A pesar de que vivimos en una era cada vez más digitalizada, este último 2022 y comienzo de 2023 están siendo tiempos difíciles para las compañías tecnológicas. La mayoría ya ha llevado a cabo rondas de despidos y cierres de proyectos, y la última en hacerlo ha sido Disney.
El gigante estadounidense del comercio electrónico Amazon prepara el despido de otros 9.000 trabajadores en las próximas semanas, elevando así la lista de despidos que están ejecutando desde el pasado otoño las grandes tecnológicas mundiales.
Grifols ha elaborado un plan de choque con el objetivo de reducir sus costes y hacer frente así a la elevada deuda del grupo, que a cierre del tercer trimestre de 2022 alcanzaba la cifra de 9.380 millones de euros. La farmacéutica espera alcanzar un ahorro de costes anualizado de, aproximadamente, 400 millones de euros en relación con los costes comparables del año 2022. La reacción en bolsa ha sido inmediata con subidas de hasta el 14% en la jornada de este jueves.
El Corte Inglés ha avanzado la propuesta económica para aquellos 590 trabajadores de más de 59 años que podrán acogerse a bajas incentivadas de entre el total de 2.324 trabajadores que se verán afectados por el plan de reestructuración anunciado por la empresa el pasado martes.
Dentro de la carrera por tener la Inteligencia Artificial más avanzada, Microsoft y OpenAI son las compañías que la lideran, gracias a ChatGPT. Pero según acabamos de saber, la compañía propiedad de Bill Gates acaba de despedir a todo el equipo de ética y sociedad que controlaban y guiaban la creación de herramientas para esta tecnología.
Parecía que la tormenta que había sacudido a las compañías tecnológicas había amainado, sin embargo, estábamos equivocados. Ya que según ha descubierto Bloomberg, Meta estaría planeando una nueva ronda de despidos en la que se calcula que unos 10.000 trabajadores van a ser cesados, además siguiendo con la intención de ser una empresa eficiente, también planean eliminar las 5.000 vacantes que ofertaban y tenían sin cubrir.
La compra de Musk de Twitter por 44.000 millones de dólares será recordada como el paso anterior a la sangría de despidos que llevó y sigue llevando a cabo el magante. De pasar de 7.500 empleados cuando compró la app a tener menos de 2.000 en menos un año y con la incertidumbre de que continúen los ceses, trabajar a día de hoy en Twitter es casi tan peligroso como una ruleta rusa.
Uno de los derechos más destacados de los trabajadores y que están recogidos y garantizados por la ley es a disfrutar de una baja (y cobrar la prestación de incapacidad temporal) cuando sufren alguna enfermedad o lesión que les incapacita de forma temporal en su trabajo. Pero este derecho debe disfrutarse de forma honesta y leal a la empresa.
La jubilación de un trabajador cuando llega a la edad ordinaria suele obedecer a una decisión voluntaria: una vez que cumple dicha edad pasa a disfrutar del descanso que ha añorado durante muchos años. En otras ocasiones, no obstante, esta decisión no es precisamente voluntaria e incluso procede de un despido.
En el tercer trimestre del curso pasado, en Europa, tres millones de ciudadanos, con edades comprendidas entre los 20 y 64 años, perdieron su trabajo por motivos laborales (finalización de un contrato de duración determinada, un despido o el cierre de una empresa por motivos económicos). España es responsable de nutrir el 28% de la estadística, 842.765 personas fueron despedidas en España de julio a septiembre, siendo el país que más aporta de los 27 en este aspecto.
El terremoto de despidos que barrió a la gran mayoría de las grandes tecnológicas ha tenido réplicas que comienza a sentirse en cada vez más sectores. En lo que va de año, centenares de miles de personas han perdido su empleo por la necesidad de las compañías de encontrar la rentabilidad en sus actividades tras la sucesión de crisis como el Covid, los suministros o el encarecimiento de la energía tras la guerra entre Rusia y Ucrania. La industria tecnológica ha acaparado gran parte de los recortes laborales en todo el mundo, con casi 106.000 puestos suprimidos en apenas mes y medio. De hecho, un total de 365 empresas digitales han reducido sus plantillas, con un ritmo de 2.200 bajas diarias desde el pasado 1 de enero. Ni por asomo se había producido antes una sangría laboral comparable, sin que existan visos de contención.
Como ya ha hecho en el pasado, Yolanda Díaz volvió a mostrarse esta misma semana a favor de introducir indemnizaciones por despido por encima del tope legal, actualmente en 33 días por año trabajado.
Los colosos tecnológicos recordarán el pasado otoño como el peor trimestre de sus exitosas historias, tras sufrir la mayor caída de los beneficios conjuntos. Frente a los tradicionales récords en cada presentación de resultados, las 'big tech' coincidieron entre los pasados meses de octubre a diciembre de 2022 con datos insólitamente negativos en sus respectivas trayectorias.
Cada página del periódico o cada sección web de los medios financieros estadounidenses dan noticias aparentemente contradictorias. Por un lado, pese a que se lleva meses pronosticando una recesión, los datos macroeconómicos relativos al empleo muestran a cada lectura su fortaleza (un paro en mínimos de 1969, una cifra de nóminas no agrícolas disparada en enero, unas peticiones de subsidio por desempleo en suelo histórico, unas vacantes de empleo en máximos), retando continuamente los deseos de la Reserva Federal de calmar el mercado laboral para evitar presiones inflacionarias. Por otro, las grandes empresas de Wall Street martillean casi a diario con anuncios de despidos masivos, superando la mayoría de cifras de los comunicados los tres ceros. Disney, con 7.000 despidos, ha sido la última en sumarse a una lista que lideran Amazon, Meta, Alphabet, Microsoft, Dell, Twitter, PayPal, Zoomy a la que se están uniendo grandes bancos de EEUU. ¿Por qué esta desconexión?
Siempre se centra la atención en la protección de los derechos de los trabajadores al ser estos los que a menudo suelen estar en peligro o en riesgo. Sin embargo, en paralelo a esos derechos los empleados de una empresa ostentan una serie de obligaciones y responsabilidades que también le vinculan de forma total.
A pesar de que cada vez vivimos en una sociedad más digitalizada, el sector tecnológico es uno de los más afectados y de los que más ha caído en el último año. Nadie se está escapando de la tendencia de los tecnodespidos, y la última en caer ha sido la compañía de ordenadores Dell, que debido a la notable caída en la demanda de sus dispositivos se ha visto obligado a despedir a más de 6.500 trabajadores por todo el mundo.
Los empleados de las principales compañías tecnológicas han pasado los últimos meses en vilo temiendo perder su puesto de trabajo, y es que desde noviembre se han llevado a cabo más de 200.000 despidos en este sector. Google, Amazon, Meta son algunos de los ejemplos de que los gigantes tecnológicos no pasan un buen momento, sin embargo, Apple que está en una situación similar no ha efectuado ningún cese masivo, el motivo de todo ello, la estrategia de Tim Cook.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha manifestado que cuando se trata de una sentencia, "no hay un plan A o plan B, hay obligación de ejecutar la sentencia en los términos en los que esté", por lo que ha manifestado que así lo hará el Gobierno central con respecto a la decisión que adopte el Tribunal Supremo al respecto de la ubicación de Ence. Con todo, ha garantizado "apoyo" a los empleos.
Parece que no hay empresa tecnológica que se libre de los despidos, la compañía holandesa Phillips ha anunciado otra ronda de despidos, esta vez de 6.000 empleados que se efectuará hasta 2025. Sin embargo, tal y como han explicado más de la mitad de estos se aplicarán durante el 2023; los motivos principales son los malos resultados de este año pasado y la intención de simplificar el modelo operativo.
Las entidades financieras podrían comenzar a despedir a miles de empleados tanto en Europa como en Estados Unidos tras el colapso de los ingresos en la banca de inversión, advierte el diario 'Financial Times'.
La reforma laboral ha supuesto una revolución en la manera de contratar, pero también de finalizar esos contratos. Hasta el punto que la media diaria de bajas de afiliación por despido registradas durante los once primeros meses de vigencia de la norma ya supera en un 44,6% a la de 2021 y marca el máximo de una serie que se remonta a 2012. Este incremento se debe exclusivamente a los contratos indefinidos, para los que el aumento llega al 61,7%, mientras los temporales marcan un retroceso del 8,6%.
Alphabet (empresa propietaria de Google) prevé realizar 12.000 despidos en los próximos meses, lo que representa el 6% de su fuerza laboral. Con este movimiento, desvelado ayer por el diario New York Times, el gigante de Mountain View engrosa un listado de recortes laborales en el sector tecnológico, donde también participan Amazon (18.000 despidos), Microsoft (10.000), Meta (11.000), Salesforce (9.000), Cisco (4.100) y Twitter (3.700), entre otras compañías. Con el ajuste de Alphabet, las empresas tecnológicas han anunciado cerca de 50.000 despidos en lo que va de año en todo el mundo, lo que arroja una media de 2.500 puestos eliminados cada día.
La suma de los despidos anunciados por las compañías tecnológicas en los últimos cien días asciende a 81.422 despidos, una cifra suficiente para llenar el aforo del estadio Santiago Bernabéu (81.044 localidades). Según los datos globales recabados por elEconomista.es, basado en el censo que realiza el sitio Layoffs, se trata de uno de los trimestres más intensos en ajustes multitudinarios de plantilla desde que se tiene constancia estadística en el sector.
Uno de los aspectos que más han marcado la compra de Elon Musk de Twitter han sido los continuos despidos de personal que se han llevado a cabo en menos de un año, la plantilla de esta red social se ha visto drásticamente reducida con destituciones en todas sus áreas y ahora, según Bloomberg, la plataforma continúa echando a sus trabajadores, esta vez a los encargados de la moderación de contenido en las oficinas internacionales de Dublín (Irlanda) y Singapur.
El cumplimiento de la edad de jubilación ordinaria es un momento clave en la vida de un trabajador. La gran mayoría de los mismos decide, en esa fecha, poner fin a su trayectoria profesional para descansar y disfrutar de un más que merecido descanso. Una opción, sin embargo, que es voluntaria...salvo en algunos casos.
Cuando un trabajador enferme o sufre una lesión que le incapacita en su trabajo tiene derecho a solicitar una incapacidad temporal, la tradicional 'baja' que los empleados se cogen (previa visita al médico) para poder recuperarse reposando en su domicilio. Es un derecho reconocido en el Estatuto de los Trabajadores, pero como cualquiera de los que recoge la norma debe realizarse de forma correcta.
La ola de despidos de Twitter también ha llegado a España, donde la plataforma contaba con hasta 26 trabajadores encargados de monitorear y controlar la actividad de esta red social en nuestro país. A pesar de que las destituciones cumplan los requisitos para ser nulas, siguiendo la normativa española, ninguno de los trabajadores ha luchado la revocación de esta decisión, debido a que las condiciones de su despido no son tan malas (o eso consideran ellos).
Los trabajadores que firman un contrato con una empresa tienen en todo momento la libertad de cortar esa relación extinguiendo dicho contrato. Una decisión que, sin embargo, tiene contrapartidas en muchos casos: el empleado queda descubierto y sin opción a prestaciones por desempleo, por lo que sus ingresos se interrumpen de forma instantánea.