May anuncia su dimisión como líder del Partido Conservador el 7 de junio y se abre la carrera para su sucesión, a la que ya se han sumado los diputados más impacientes. Se espera que en los próximos días se apunten una gran cantidad de aspirantes, hasta llegar a la decena. Y la identidad del ganador puede ser fundamental en dos aspectos: determinar qué pasará con el Brexit y cuál será el futuro de los 'tories', que viven una crisis histórica.
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, está preparándose para anunciar su dimisión este viernes tras el motín interno que está sufriendo en su propio de partido. La premier se reunirá mañana de Graham Brady, el jefe del Comité 1922, el órgano de gobierno del Partido Conservador en el Parlamento.
La oferta de Theresa May "nueva y valiente" que había prometido para construir un consenso transversal en la Cámara de los Comunes, más allá de sus filas y del intermitente apoyo de los unionistas norirlandeses, y que incluye someter a votación un segundo referéndum y la unión aduanera, ha topado con tal oposición que lo único que parece haber logrado incrementar es la presión para abandonar la idea de convocar la cuarta votación y precipitar su salida.
Reino Unido lleva meses sumido en una crisis de Gobierno sin precedentes, pero este miércoles, la debilidad de Theresa May ha alcanzado un punto que parece de no retorno. Tras semanas de debates y varios intentos de deshacerse de ella, la dirección del Partido Conservador fijó una reunión con la primera ministra para el viernes, el día después de que celebren las elecciones europeas, en la que amenaza con cambiar sus reglas para permitir una nueva moción de censura interna si no ha dimitido antes. La publicación del nuevo proyecto de ley del Brexit, prevista para el viernes, está en el aire, y la sensación es que difícilmente llegará a votarse.
El año del euro, no está siendo, ni mucho menos para enmarcar. La moneda única cotiza con descensos frente a la mayoría de sus pares en 2019. De hecho, solo gana terreno frente a la corona sueca en lo que llevamos de año.
El resto está echado: bajo el lema de "Buscando un punto de acuerdo en el Parlamento", la primera ministra británica, Theresa May, presentó hoy una retahíla de propuestas para conseguir aprobar su acuerdo del Brexit. Tras tres derrotas, con una fecha de caducidad para su Gobierno de apenas unas semanas, y sin nada ya que perder, la primera ministra ha decidido tirar la toalla y ofrecer al Parlamento todas las concesiones posibles salvo permanecer en el mercado común y mantener la libertad de circulación. Todo lo demás, incluido el segundo referéndum y la unión aduanera, está sobre la mesa, y la semana del 3 de junio, cuando la Cámara de los Comunes votará el acuerdo, se dibuja ya como una fecha histórica.
El resto está echado: bajo el lema de "Buscando un punto de acuerdo en el Parlamento", la primera ministra británica, Theresa May, presentó hoy una retahíla de propuestas para conseguir aprobar su acuerdo del Brexit. Tras tres derrotas, con una fecha de caducidad para su Gobierno de apenas unas semanas, y sin nada ya que perder, la primera ministra ha decidido tirar la toalla y ofrecer al Parlamento todas las concesiones posibles salvo permanecer en el mercado común y mantener la libertad de circulación. Todo lo demás, incluido el segundo referéndum y la unión aduanera, está sobre la mesa, y la semana del 3 de junio, cuando la Cámara de los Comunes votará el acuerdo, se dibuja ya como una fecha histórica.
La cuarta votación del acuerdo del Brexit será la última para Theresa May. El presidente del llamado Comité 1922 -la dirección del Partido Conservador británico-, Graham Brady, anunció este jueves que la primera ministra dará por terminado su mandato después de la nueva votación, fijada para la semana del 3 de junio, independientemente del resultado, y dará comienzo al proceso de primarias para nombrar a su sucesor, tras meses de intentos fallidos de provocar su caída.
Con la catástrofe que se cierne sobre los dos grandes partidos británicos en las elecciones europeas de la próxima semana, crecen las prisas para cerrar un acuerdo de salida de la UE. Este martes, la primera ministra, Theresa May, se reunió con el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, para anunciarle que pretende llevar a votación la ley que hará oficial el Brexit la primera semana de junio y pedirle acelerar las negociaciones entre ambos.
Si hay algo común en toda Europa es que las elecciones al Europarlamento suelen ser el campo de pruebas en el que los ciudadanos protestan contra sus Gobiernos nacionales o hacen oir sus quejas apoyando a partidos minoritarios. Y las encuestas indican que el Reino Unido no va a ser menos este año, con un aumento espectacular de los dos extremos anti y pro-Brexit. Pero el fuerte hundimiento de los dos grandes partidos, 'Tories' y laboristas, puede tener efectos mayores: la posibilidad de un acuerdo bipartidista para aprobar la salida ordenada va camino de quedar enterrada con los resultados de los comicios de la próxima semana.
El Partido Conservador ha comenzado a redactar el epílogo político de Theresa May, ante la innegable evidencia de que ha agotado todos los ases que le quedaban en la manga para materializar la salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit).