Los movimientos que están experimentando los bonos soberanos esta semana no se pueden tipificar de habituales. Si el pasado martes los inversores se relajaron al relativizar el riesgo de una crisis financiera este miércoles volvió el pánico al mercado que se tradujo en la sobrecompra de deuda soberana en toda la curva.
Los constantes cambios impositivos que están teniendo lugar en España, mediante un proceso legislativo de carácter exprés y sin los pertinentes informes técnicos preceptivos y dictámenes está generando un clima de inseguridad jurídica del que alertan los expertos por sus graves consecuencias.
La última intervención de la presidenta del Banco Central Europeo disparó el interés de los bonos soberanos de la eurozona, pero ninguno de ellos saltó tanto como la italiana en las últimas jornadas. Laprima de riesgo italiana escaló hasta los 215 puntos básicos, un nivel que no solo aviva las inquietudes del mercado sobre el devenir de la economía del país sino que sitúa el diferencial respecto a la deuda alemana por encima del indicador en Grecia que este lunes se mantuvo bajo los 206 puntos básicos.
Las rentabilidades que ofrecerán algunos de los principales activos los próximos cinco años serán más bajas que en el pasado. Es una de las conclusiones que se extrae del último informe de Robeco, en el que analiza qué rendimiento esperar entre 2023 y 2027 de la bolsa, los bonos o las materias primas, en el que también realiza algunas previsiones macroeconómicas. Y ello se juntará con una inflación al alza. Según sus previsiones, ésta se moverá en una horquilla de entre el 2,5% y 5% en las economías desarrolladas.
"No nos corresponde a nosotros bajar los diferenciales de la deuda", dijo Christine Lagarde en marzo de 2020. Esta afirmación ya es papel mojado, ya que, dos años después, es exactamente eso lo que está haciendo el Banco Central Europeo (BCE).
Europa deja de tener los tipos de interés oficiales en negativo. Esto ya es una realidad después del aumento de 50 puntos básicos que anunció el pasado jueves la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Con ello, vuelven a mezclarse los temores de una recesión, si es que no se ha iniciado ya, con el impacto que ello puede tener en la deuda de los Estados miembro y, en particular, de los países periféricos. Más sensibles que sus hermanos del norte en términos históricos.
La aprobación esta semana de la herramienta que permitirá al BCE comprar deuda sin límite de cualquier país para evitar que se dispare su prima de riesgo demuestra hasta qué punto el eurobanco teme una fragmentación en la eurozona.
Tras anunciar hace menos de un mes un incremento de 25 puntos básicos en los tipos, el BCE sorprende al mercado con un aumento de 50 puntos de una sola tacada, algo que no se veía desde hace 22 años.
Con máximos en la prima de riesgo española, expertos consultados por elEconomista coinciden en demandar una actuación rápida por parte del Gobierno atajando el gasto público improductivo, con una reducción, para empezar, de 12.000 millones de euros -de gasto estructural-, sobre todo, "teniendo en cuenta que el Ejecutivo seguirá sin deflactar las tarifas de los impuestos, y por tanto, generando más recaudación de la debida, sostiene Javier Santacruz, economista de la Think Tank Civismo.
"El crecimiento económico de la eurozona se ha deteriorado drásticamente, cayendo a mínimos de 16 meses en junio". Esta es la primera frase de S&P Global en su comentario sobre el indicador adelantado PMI de junio del área euro. La situación de Alemania, la mayor potencia de la región, no parece mucho mejor. Los PMI vienen a confirmar un secreto a voces: la economía de la zona euro está cerca de sufrir una contracción de su actividad económica. Y aunque se necesitan dos trimestres seguidos para hablar de recesión, es un escenario que los mercados ya están cotizando.
El temor a una crisis de deuda en la eurozona ya se empieza a observar en los bonos soberanos europeos. Es el caso del papel español a diez años que escala por encima del 3%, o del italiano, ya en el 4%. Asimismo, la deuda alemana, la referencia más segura, ya rebasa el 1,7%.
Un mercado financiero, por definición, especula y anticipa acontecimientos. Hace unos días, el Banco Central Europeo (BCE) declaró que en julio terminaría con las compras de deuda pública y subiría los tipos de interés. Unos días después, el BCE tuvo que convocar una reunión de urgencia porque volvían unas viejas conocidas de las que, desde hace años, afortunadamente, no sabíamos nada: las primas de riesgo.
La alemana Isabel Schnabel, que forma parte del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ha subrayado que el organismo no va "tolerar" que se produzca un incremento desordenado de las primas de riesgo que suponga un riesgo para la transmisión de la política monetaria.
Jueves rojo en los parqués del Viejo Continente y en los de Estados Unidos. "Rusia invade Ucrania formalmente", resumen de manera sucinta los analistas de Bankinter, dándose paso a ventas generalizadas en la renta variable. En Europa, las caídas han llegado a superar el 5% a lo largo del día aunque se han moderado en el tramo final de la sesión. El EuroStoxx 50 cierra la jornada cayendo un 3,63% hasta los 3.829,06 puntos mientras que, en España, el Ibex 35 se deja un 2,86% hasta los 8.198,5 puntos. Ambos índices han tenido dificultades durante la jornada para mantener los 3.800 y los 8.100 enteros respectivamente y han marcado mínimos de un año. Al otro lado del Atlántico, las pérdidas también han llegado a Wall Street, si bien al cierre de los mercados europeos las caídas se limaban y el Nasdaq 100 se acercaba a territorio positivo tras haber tocado mercado bajista.
La volatilidad es la reina de los mercados este mes. Las bolsas y demás activos se mueven en función de las noticias que van conociéndose respecto al conflicto entre Rusia y la OTAN (EEUU y sus aliados) en la frontera de Ucrania. Eso si no lo hacen en función de las cambiantes expectativas sobre los futuros pasos de los bancos centrales. Así, si ayer la tensión geopolítica parecía estar en su nivel máximo, provocando enormes retrocesos en la renta variable, la supuesta relajación de este martes ha invitado a un rebote que ha rozado el 2% en el Viejo Continente. El EuroStoxx 50 sube un 1,95% y cierra en los 4.143,71 puntos al tiempo que el Ibex 35 español gana un 1,68% acabando la sesión en los 8.718 puntos.
La tensión sigue aumentando en el mercado de deuda y la prima de riesgo de España supera ya los 100 puntos básicos. El diferencial entre el interés que se exige al bono a 10 años en el mercado secundario y el rendimiento de la misma referencia de Alemania, el Bund reconocido como el activo financiero más fiable de la eurozona alcanza máximos de junio de 2020 en plena escalada bélica en las fronteras de Ucrania y ante el riesgo de un error de política monetaria, al encontrarse el BCE en un frágil equilibrio entre la necesidad de sofocar la inflación sin ahogar la recuperación económica.
¿Cómo un solo dato de inflación puede cambiar tanto el guion de un banco central y las expectativas de los mercados? El BCE ha pasado de descartar subidas de tipos en 2022 a abrir la puerta a varias alzas del precio del dinero. El mercado prevé ahora que la primera subida de tipos llegue en julio, mientras que algunos analistas vaticinan dos subidas de 25 puntos básicos cada una, lo que dejaría la facilidad de depósito en el 0% (fin a los tipos negativos), unos niveles que no se veían desde 2013. El mercado se ha tomado en serio el mensaje y algunos bancos ya acumulan una subida del 10% en dos días, mientras que la deuda cae en picado. ¿Cómo queda la hoja de ruta del BCE y cuál puede ser su impacto en los mercados?
El Tesoro Público presentó este lunes la estrategia de financiación de España para 2022 con un objetivo de 75.000 millones de euros de emisión neta de deuda y la confianza en que "la prima de riesgo se mantendrá estable en el proceso de normalización de los tipos de interés" por la progresiva retirada del Banco Central Europea (BCE) del mercado.
Las advertencias apocalípticas sobre la quiebra de España si el Banco Central Europeo (BCE) deja de comprar deuda y sube los tipos de interés oficiales chocan con la flexibilidad mostrada por la institución monetaria durante toda la crisis del Covid y de cara al futuro, y, sobre todo, con el coste de financiación que soporta el Estado, que se encuentra en mínimos históricos precisamente por este apoyo histórico -el coste medio de la deuda en circulación apenas supera el 1,6%-, tras no parar de caer desde marzo de 2020.
El interés del Bund (el bono de Alemania de referencia, con vencimiento a 10 años) alcanza máximos de dos meses después de que el Bundesbank (el banco central del país) anticipara este martes que la inflación se incrementará hasta tocar un pico del 5% a finales de 2021.
Ahora que parece que vamos volviendo a la normalidad, al menos se vislumbra así, son muchos los que se plantearán el título de esta tribuna. Sin duda, ahora es el momento de seguir lamentando los muertos, o los que han quedado con graves secuelas o aquellos que han estado ingresados o quizá han pasado esta plaga bíblica sin ni siquiera poder enterarse. Es hora también de reivindicar a los empleados públicos desde las limpiadoras de los hospitales, pasando por policías, hasta los médicos que han sido un ejemplo en esta terrible pesadilla.
Hace más de un año que el Tesoro Público de España anunció la emisión del primer bono verde, pero, primero, la pandemia de coronavirus y, después, el retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) -no se consiguió hasta finales de 2020- han obligado a postergar esta colocación -debe ir ligada a partidas sobre transición energética, lucha contra el cambio climático o movilidad limpia-, permitiendo que el principal emisor competidor en la eurozona, Italia, se haya adelantado este miércoles.
Las caras visibles del Banco Central Europeo (BCE) han aumentado sus esfuerzos en los últimos días para dar un mensaje de calma frente al repunte de los rendimiento de la deuda soberana. El último en hacerlo ha sido el vicepresidente del organismo, Luis de Guindos, quien en una entrevista para el periódico portugués Públicoha asegurado que el BCE tiene "margen de maniobra".
Sin rumbo fijo y con cuidado. Así han cotizado este martes las bolsas de Europa, que han terminado el día con signo mixto. La moderación ha sido el denominador común en los parqués desde primera hora. En España, el Ibex 35 ha acabado bajo los 8.400 puntos (-0,27%, en los 8.355,8) a pesar de haber tanteado sus máximos anuales (por encima de dicha cota). Mientras tanto, el mercado de deuda soberana continúa presionando a la renta variable.
Las bolsas de Europa han comenzado el tercer mes del año con ganas. Los rebotes de este lunes en los índices de referencia son próximos al 2% en la mayoría de los casos. Han recogido los fuertes avances en los mercados asiáticos y las subidas en Wall Street que anticiparon los futuros. En España, el Ibex 35 ha subido un 1,86% hasta los 8.378,1 puntos, cerca de máximos anuales. No obstante, los inversores no pierden de vista a los bonos soberanos, cuyos intereses han dado hoy un respiro a la renta variable mundial.
Resulta difícil de entender y mucho más complicado de explicar que en un país que ha encajado la caída del PIB más alta desde la guerra de Cuba y con un impacto social aún mayor, como recordaba la ex ministra de Trabajo, Fátima Báñez, que tiene más de cinco millones de parados, incluidos los trabajadores en ERTE y los autónomos en cese de actividad, y que ha elevado su nivel de deuda pública hasta casi el 120 por ciento del PIB, tenga un gobierno dividido y enfrentado cuyas prioridades son la Ley de Transexualidad, la intervención de los alquileres, los indultos a los políticos presos del Procés, o el traslado de los presos de ETA a cárceles del País Vasco, además de alentar las manifestaciones del 8 de marzo en plena crisis sanitaria.
Las bolsas de Europa han encarado un cierre semanal y mensual clave, y lo han hecho sin fuerzas. Las ventas han predominado desde primera hora y nublan el balance positivo de febrero. Los descensos alcanzan el punto porcentual en la mayoría de los índices y se han afianzado ante los números rojos en Wall Street. Los bonos han rebajado hoy la presión sobre la renta variable, pero eso no ha impedido que el EuroStoxx 50 haya perdido sus soportes y, por tanto, dé paso a una consolidación mayor. Por su parte, el Ibex 35 español ha retrocedido este viernes un 1,12% hasta los 8.225 puntos, por lo que ha reducido sus ganancias de la semana a un 0.9% y las del mes, al 6,03%.
Pese a comenzar el día con ánimos, las bolsas de Europa han vuelto a mostrar dudas este jueves. Los selectivos principales terminan con signo mixto ante las caídas en Wall Street. Solo el Ibex 35 (un día más) marca la diferencia al despuntar con alzas del 0,58% hasta los 8.317 puntos. Suma así tres jornadas en verde. No solo se afianza sobre los mínimos de la semana pasada (sus actuales resistencias), dando señales de fortaleza, sino que ha superado los 8.300 puntos.