Recurrentemente en los últimos dos años se ha repetido hasta la saciedad cómo el buen comportamiento del empleo (tanto en afiliaciones a la Seguridad Social como en la EPA) era el mejor indicador de que estábamos creciendo económicamente a buen ritmo, incluso utilizando esta variable junto a la recaudación fiscal para sembrar la duda de que el INE estaba infraestimando el PIB.
El autor, conferenciante e inversor Nir Eyal, experto en conducta, comenta que muchas compañías han implementado desde la pandemia distintas formas de medir la productividad de sus trabajadores. Cree que existe una alternativa mejor a espiar a las plantillas, la cual se trata de llegar hasta la raíz de lo que verdaderamente causa distracciones.
Dedicar alrededor de una hora a estar "al aire libre" puede aumentar las posibilidades de sentirse feliz, de fortalecer la memoria e incluso de comprometerse a terminar las tareas, de acuerdo con con el profesor de psicología de la Universidad de Chicago, Marc Berman. El mismo es coautor de un estudio que analizó el impacto que tiene el pasar tiempo en la naturaleza para la salud mental.
La Comunidad Valenciana ha perdido durante las últimas décadas riqueza y puestos en el ranking de autonomías por renta per cápita en el conjunto de España. Una evolución que tiene como factor fundamental la baja productividad de la economía valenciana según un informe del Instituto Valenciano de Investigación Económica (Ivie).
Puede gustarte o no, puedes estar muy alejado de sus opiniones y formas en las que lleva sus empresas, aun así, es difícil no prestar atención a los consejos del hombre más rico del mundo, ya que de alguna forma habrá tenido que llegar hasta ahí. Lo que busca Elon Musk es la productividad, y hoy te contamos cuáles son las 6 claves para conseguirla en una empresa, según él mismo.
La productividad por hora efectivamente trabajada no consigue despegar al mismo ritmo que la mejora del mercado laboral en España. Así lo indican los datos del tercer trimestre, con un alza ralentizada al 0,5% interanual desde el 3,4% registrado en el segundo trimestre. El impulso del empleo el pasado tercer trimestre, asentado principalmente sobre el sector público y la temporada alta del turismo, además de las horas trabajadas, explican fundamentalmente un fenómeno que requiere una gran complejidad para ser calculado.
España se ha quedado a la cola de Europa en productividad por empleado en el sector del comercio minorista. De acuerdo con el último informe anual de Anged, la patronal de las grandes superficies, la facturación por trabajador se situó en el último año en 139.800 euros, muy por debajo del resto de las grandes economías de la UE. En Francia, por ejemplo, esa cifra se eleva hasta 250.900 euros por empleado; en Italia es de 176.800 euros y en Alemania de 171.000 euros.
A lo largo del año hay épocas en las que nos sentimos más o menos productivos y algunos de los factores que afectan a esto son la luz y el clima. En el caso de la rutina de estudio, la ciencia constata que durante el día y en otoño son los momentos más óptimos para estudiar. La razón principal es que los niveles de ciertas sustancias químicas como la serotonina, varían con las estaciones, al igual que algunas proteínas cerebrales implicadas en el aprendizaje, y las más beneficiosas alcanzan su punto máximo en otoño.
En los últimos meses se ha empezado a escuchar hablar de una modalidad de trabajo que será la del futuro: el trabajo asíncrono. A diferencia del modelo tradicional, en el que priman los horarios y que todos los empleados deben tener el mismo o parecido horario, en el trabajo asíncrono los equipos trabajan en distintos momentos del día, y no tienen por qué coincidir entre ellos. Se trata de una modalidad que se está abriendo paso tras el auge del teletrabajo y la necesidad de implantar modelos laborales menos costosos y más productivos. Desde Grupo SPEC se dan las claves para implantar con éxito esta nueva modalidad.
Definir el absentismo laboral no es sencillo. La RAE lo define como "Abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación"; pero, en términos de empleo, puede deberse a muchas causa, desde la incapacidad temporal por enfermedad hasta una ausencia no justificada.
El conflicto entre el Gobierno y el Instituto Nacional de Estadística (INE) está lejos de limitarse a los últimos cálculos del PIB y el IPC. Otra variable clave, la productividad, muestra sistemáticamente resultados muy negativos en los datos que el INE proporciona a Eurostat, aquéllos con los que esta última institución hace sus comparativas a escala comunitaria. De hecho, las cifras más recientes revelan cómo el rendimiento por trabajador y hora trabajada en nuestro país sufrió la mayor caída de toda la eurozona (10,6 puntos) desde el final de la crisis de 2008-2013 hasta 2021.
La oferta de empleo público en la Administración Central durante la etapa de Gobierno de Pedro Sánchez alcanza 155.000 plazas, un 141% más que la acumulada por su predecesor en el cargo, Mariano Rajoy.
Dentro del concepto de productividad existen una seria de términos que hay que tomar en cuenta como palancas fundamentales que afectan a estas ratios: la tecnología, la organización de una empresa, la gestión de los RRHH y la calidad del proceso.
Los últimos datos de inflación interanual han sido peor de lo esperado, se ha situado en un 9,8% según los datos provisionales publicados por el INE, la cifra más alta desde mayo de 1985, cuando bajo la presidencia de Felipe González, estaba en un 9,9%. En otras palabras, una familia que pagó 100 en marzo de 2021 por su cesta de la compra, ahora tendría que pagar 109,80 para conseguir exactamente la misma cesta.
La productividad de las pymes españolas se coloca un 62% por debajo de las ventas por ocupado en las grandes empresas y por debajo de la media europea. Así, en la economía española un trabajador de una empresa con mayor tamaño vente por valor de unos 315.000 euros, mientras en una pyme lo hace por valor de 122.000 euros. Es decir, la productividad de una pyme está casi tres veces por debajo de una sociedad de mayor tamaño.
Por sus comentarios en Twitter o incluso su aparición en algunas entrevistas, Elon Musk puede parecer que vive en un continuo caos. Sin embargo, el cofundador de Tesla y SpaceX cuenta en realidad con una serie de normas y líneas rojas que le permiten organizarse mejor diariamente.
La pregunta del título de esta tribuna se la debería plantear en serio la vicepresidenta Yolanda Díaz, más preocupada por sus intereses políticos futuros que por los problemas de los trabajadores. Miremos la situación de nuestro atrófico y disfuncional mercado laboral. Vamos con algunos datos que quizá clarifiquen la respuesta.
La variación anual de la productividad por trabajador en España acumula un descenso del 7,6% desde en el trienio de 2018 a 2020. Este es uno de los grandes factores negativos del mercado laboral español, al que hay que sumarle un aumento de los costes laborales unitarios de 9,3% en el mismo periodo. Recogiendo de esta forma los datos de Eurostat, España lidera la caída de la productividad entre las principales economías europeas, y bajo el mandato de Pedro Sánchez acumula ya 14 trimestres con datos negativos.
En 1979, W. Arthur Lewis recibió el premio Nobel en economía por su análisis de la dinámica de crecimiento en los países en desarrollo. Merecidamente: su marco conceptual ha demostrado ser invaluable para entender y guiar el cambio estructural en varias economías emergentes.
Ya es de mal fario que sólo unos días después sacar pecho por los relativamente positivos del paro registrado en diciembre -mes tradicionalmente bueno por el efecto de las rebajas y las Navidades-, la factoría 'Sánchez&Díaz Producciones' se tope con Eurostat, la oficina europea de estadísticas, para devolverles a la dura realidad y recordar que España es el líder absoluto del desempleo de la UE, que por sexto mes consecutivo es la economía europea con mayor tasa de paro, el 14,1% duplicando la media de la zona euro, y que el desempleo juvenil llega al 30% con medio millón de menores de 25 años sin trabajo.
La economía española comienza un trimestre que ya se da por perdido en términos de crecimiento. Las razones son claras: la combinación del impacto de la variante ómicron del coronavirus y de una inflación que, frente a lo pronosticado hace meses, ni es coyuntural ni se limita a los precios de la energía.
El alza del empleo durante el año 2021 esconde una caída de la productividad española a cifras nunca vistas en la historia económica reciente de España. Pese que que el empleo ha recuperado ya las cifras previas a la crisis del coronavirus, la actividad sigue por debajo, lo que rebela que con el mismo nivel de empleo, la productividad es un 6,6% menor que al inicio de la crisis.
La economía española registra una caída sin precedentes de la productividad, que sigue 6,6% por debajo de los niveles previos a la pandemia, pese al crecimiento del empleo en 2021.
España lleva décadas sufriendo una baja productividad y un crecimiento mediocre de los salarios reales (descontando la inflación). Políticos, medios o analistas intentan buscar soluciones rápidas (salario mínimo, Ley Rider...) a un problema complejo y cuya solución permanente puede requerir de años de costosa transformación e inversión. El problema de la productividad tiene que ver, sobre todo, con la composición sectorial de la economía española, muy centrada en sectores de bajo valor añadido, poco intensivos en capital y cuyo crecimiento de la productividad es relativamente mucho más bajo. Dado el elevado peso de estos sectores, la economía de España se encuentra en una situación muy comprometida para afrontar los retos del futuro.
Los sectores mejor valorados en cuanto a productividad y resilencia son los servicios de información y comunicación -en particular, programación, consultoría y otras actividades informáticas-, los servicios de investigación y desarrollo, las ramas financieras y de seguros, así como las actividades profesionales, científicas y técnicas entre las que se encuentran el diseño especializado y la fotografía-, según el análisis sectorial de los retos futuros de la economía española del Banco de España.
Durante estos 15 años de vida de elEconomista, España ha completado un ciclo económico y comenzado otro con una recesión y recuperación completamente inéditas. Es una perspectiva más que razonable para evaluar qué ha sucedido durante este tiempo y, lo que es más importante, cuál es el estado de salud de los motores principales de España y qué perspectiva dejan para los próximos años.
Cuando se piensa en alguien como Jeff Bezos, es fácil suponer que el fundador de la mayor tienda online y ya mayor minorista del mundo, además de la persona más rica del mundo, tiene muchas cosas que hacer. Al menos, hasta que estaba al frente de Amazon hasta hace solo unos meses.
El mayor impacto que las crisis tienen en el bolsillo de los ciudadanos españoles respecto a sus homólogos europeos no se ha reducido con la recesión producida por la pandemia.