El comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Nicolas Schmit, se muestra optimista con la reforma laboral española. No obstante, Schmit demuestra que está al corriente de la polémica relacionada con el modo en que el Ministerio de Trabajo contabiliza los trabajadores fijos discontinuos sin actividad en las listas del paro. Durante su entrevista con elEconomista.es en el Foro de Davos, el comisario matiza que "puede haber discusión sobre cómo se calculan esas cifras" de desempleo. Eso no impide a Schmit destacar "la clara mejora especialmente en términos de empleo más estable y respecto al desempleo juvenil" del mercado laboral español.
La inflación fue la protagonista del año pasado, y lo sigue siendo. Tras empezarlo con la guerra de Ucrania, el alza de los precios se hizo rápidamente un hueco en los titulares. El alza de los carburantes, mitigada por un descuento de 20 céntimos por litro, fue el primer presagio de lo que estaba por venir, con el coste de las energías también disparado. Era lógico, pues, que la cesta de la compra y todos los sectores en general vieran sus precios abocados a una subida fatal para el ciudadano medio.
Mientras buena parte de los expertos en empleo siguen siguen discutiendo si ha llegado a España el fenómeno de la Gran Dimisión, el verdadero problema del mercado laboral sigue estando en la entrada y salida de trabajadores de la ocupación a un ritmo masivo que lastra la creación real de empleo. Una Gran Rotación sin comparación con la del resto de países de la Unión Europea.
Si hay un tema clásico que suscita opiniones enfrentadas es el de cualquier reforma laboral porque se entrelazan análisis económicos, jurídicos y políticos.
El pasado día 23 de diciembre de 2021, Gobierno, Centrales Sindicales y Patronales cerraron el acuerdo de la reforma laboral, gracias a la abstención de varias de las más grandes asociaciones empresariales de España, que vio la luz en forma de Real Decreto Ley en el Consejo de Ministros del 28 y con entrada en vigor el 31, antes de finalizar el año, todo ello para dar cumplimiento a las exigencias de la Unión Europea.
Su generación carga a las espaldas dos crisis globales y les pesa el recuerdo del boom inmobiliario en el que crecieron viendo cómo se concedían hipotecas a discreción. Ahora, los jóvenes españoles tienen que esperar a tener casi 30 años para emanciparse y, si se les pasa por la cabeza comprar una vivienda, la precariedad del mercado laboral les devuelve a tierra.
Castilla y León cuenta desde este miércoles con la asociación RUGE Revolución Ugetista, la organización juvenil de UGT creada hace tres años a nivel estatal con el principal objetivo de poner a los jóvenes en la agenda del sindicato, recoger sus reivindicaciones concretas y convertirse en "un referente en la defensa de los derechos laborales de los jóvenes".
Entre los retos de nuestra economía sobresale la inaplazable reducción del desempleo y de la precariedad laboral. En España se constata una deficiencia harto evidente: desde 1980 la tasa de paro promedio se sitúa en el 17%. Concretamente, en los últimos meses de 2020, la tasa de paro, según Eurostat, oscilaba entre el 16,2% y el 16,5%, siendo, junto con Grecia, la más alta de la Unión Europa que se sitúa sobre el 7,6% y doblando a la de la Zona Euro que es del 8,4%, y muy por encima de otros países europeos. Los datos de Eurostat correspondientes al mes de mayo de 2021 confirman que Grecia y España comparten el liderazgo del paro en Europa con una tasa del 15,4% y 15,3%, respectivamente, en tanto en la Zona Euro se sitúa en el 7,9% y en la Europa de los 27 en 7,3%.
¿Vivimos mejor que nuestros padres? Esta es una pregunta que se hace casi todo el mundo en algún momento de su vida. Parece evidente que pese a las crisis y recesiones la economía avanza, aunque sea de forma lenta, y genera un aumento del poder adquisitivo, que nos permite disfrutar de una mayor (o de mejor calidad) cantidad de bienes y servicios: ropa, tecnología, ocio, viajar (antes del covid)... Pero, ¿qué pasa con la vivienda? La compra de una casa suele ser la mayor inversión de nuestras vidas y hacerlo es cada vez más costoso. El esfuerzo y la dificultad para acceder a una vivienda aumenta en cada generación, según revela un estudio del Banco Central Europeo (BCE).
El título de esta columna no se refiere a la tragedia que trajo desde China la Covid-19 sino a algo más permanente: el crecimiento de las desigualdades, que ya se inició a finales del siglo XX y que en el siglo actual no ha hecho sino agudizarse. Lo describe y analiza muy claro y muy profundamente el profesor Carlos Sebastián en su último libro, El capitalismo del siglo XXI, editado por Galaxia Gutenberg y aparecido en enero de 2021.
La pandemia del covid-19 agudizó la difícil situación de trabajo y vida que padecen 6 millones de jornaleros agrícolas y sus familias en México. A los bajos salarios y sobreexplotación se agrega que su movilidad, hacinamiento y la falta de acceso a las instituciones de salud los hace más vulnerables al contagio y a la enfermedad, advierten especialistas.
Los jóvenes o, mejor dicho, una parte creciente de los mismos, no están interesados en la política ni en los asuntos públicos. Ello se traduce una participación electoral menor que en otros segmentos de edad, lo que, a su vez, tiene importantes consecuencias políticas y económicas
La Fundación de Español Urgente (Fundeu) apunta que LasKellys el nombre de la asociación formada a partir de la expresión 'las que limpian', que se escribe con mayúscula (también el artículo) y en redonda: 'Las Kellys'.
A más de cuatro meses del primer caso de coronavirus en el país, la pandemia ha dejado en evidencia algunos problemas estructurales del país: bajos sueldos y pensiones, altos niveles de endeudamiento, costo de la vida y desigualdad en los ingresos, todos ellos denunciados por los ciudadanos en el llamado "estallido social" que inició el 18 de octubre pasado.
Joaquín Nieto, director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, espera expectante el centenario de la veterana organización de la ONU -recuerda que la fundó en 1919 el Tratado de Versalles "con la idea de que no puede haber paz mundial duradera sin justicia social"- y, con ello, la renovación del mandato de la entidad por parte de sus integrantes: Estados, empleadores y empleados.
Más de la mitad de los jóvenes trabajadores menores de 30 años, en concreto el 56%, tiene un contrato temporal, porcentaje que se eleva hasta el 73% en el caso de los menores de 25 años, según denuncia UGT en un informe sobre empleo juvenil con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre.