Las empresas deben facilitar los datos relacionados a la retribución de los trabajadores para evitar que se produzcan discriminaciones laborales por razón de sexo, a pesar de que en la empresa tenga empleados de un mismo género o en el que solo exista un único trabajador, según la Audiencia Nacional en la Sala de lo Social en una sentencia fechada a 23 de febrero de 2023.
A día de hoy el mundo está habitado por 7.888 millones de personas de las que un 50% son mujeres. Una cifra tan relevante que, no obstante, parece que no es motivo suficiente para que haya una igualdad real.
La consultora de estrategia y transformación de organizaciones del Grupo Adecco, Adecco Learning & Consulting presentó ayer la primera edición de su Informe en materia de Igualdad de Mujeres y Hombres, en el que se muestran las diferencias salariales entre hombres y mujeres, a nivel general y con independencia del puesto, concluyendo en que los hombres ganan un 11,82% más de media al año que las mujeres. El salario medio en mujeres es de 31.259 euros al año y el de los hombres de 36.832 euros al año.
La teoría económica sugiere que demasiada igualdad no es buena para el crecimiento económico. Pero, normalmente, el problema es que la desigualdad es excesiva, algo que debería preocupar a los inversores.
Los humanos ya somos 8.000 millones de personas conviviendo al mismo tiempo. El nacimiento de Damian en República Dominicana esta semana trazó la línea teórica de esta cifra redonda. El anterior hito, el de los 7.000, se consiguió hace poco más de una década, en 2011.
Manos Unidas ha alertado de la cronificación de la pobreza y aumento de la desigualdad para las 773 millones de personas de todo el mundo que siguen sin alfabetizar, de las que dos terceras partes son mujeres, según datos de la Unesco.
La pandemia del covid o la guerra de Ucrania han sido eventos que han destrozado todas las previsiones económicas de corto plazo. Sin embargo, estos eventos, pese al drástico impacto que están teniendo hoy no deberían hacer descarrilar las macrotendencias que ya vienen asomando la cabeza en las últimas décadas y que, a la postre, darán forma a la sociedad y a la economía en las próximas décadas. Los economistas de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) han realizado un denso trabajo en el que exponen las diez macrotendencias que marcarán nuestra sociedad y economía en los próximos decenios.
La crisis que se inició en el año 2008 trajo una mayor desigualdad. ¿Y la crisis de la pandemia?Conviene saber que la desigualdad de la renta se mide mediante encuestas de hogares, que suelen subestimar los ingresos más altos y no capturan la renta nacional, lo que suele dar lugar a inconsistencias.
La medicina personalizada de precisión es mucho más que una aspiración científica. Cada vez existen más tratamientos dirigidos a alteraciones muy específicas que tienen unas personas y otras no. Eso permite que las terapias se administren a quienes van a responder mejor a ellas y ganen en eficacia y seguridad. No obstante, este modo de hacer medicina también es una transformación tan enorme que requiere que los profesionales y la administración aceleren el paso para ponerse a la altura de los enormes avances científicos en este campo.
Las desigualdades raciales suponen un lastre para la economía de EEUU, así lo asegura la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly. Así, el país norteamericano ha perdido cerca de 51.000 millones de dólares en producción desde 1990. Según la experta, esta situación no solo ha impactado en las personas afectadas por la desigualdad, sino que ha perjudicado a todos los estadounidenses al deprimir la producción económica.
Hace tiempo que se viene hablando de la sobrecualificación. Esos casos en los que un candidato o candidata tiene un CV currículum por encima del puesto al que aspira. En España, es un problema que se ha dado especialmente entre los jóvenes en los últimos años, cuando en algunos sectores el mercado laboral no ha sido capaz de absorber la cantidad de titulados superiores que se generaban.
La pregunta con la que titulo esta tribuna me ha venido a la cabeza al leer un estudio publicado la pasada semana. Cáritas y la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), presentaron el informe Análisis y Perspectivas 2021, donde se expone el daño económico que dos años de pandemia está dejando en el país. Recomiendo su lectura, no es agradable, pero creo que es conveniente, hace pensar y manifiesta un situación preocupante.
En los últimos años todas las estadísticas sobre desigualdad nos informan de la existencia de cada vez más desigualdades sociales. Sin embargo, las cuentas nacionales no distinguen entre los distintos grupos de la población. La revolución de los datos, aun cuando vivimos en el tiempo de lo que se conoce como big data, no ha llegado a las cuentas nacionales, ya que los gobiernos no capturan ni publican las estadísticas más básicas sobre la distribución de ingresos y riqueza.
Los niveles de concentración de ingresos y riqueza a nivel mundial son casi los mismos que a principios del siglo XX. Una tendencia acelerada por el coronavirus que deja a la mitad más pobre apenas poseyendo el 2% de la riqueza total, al 10% más rico con el 76% y a los multimillonarios, el 0,001% de la población mundial, aumentando su cuota hasta el 3%.
Como han demostrado un estudio tras otro, la desigualdad lleva décadas aumentado, y la Gran Recesión amplió aún más la brecha. Las soluciones propuestas han ido desde lo clásico (la subida de impuestos a los ricos, el aumento de sueldo de los trabajadores) a lo innovador (los ingresos mínimos, la renta universal). Hasta ahora, parece que nada ha funcionado.
Casi nunca en esta vida hay una opción perfecta en la que todo sean ventajas. A menudo hay que elegir entre opciones malas y menos malas. Esto resulta particularmente cierto en lo que se refiere a la política energética. El dilema no suele ser tan crudo como el del esquimal, se ha ido sofisticando, pero sigue existiendo.
ANPE Canarias ha reclamado a la Consejería de Educación que cumpla con su responsabilidad y dote de dispositivos electrónicos al alumnado de La Palma afectado por la erupción volcánica ya que, según sus cálculos, se necesitan más de 300 tablets y ordenadores.
La Fundación Woman Forward, con la colaboración de la Universidad Pontificia de Comillas ha llevado a cabo una investigación sobre la La visión de los hombres sobre la igualdad en la empresa española, con el fin de analizar las percepciones y las actitudes de los hombres directivos hacia las mujeres en la alta dirección y en los órganos de gobierno corporativo. Así mismo identifican las preguntas que, a este respecto, organizaciones, administraciones y reguladores deben hacerse para lograr una mayor igualdad. La investigación se ha realizado entre hombres en puestos directivos y miembros de consejos de administración de diversos sectores. El perfil de los encuestados ha sido hombres entre 45 y 54 años, con entre 15 y 20 años de experiencia laboral y entre 5 y 27 años de antigüedad en la empresa, con formación superior.
"No dejes que nadie te robe tu imaginación, tu creatividad o tu curiosidad", decía Mae Jemison, la primera astronauta afroamericana en el espacio. Erradicar los prejuicios inconscientes es esencial para construir una sociedad basada en la equidad de género. La mayoría de las niñas crecen creyendo que no están hechas para las asignaturas de ciencias, por lo que optan por las humanidades y las artes. De hecho, a los seis años las niñas empiezan a sentirse menos capaces que sus compañeros y a no asociar la "brillantez intelectual" con su género. Los estereotipos, además de la falta de referentes femeninos, son una de las principales causas de la escasez de vocaciones técnicas entre las estudiantes.
La ONU basó el Índice de Desarrollo Humano en los trabajos de este profesor indio, reconocido con el Nobel y que ahora recibe el Princesa de Asturias 2021. Su interés por las injusticias vino al leer a John Rawls, Hilary Putnam y Kenneth Arrow. En su carrera también destaca su conocimiento de la realidad política y social de su país de origen: "La India tiene una larga historia de pluralismo que está bajo amenaza", adverte Sen.
Los riesgos a los que se enfrentan los inversores y la economía mundial son innumerables y no dejan de crecer. Pero los grandes titanes de Wall Street tienen una idea clara de cuáles son los más urgentes para los próximos años. En varias entrevistas con la agencia Bloomberg, tres de los mayores inversores y expertos en mercados del mundo dan su opinión sobre los asuntos que consideran clave: la deflación, la creciente desigualdad y la posibilidad de un ciberataque que dañe el sistema de pagos mundiales.
Hay veces que no podemos pasar página y dejar algo atrás, y esta es una de ellas. La pandemia ha escrito una página negra en el derecho a la educación. Casi la mitad de los alumnos y alumnas del mundo siguen afectados por el cierre total o parcial de las aulas y las consecuencias de la crisis sanitaria sobre la infancia están siendo devastadoras. Muchos de ellos corren el riesgo de no volver a la escuela y se calcula que más de 100 millones de niños y niñas no lograrán alcanzar el nivel mínimo en lectura.
Llegar arriba social y económicamente a través de los méritos propios es hoy, en general, un mito. En primer lugar porque la igualdad de oportunidades sigue siendo y estando muy lejana, imposible. La brecha entre ganadores y perdedores no ha hecho sino ensancharse durante las últimas décadas en las sociedades occidentales, de suerte que se han generado sociedades más polarizadas y desiguales tanto en ingresos como en riqueza. El propio concepto de éxito también ha variado: "Aquellos que han llegado a la cima creen que su éxito es obra suya, evidencia de su mérito superior, y que los que quedan atrás merecen igualmente su destino", explica el filósofo de la Universidad de Harvard Michael Sandel, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018 y autor del libro La tiranía del mérito (Debate).
La pandemia COVID-19 acabará en algún momento, pero dejará tras de sí un profundo cambio en el trabajo en todas sus formas. Eso es lo que opinan cada vez más expertos y que refuerza un nuevo análisis masivo realizado por la Universidad de Stanford, donde se han trazado las convicciones de los trabajadores ante el año que impulsó el teletrabajo ahora que se plantea la vuelta a las oficinas, pero también las diferentes 'clases' que ha creado en una misma empresa.
Parece que empezamos a tener miedo a la inflación. Los datos últimos comienzan a no ser buenos. Si en febrero se publicaba que era del 0% en tasa interanual, en junio hemos alcanzado el 2,7%, igual que en mayo, y también en tasa interanual. Cabría esperar ¡por fin! una política monetaria más restrictiva, es decir, que subieran los tipos de interés para atajarla.Pero abandonen toda esperanza: no va a ser así.
Los esfuerzos de cooperación regional en los campos de la educación superior, la investigación y la innovación siguen siendo cruciales para aumentar la empleabilidad y promover el diálogo para los jóvenes del Mediterráneo. De ahí que la Unión por el Mediterráneo (UpM) -una institución mediterránea que reúne a 42 países (Estados Miembros de la Unión Europea y 15 países del sur y este del Mediterráneo)-, haga hincapié en que el diálogo en la región mediterránea sobre la internacionalización de la educación superior sirva no solo para mejorar la calidad de la enseñanza sino también los estándares de educación e investigación. Un diálogo que tiene como objetivo, por un lado, facilitar el aprendizaje continuo de manera conjunta entre los países de la UpM sobre políticas y prácticas que abordan desafíos y prioridades comunes y, por otro, fomentar proyectos e iniciativas los países de la UpM.Con la intención de abordar las necesidades regionales y allanar el camino para un cambio de escala en los mecanismos de apoyo, la UpM lanzó un estudio en el mes de junio, bajo el título ''The Internationalisation of Higher Education in the Mediterranean'' y que ha sido realizado por la Unión de Universidades del Mediterráneo (UNIMED), destinado a servir como una herramienta eficaz para los responsables políticos pero también para las instituciones educativas. El estudio se enfoca en la internacionalización de la educación superior en diez países -Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Mauritania, Marruecos, Palestina y Túnez- centrándose especialmente en los recursos y oportunidades disponibles a nivel nacional y regional, que sirvan para transformar los sistemas e instituciones de educación superior. Para conocer más en profundidad acerca del estudio que han realizado, Itaf Ben Abdallah, Senior Advisor, Higher Education & Research junto con João Lobo, analista de proyectos de la Unión por el Mediterráneo, responden acerca de la importancia de la educación superior para el desarrollo económico de las regiones mediterráneas y los principales hallazgos tras la investigación.
A juzgar por lo que se lee en los medios de comunicación todo el mundo piensa que la primera preocupación de Occidente es el llamado cambio climático, pero a la vez se multiplican las protestas ante el aumento de los precios de la energía causados por esas políticas verdes y en algunos lugares empieza a discutirse la acelerada expansión de las energías renovables. Para muestra internacional baste el botón del resultado negativo del referéndum suizo sobre la ley de cambio climático, que estaba apoyada por casi todas las fuerzas políticas. Pero eso no quiere decir que no se deba hacer nada al respecto.
La K se está convirtiendo en la letra que mejor explica las repercusiones económicas que ha traído el impacto de la pandemia, con un fuerte impacto negativo en la desigualdad. La grafía también se está produciendo en la evolución de la inflación. Según el INE, el diferencial entre el IPC general y el IPC subyacente, que excluye de la cesta de productos la energía y los alimentos frescos por la elevada volatilidad, nunca había sido tan elevado. Que se dispare este tipo de productos no tiene un efecto neutro en las cestas de la compra de los grupos sociales.
La pandemia ha impactado en muchos órdenes de nuestras vidas y conlleva cambios, por ejemplo, en el quehacer diario de nuestros hogares, en nuestra movilidad, en la forma de trabajar y en la manera de consumir. El mundo virtual, el online, ha irrumpido en nuestra intimidad, nos desplazamos menos y, en general, lo hacemos con cautelas, el teletrabajo se ha colado en nuestras habitaciones y en el comedor y el comercio online forma parte de nuestras liturgias cotidianas. Todo eso ha sido en cuestión de meses. Y en cuestiones de salud la pandemia no solo está provocando sus efectos devastadores, sino que causa problemas de salud mental en gran parte de la población ante las dudas que plantea el futuro y las restricciones y los retrasos de importancia en el acceso a la asistencia sanitaria.