Contabilidad Nacional ha confirmado este jueves el retroceso del 0,4% del Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre del año, una décima menos del dato avanzado en abril. La contracción en la economía española se debe al impacto que la tercera ola de covid-19 y la tormenta 'Filomena' tuvieron en el consumo y la inversión.
La llegada del fondo de recuperación se ha esperado durante mucho tiempo, y con razón. Porque las transferencias del instrumento aprobado por los líderes el pasado verano, y que probablemente empezarán a llegar a partir de julio, impulsarán a nuestro país fuera de la crisis provocada por el covid-19, y empujarán nuestra economía hasta ser la que más crezca entre las europeas.
La economía española volvió a contraerse en el primer trimestre del año después de que el Producto Interior Bruto (PIB) retrocediera un 0,5% lastrado por el descenso del consumo y de la inversión como consecuencia de las restricciones de la tercera ola. Se cumple así el pronóstico que avanzaban algunos de los principales indicadores de la salud económica del país y que llevaron al Gobierno a rebajar el crecimiento previsto para este año en siete décimas, hasta el 6,5%.
La actual coyuntura, además de obligar a resistir y combatir los embates de la pandemia y sus aristas económicas y sociales, amén de las políticas, exige concretar el paradigma para la reconversión y reconstrucción de la economía española que tiene que fijar sus objetivos en promover la competitividad y fortalecer la calidad del modelo productivo.
A un día de que se conozcan los datos de pato de marzo, la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ya ha avanzado que el tercer mes del año "no ha sido positivo" para el mercado laboral aunque el pasado mes "fue de menos a más" en afiliación a la Seguridad Social y en reincorporación de trabajadores hasta entonces en expedientes de regulación temporal de empleo (Erte).