
Las enfermedades asociadas a garrapatas incrementan las hospitalizaciones en un 191% en 15 años
La subida de las temperaturas con la llegada del verano propicia que se den las condiciones climatológicas más adecuadas para reactivar el metabolismo de las garrapatas y potenciar su asentamiento, reproducción y actuación sobre personas o animales. Estos pequeños insectos pertenecen a la familia de ectoparásitos hematófagos y necesitan de la sangre de otro ser vivo para alimentarse. La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ya alertó de que este verano España sufriría un repunte de plagas, entre las que destacaban las cucarachas, garrapatas, avispas, mosquitos o chinches. En el caso de las garrapatas, es importante tener en cuenta que son vectores de numerosas enfermedades infecciosas como la rikettsiosis o la enfermedad de Lyme.