El Gobierno de España da el visto bueno a Marruecos para hacer uso del gasoducto del Magreb-Europa con el objetivo de aliviar sus necesidades energéticas y garantizar su seguridad de suministro, después de que pasado mes de noviembre Argelia decidiera cortar el grifo de gas natural debido a las tensas relaciones políticas con Rabat.
Casi nunca en esta vida hay una opción perfecta en la que todo sean ventajas. A menudo hay que elegir entre opciones malas y menos malas. Esto resulta particularmente cierto en lo que se refiere a la política energética. El dilema no suele ser tan crudo como el del esquimal, se ha ido sofisticando, pero sigue existiendo.
El presidente de Argelia, Abdelmedjid Tebboune, confirmó este domingo el cierre del Gasoducto Magreb Europa (GME), que surtía a España y Portugal a través de Marruecos, y la no renovación del contrato firmado con el Reino marroquí, que expiró este mismo domingo.
El Gobierno argelino, ante el cierre este domingo del gasoducto Magreb-Europa, se ha comprometido con el español a complementar el suministro de gas a España a través del gasoducto Mezgaz con cargamentos de gas natural licuado (GNL) en barco, mediante un calendario de entregas que ambos países deben definir.
Apenas comenzado el otoño, las comercializadoras de gas españolas ya han contratado el doble de suministro gasístico, transportado mediante buques metaneros, que el año pasado.
Argelia cerrará el grifo del gasoducto que pasa por territorio alauí hasta llegar a costas españolas a partir del 31 de octubre, fecha en la que finaliza el contrato de tránsito que garantiza la llegada del gas a nuestro país al atravesar Marruecos, según ha publicado el periódico económico francés Les Echos. Aunque el suministro de gas argelino a España está garantizado, no es una buena noticia que las relaciones entre Argelia y Marruecos, no hayan resultado satisfactorias.
El próximo 1 de noviembre se cumplirán 25 años de la entrada en funcionamiento del gasoducto Magreb-Europa (GME), un proyecto de gran envergadura y cerca de 1.800 millones de euros de inversión, que entraba en operación en 1996 con el objetivo de conectar los yacimientos argelinos de Hassi RMel con la red europea de gasoductos vía Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y la Península Ibérica, y diversificar de esta manera el aprovisionamiento de gas en España y la de otros países europeos, además de integrar los sistemas gasistas de España y Portugal. Descarga la nueva edición de elEconomista Energía