El tejido productivo español necesita ser intensivo en capital para subsistir en un entorno cada vez más competitivo. Las pymes son un pilar fundamental de la economía española, representando en torno al 99% de las empresas, el 65% del PIB y el 75% de los puestos de trabajo. No obstante, las pymes se enfrentan a costes de financiación elevados, dificultando sus posibilidades de captar talento e innovar. El aumento de los tipos de interés es un reto para todas las empresas, pero especialmente encarece los préstamos a las pymes.
Una vez superado el riesgo de recesión, los expertos se muestran moderadamente optimistas sobre la evolución de la economía española en 2023, debido principalmente al buen comportamiento de las exportaciones y a que el consumo de las familias parece que seguirá aguantando en los próximos seis meses. Así lo recoge el Consenso Económico y Empresarial del primer trimestre de 2023 elaborado por la consultora PwC a partir de la opinión de un panel de 450 expertos, empresarios y directivos.
La economía de Polonia es una de las más prometedoras de Europa. Este país está convergiendo rápidamente con el resto de la Unión Europea gracias a su industria y unos servicios al alza. Sin embargo, esta cadena bien engrasada tiene un eslabón débil: la energía. Polonia aún depende sobremanera del contaminante carbón. No obstante, el Gobierno ha hecho todo lo necesario para poner fin a esta dependencia y aunque su plan es controvertido, los polacos lo tienen claro: la energía nuclear es su gran apuesta. Con la construcción de varios reactores pondrán fin al maleficio de los 80, cuando se intentaron poner en marcha varios planes que fracasaron por diversos motivos.
BBVA Research ha elevado la previsión de crecimiento de Castilla y León al 1,4 por ciento en 2023, dos décimas por debajo de la media nacional y prevé un repunte del 2,8 por ciento en 2024.
El panel de Funcas ha revisado al alza la previsión de crecimiento del PIB para este año en dos décimas, hasta el 1,5%, como consecuencia de una evolución mejor de lo esperado en los últimos meses. La inflación subyacente, que excluye a los alimentos no elaborados y la energía, sigue siendo el principal escollo: aumentará de media un 5,5% este año, lo que implicará una subida del precio del dinero, los tipos de interés, al 4% entre primavera y verano.
Pilotar el aterrizaje de la economía de EEUU era una misión compleja. Durante la crisis del covid, la Fed y el Gobierno llenaron el depósito del avión (economía) con una mezcla de combustibles que nunca antes se había probado (billones de estímulos fiscales y monetarios combinados). El avión cogió tanta velocidad en tan poco tiempo que terminó sobrecalentándose. Al final, la Fed tuvo que tirar del freno de mano (subidas de tipos sin precedentes y retirada de estímulos), provocando una rápida pérdida de altura, que ahora podría terminar en accidente. En Europa, aunque la situación no es exactamente igual, pero el riesgo parece similar, según los expertos de JP Morgan.
La economía de Alemania probablemente volverá a contraerse en los tres primeros meses de 2023, lo que sumado al retroceso del 0,4% en el cuarto trimestre de 2022 supondría la entrada en recesión técnica de la 'locomotora europea', según las previsiones del Bundesbank, el banco central del país germano.
Hace tan solo un año, este escenario (la caída de la vivienda) era algo casi impensable. La pandemia del covid provocó, contra todo pronóstico, un acelerón en los precios de la vivienda a nivel global, impulsado por los bajos tipos de interés y el creciente 'valor' que las familias otorgaban a su hogar. Hoy, el precio de la vivienda ya cae en dos de cada tres economías avanzadas, mientras que las turbulencias financieras amenazan con generar un cortocircuito total en un crédito hipotecario. Un cortocircuito en el crédito y la subida de los tipos de interés pueden ser una combinación fatal para el inmobiliario en los países que ya presentaban desequilibrios y una amenaza para el resto.
El Banco Central Europeo (BCE) ha actualizado sus previsiones de inflación y crecimiento económico para la eurozona. Pero debido a la delicada situación de la banca tras la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y con Credit Suisse en el punto de mira a este lado del Atlántico, la propia institución admite la incertidumbre que planea sobre sus cálculos.
El presidente del Gobierno y algunos ministros hacen uso del poder con arrogancia y cierta dosis de matonismo arremetiendo contra los empresarios con cualquier excusa. No lo justifica que las acometidas más frecuentes procedan de quienes han pasado de ser dirigentes de una ONG o de portar una pancarta, a un despacho en el que se diseña el destino de la cuarta economía del euro; o de ser concejal en la oposición del Ayuntamiento de Madrid a presidir el gobierno, porque es algo premeditado. El populismo se comporta así cuando los ciudadanos descubren la inoperancia de sus políticas y la falsedad de sus relatos: sostener un discurso les resulta más sencillo que afrontar la realidad y hacer propaganda más fácil que resolver problemas. Primero hacen una condena general a los "poderosos", "a los bancos", "a los fondos buitres", "a los de arriba" y, si las encuestas aprietan, concretan al "reo" en empresas o en sus accionistas más relevantes con nombres y apellidos, resultándoles indiferente si es el presidente de Mercadona, el de Inditex o la presidenta del Banco de Santander.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona se estancó en el último trimestre de 2022. Eurostat publicó este miércoles la revisión del dato preliminar, pasando la cifra de un crecimiento intertrimestral del 0,1% en el último cuarto del año pasado a un 0%. El titular parecía claro: la economía de la zona euro evolucionó algo peor de lo esperado y se congeló en el primer tramo del invierno, pero la región sigue evitando por poco la primera pata de la recesión técnica (dos trimestres seguidos de contracción). Rascando bajo la superficie, aparecían dos datos sobre los que se pasó de puntillas en un primer momento, pero que no deberían pasar desapercibidos.
Bruselas cumple con su compromiso de retomar las reglas de estabilidad fiscal, suspendidas excepcionalmente con motivo de la pandemia. En concreto, la Comisión demanda ya que se elaboren planes de ajuste y advierte de que ya en 2024 se abrirá expediente a los países cuyo déficit exceda el 3% del PIB. Es indudable que el retorno a la normalidad sorprende a España en un momento comprometido. En nada ayuda a corregir la situación el hecho de que el 64% de las recomendaciones que la AIReF dirige al Gobierno sea desatendido, como el propio supervisor denuncia. Pero aún resulta más preocupante el modo en que el Ejecutivo sigue acelerando el gasto, atendiendo más a la proximidad de periodos electorales, que a la sostenibilidad de las cuentas públicas.
El gobernador de Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha adelantado que el organismo monetario probablemente revise al alza las previsiones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España para 2023 ante la mejora de la situación macroeconómica. Según informó elEconomista.es, el supervisor elevará hasta el 1,6% su previsión para este año.
Los efectos de la pandemia aún arrastran a siete comunidades autónomas (CCAA) por debajo del nivel de 2019. Según el análisis por regiones que hace Funcas, serán diez CCAA las que consigan recuperarse de la caída provocada por el frenazo económico de la pandemia en 2020: Andalucía, Comunidad Valenciana, Madrid, País Vasco y La Rioja se sumarán a Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia, Murcia y Navarra que ya lo lograron en 2022. Sin embargo, únicamente las regiones de Extremadura, Cataluña, Castilla y León, Cantabria, Asturias, Baleares y Canarias continuarán por debajo de cifras de 2019.
Castilla y León es una de las siete comunidades cuyo nivel de PIB en 2023 se mantendrá por debajo del nivel de actividad registrado en 2019, y aunque "la clave" del crecimiento de la región está en la recuperación del automóvil, este repunte del sector "no será suficiente" para alcanzar niveles prepandemia.
Tras la irrupción de la pandemia en 2020 y las complicaciones económicas que generó su aparición a nivel mundial, el año 2021 era imprescindible para comenzar la recuperación económica tras un año prácticamente en blanco. Según los datos de la Agencia Europea de Estadística (Eurostat), En 2021, el gasto total de las administraciones públicas de la Unión Europea se situó en el 51,5% del PIB , un gran aumento en comparación con 2019, cuando se situó en el 46,6% del PIB, pero una disminución en comparación con 2020, cuando se situó en el 52,8% del Producto Interior Bruto (PIB). En 2021, la relación entre el gasto total del gobierno general y el PIB aún se vio influenciada por la pandemia y las medidas gubernamentales para mitigar sus efectos. La disminución de la ratio en comparación con el año anterior (52,8%) se debió principalmente a los aumentos del PIB, mientras que se siguió observando un crecimiento del gasto total (7,5 billones de euros en 2021 frente a 7,1 billones en 2020; un aumento de 364.000 millones, creciendo 5,1% con respecto a 2020).
El Producto Interior Bruto (PIB) en Aragón ha registrado un aumento del 2,2% en el cuarto trimestre de 2022, respecto al mismo trimestre de 2021, lo que supone dos puntos y dos décimas inferior al registro anotado en el tercer trimestre del año (4,4%)), según las estimaciones realizadas por el Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) a partir de los datos avance de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el INE.
La economía de Castilla y León creció un 3,4 por ciento en el año 2022, una décima más de lo previsto por el Gobierno autonómico, y ocho décimas en términos reales por encima del Producto Interior Bruto de la Comunidad Autónoma del año 2019, previo a la pandemia.
El análisis de la economía supone desde 2020 un reto más complejo de lo habitual. Una pandemia, deflación, la incertidumbre de la recuperación y varios indicadores económicos con comportamiento inesperado que han obligado a los economistas incluso a cambiar su metodología. Las constantes revisiones del conjunto de la economía o el retraso en la normalización ha complicado las previsiones del PIB, cambiando las reglas del juego, pasando a tomar valor el "juicio experto" de los economistas. Ahora, el reto al que se enfrenta la economía del entorno y, en concreto, la española, es el impacto en cadena de la inflación, es el endurecimiento de los tipos de interés ante una moderación del ritmo de crecimiento.
El inicio de año ha marcado un punto de inflexión para el horizonte del crecimiento económico a nivel global. Desde el 1 de enero, el consenso del mercado ha mejorado 0,3 puntos las previsiones del Producto Interior Bruto (PIB) de las principales economías desarrolladas que componen el G20, hasta el 2,1%, con la esperanza de que China será quien vuelva a empujar el avance económico mundial pese a que la inflación se coloque en el 5,1%, lejos del objetivo del 2% que vigilan los bancos centrales, según datos de Bloomberg.
Estamos viviendo en estos momentos una coyuntura económica difícil y con unas perspectivas nada favorables de cara a este año y al próximo. Las tasas de crecimiento esperado, tanto en España como en el resto de la UE son muy bajas: Entorno al 1,3%-1,6% para España, según el Banco de España y un 0,7% para la media de países de la UE. La inflación se está mostrando persistente pese a la actuación decidida del BCE de subir los tipos "Whatever it takes" como diría Draghi. Un 4,75% según la última previsión del Banco de España y un 5,6% la inflación subyacente según la estimación más favorable de FUNCAS. Los datos de déficit y de endeudamiento públicos no son mucho más halagüeños. Según el último análisis de la Airef, 2022 se cerrará con un déficit de las AAPP del 4,5%; la ratio de deuda sobre PIB en 2022 la sitúa en el 113%.
Desde el 1 de enero, el consenso del mercado ha mejorado 0,3 puntos las previsiones de crecimiento de las principales economías desarrolladas. Así, el PIB de los países que forman el G20 aumentará un 2,1% frente a la estimación previa del 1,8%.
La Oficina de Análisis Económico (BEA) ha revisado a la baja el PIB real de EEUU a la baja en el cuarto trimestre de 2022, desde el 2,9% anualizado de la estimación preliminar al 2,7%. En el tercer trimestre del año el crecimiento fue del 3,2% anualizado. En términos interanuales, el PIB avanzó a un ritmo del 0,9% en el cuarto trimestre, frente al 1,9% del tercero. Si las profundidades de la primera estimación revelaban que la economía de la primera potencia mundial acabó el año más débil de lo esperado, la revisión señala un punto rojo: el consumo.
El largo invierno que supuso la irrupción del coronavirus para el sector turístico de la Comunidad Valenciana ha quedado atrás. Según el último informe Impactur regional, que refleja que su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) autonómico ya es superior al que registraba en 2019. El documento estima que esta actividad aportó el 15,8% del total del PIB regional, una décima por encima del peso que representaba el último ejercicio sin coronavirus.
La teoría del 'no aterrizaje' de la economía está cobrando forma en EEUU y en Europa puede estar pasando lo mismo. Los últimos datos macro siguen confirmando el viraje de las expectativas. Cuando los bancos centrales empezaron a subir tipos para domeñar la inflación tras la pandemia, se aguardaba un 'aterrizaje brusco' de la economía, con la recesión llamando a las puertas. La fortaleza de los datos y los indicios de desinflación trajeron la idea del 'aterrizaje suave': todo bajo control y sin daños severos para el crecimiento. Ahora la lectura es otra: las subidas de tipos no aplastan el crecimiento de momento y la inflación sigue lejos de estar dominada.
El crecimiento económico tiene muchos enemigos y uno de ellos cae de los árboles. Aunque pueda parecer exagerado, el alto nivel de alergias que se prevé en Japón esta temporada amenaza lo suficiente la actividad económica tanto como para preocuparse.
La travesía de la economía española durante las próximas décadas se antoja compleja. Un país con una demografía desfavorable (que disparará el gasto en pensiones), una deuda pública muy elevada, una economía orientada a las ramas del sector servicios de menor valor añadido y con una situación geográfica que tampoco apoya el crecimiento. Al final, Europa es un continente desarrollado, pero cuyas perspectivas de futuro no son nada halagüeñas y menos desde que comenzó la guerra en Ucrania. Tal es la situación, que algunos de los informes que lanzan vaticinios de largo plazo desplazan a España hacia una zona gris en el ranking global de economías, no solo ya por debajo de economías como México o Filipinas, también por detrás de Nigeria.
El departamento de estudios económicos de CaixaBank prevé un crecimiento del PIB de la Comunidad Valenciana del 1,9% en 2023. Un crecimiento superior a la previsión del 1,3% del PIB de la economía española.
El avance de la Contabilidad Nacional del último trimestre de 2022 terminó por disipar la amenaza de la recesión. El PIB creció un 0,2% en el cuarto trimestre, en línea con el 0,1% previsto por el Banco de España (BdE). Eso sí, la revisión del avance en los trimestres previos (junto con una mejor del consumo privado y un peor comportamiento de la inversión y del sector exterior) arrastra una mejora de las proyecciones para este año de tres décimas respecto a lo previsto en diciembre, hasta el 1,6%. Las proyecciones de primavera del banco central se suelen actualizar en marzo.
La inversión extranjera sigue creciendo en España y mucho más en Andalucía. Tierra gastronómica por excelencia junto con el sol y la playa hace que la fiebre inversora haya crecido en los últimos tres años, es decir, entre 2019 y 2021 la inyección monetaria se incrementó hasta llegar a un 87%.