
El Ibex, muy 'solo', necesita más apoyos para aspirar de nuevo a máximos del año
Durante algunas horas de la jornada de ayer, el Ibex 35 consiguió romper la resistencia que encuentra en los 9.325/9.350 puntos.
Durante algunas horas de la jornada de ayer, el Ibex 35 consiguió romper la resistencia que encuentra en los 9.325/9.350 puntos.
Esta semana quiero hablarles de las distintas opciones u oportunidades que podrían ser atractivas dentro del Mercado Continuo español después de que el Ibex Medium Cap, que es el índice bursátil que agrupa a las empresas de mediana capitalización de las cuatro bolsas españolas, alcanzara la semana pasada la zona crítica de soporte que representan los mínimos que estableció el índice el pasado 20 de marzo en torno a los 13.100 puntos, equivalente a los 8.500 puntos del Ibex 35. Ahí se encuentra la zona de seguridad o línea divisoria que separa un contexto potencialmente alcista de uno bajista.
Al contrario de lo que dicta la creencia popular, Le Gruyère AOP no es sinónimo de queso con agujeros. Las clásica imagen del típico trozo de queso repleto de enormes agujeros no corresponde a esta variedad de queso gruyer. La confusión se remonta a cuando se llamaba gruyer a cualquier queso suizo, incluido el Emmentaller, que sí tiene esos característicos agujeros de un tamaño considerable.
Después de una semana en la que el dato de inflación de mayo en Europa y el techo de gasto en Estados Unidos han marcado la evolución de los mercados, en la que viene algunos indicadores adelantados (PMIs) como los de Reino Unido o Estados Unidos, así como el PIB del primer trimestre del año de algunos países como Australia, Japón o el agregado de la zona euro acapararán todas las miradas.
Las aguas quieren volver a su cauce en Europa después de que este miércoles algunos índices del Viejo Continente hicieran saltar las alarmas al perder los primeros niveles de soporte a los que se enfrentaban.
Las evidencias técnicas que apuntan a un nuevo susto en las bolsas europeas similar al que vimos en el mes marzo, empiezan a acumularse.
El cierre de mes arrojará una foto prominentemente bajista en las bolsas de Europa. El aforismo que reza que lo más ventajoso es vender en el mes de mayo y olvidarse de la bolsa se ha tomado a pies juntillas por parte de los inversores, que han llevado al EuroStoxx 50 a registrar su peor mes de mayo desde antes de la pandemia, en 2019, cuando el selectivo perdió un 6,6%. Eso sí, las caídas de este año en el mes se mantienen por debajo de las registradas de media de los últimos 20 años, tanto en el caso del Ibex 35 como del EuroStoxx 50 también.
A escasas horas para que las bolsas de Europa despidan mayo, el balance mensual que arrojan es ligeramente negativo. Las grandes plazas bursátiles cotizan cerca de punto y medio porcentual por debajo de lo que lo hacían el 30 de abril, con la excepción del Ibex 35, que solo pierde un 0,8% en el mismo periodo de tiempo.
La jornada de transición vista ayer en las bolsas de Europa, ha dejado pistas poco halagüeñas para los alcistas del Ibex 35. El índice español que cotizó en positivo parte de la sesión, no fue capaz de sostener la tendencia y cerrar en positivo el día, fracasando así en su intento de cerrar el hueco bajista que abrió a la baja en la apertura del pasado miércoles a partir de los 9.267 puntos.
Llevo varias semanas indicándoles que tengo entre mis manos una verdadera joya, concretamente la lista de compañías seleccionables para formar parte del fondo Tressis Cartera Eco30, que son compañías que presentan los mejores fundamentales dentro de su sector, así como unas ratios de crecimiento sumamente atractivos y que se pueden comprar a multiplicadores de beneficios y valoración muy inferiores a los de la media del mercado.
Dejamos atrás una semana que empezó con nerviosismo en los mercados por los decepcionantes datos macroeconómicos en China (la producción industrial y el crecimiento de la inversión en activos fijos fueron los que más se alejaron de las expectativas del mercado) y que poco a poco se fueron calmando gracias a Wall Street. Tras ella, llegan unos días de protagonismo después de que demócratas y republicanos llegaran a un acuerdo para elevar el techo de deuda.
Dejamos atrás una semana en la que lo más destacable fue ver el hueco bajista que abrieron las principales bolsas europeas en la apertura del pasado miércoles. Este hueco es de todo menos algo alcista y resulta ciertamente preocupante si atendemos al DAX 40 alemán, que confirmó un patrón de giro que en análisis técnico se conoce como Isla Bajista.
La amenaza de corrección que este miércoles pusieron sobre la mesa las principales bolsas de Europa con la pérdida de los primeros soportes a los que se encaramaban, se enfrenta hoy a un momento clave: el cierre semanal.
Cuando hace algo menos de un año -a finales de octubre-, el consenso de mercado reconocía que las principales empresas dedicadas al transporte aéreo de pasajeros en Europa tenían un potencial alcista en bolsa superior al 50% en los siguientes meses, no todos los inversores confiaban en que su recorrido en los parqués se fuera a ajustar a las previsiones. Sin embargo, las compañías del ramo apenas necesitaron tres meses y medio para conseguir acercarse a las valoraciones de los expertos.
Los principales parqués de Europa y EEUU no están pudiendo recuperarse de las fuertes pérdidas registradas en la jornada de ayer ni frenar el avance bajista ante la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas sobre el techo de deuda en Estados Unidos y tras conocerse el cambio en las expectativas de los inversores, que ahora piensan que la Fed hará una pausa en junio, pero retomará las subidas de tipos el mes siguiente.
Pese a que el Dax consiguió la semana pasada batir las primeras resistencias a las que se enfrentaba y abrir la puerta a ir a máximos del año, el camino del índice alemán hasta esta zona no esta siendo fulgurante como se esperaba.
El mayor apetito por el riesgo que se ha visto en los mercados de renta variable europeos en las últimas horas, ha favorecido que la bolsa alemana haya sido capaz de romper el techo del rango lateral que acotaba su consolidación y de mantenerse, por ahora, sobre el mismo sin dificultades.
A lo largo de los últimos meses he repetido de forma incansable, y los suscriptores del maravilloso servicio que es Ecotrader pueden dar fe, que me sorprendería mucho que las bolsas europeas pudieran desarrollar una corrección sensible y sostenible en el tiempo mientras el DAX 40 alemán no alcanzara la zona de resistencia histórica de los 16.300 puntos, que es la que frenó las subidas tanto el año 2021 como en el 2022 y que es la análoga a los 4.400/4.415 puntos del EuroStoxx 50.
El fuerte aumento de los precios que aún continúa sufriéndose a nivel mundial ha hecho mella en el negocio automovilístico, que, sin embargo, han aguantado el pulso inflacionario gracias a la importante generación de caja con la que cuentan. Para algunas firmas, ésta incluso lleva a suponer un porcentaje elevado sobre su capitalización. Es el caso de las europeas Stellantis y Volkswagen, para quienes sus niveles de caja neta representan un 56% y un 51% de su valor de mercado, respectivamente -ambas son valores de Tressis Cartera Eco30, el fondo asesorado por elEconomista.es-.
La coincidencia de la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo respecto al caso Gowex con la suspensión de la cotización de Eidf y Labinia, vuelve a poner de manifiesto la desprotección del inversor minorista, especialmente en mercados no regulados como BME Growth.
Tras varias jornadas de incertidumbre, las palabras que llegaban el miércoles del otro lado del Atlántico de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, sobre su confianza de poder evitar el default –que podría ser votado en la Cámara de Representantes la semana que viene–, levantaban el ánimo de los inversores, con subidas en las bolsas europeas que dejan al EuroStoxx a poco más de un 4% de los máximos que alcanzó antes de la crisis de Lehman, en 2007, y a menos de un 1% de los máximos anuales, y al Dax alemán anotando un nuevo techo histórico en la jornada de ayer.
Han sido varias semanas intentándolo, pero al final, el Dax 40 lo ha conseguido. El índice germano logró ayer superar las resistencias a las que se enfrentaba en el corto plazo.
Las declaraciones del presidente de EEUU, Joe Biden, asegurando que finalmente se lograría un "acuerdo sobre el presupuesto y que Estados Unidos no incumplirá", han espoleado a las bolsas mundiales en las últimas horas.
Toros y osos parecen dispuestos a dar continuidad al rango lateral en el que se encuentran inmersas las bolsas europeas en las últimas semanas. La igualdad de fuerzas entre ambos bandos es manifiesta, e índices como el Dax 40 alemán dan una clara muestra de ello.
Si hay algo que ha quedado patente en el mercado de renta variable europeo en las últimas jornadas, es que la igualdad de fuerzas entre alcistas y bajistas ha sido y es manifiesta. Los movimientos limitados de los principales indicadores bursátiles proporcionan la mejor evidencia.
Hace algo más de dos meses, Credit Suisse hizo saltar todas las alarmas del sector bancario europeo y del mercado en general. El desplome del banco suizo en el parqué tras el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) en Wall Street, hizo presagiar a inversores y analistas lo que finalmente acabaría ocurriendo: UBS terminó por hacerse con su rival.
Hacía tiempo que no recomendaba seguir la evolución del todopoderoso DAX, que es el índice de acciones blue chips de las 40 compañías más grandes de Alemania que cotizan en la Bolsa de Fráncfort, uno de los mayores centros de negociación de valores del mundo, pero desde hace días insisto en vigilar atentamente su comportamiento.
El enfriamiento del mercado laboral estadounidense, por un lado, y los esfuerzos para relanzar las relaciones entre Washington y Pekín, por otro, han marcado la evolución de las bolsas en las últimas sesiones. Sobre todo tras conocerse la reunión entre el asesor de seguridad nacional de EEUU, Jake Sullivan, y el principal diplomático de China, Wang Yi, para aliviar las crecientes tensiones entre EEUU y China.
La confirmación en las últimas horas de que la inflación en las dos economías más grandes del mundo está empezando a desacelerarse, ha estimulado las esperanzas de inversores y analistas de una flexibilización monetaria por parte de las entidades centrales de los países desarrollados, algo que los alcistas de los principales mercados de Europa y EEUU celebran, aunque sea de manera moderada.