La energía eólica marina existe desde hace 30 años. El primer parque eólico marino se instaló frente a la costa de Dinamarca en 1991, y desde entonces la capacidad eólica marina total acumulada en el mundo ha crecido hasta los 35,3 GW. Aunque pueda parecer una cifra elevada, sobre todo teniendo en cuenta el plazo relativamente corto (en términos de infraestructura de generación de electricidad, al menos), en realidad está muy por debajo de lo necesario para alcanzar la plena descarbonización. El escenario neutral contenido en la estrategia a largo plazo de la Comisión Europea requiere de una producción de entre 400 y 450 GW de capacidad eólica marina para 2050. Esto equivale a más de 10 veces lo producido en el mismo periodo de 30 años que se tardó en construir nuestra capacidad inicial de 35 GW.
La tasa de absentismo laboral en Castilla y León se situó en la media nacional un 6,7 por ciento, tres décimas superior pero a nivel de la media nacional, según estimaciones de The Adecco Group Institute a partir de los datos sobre tiempo de trabajo recogidos en la Encuesta Trimestral de Coste Laboral que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según el V Barómetro Industrial del COGITI del periodo de 2021 y el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2021), elaborado por CGE, el peso total de la industria española está cayendo paulatinamente y existe la preocupación de que no se empleen los fondos europeos Next Generation de forma eficiente para revertir esta situación.
El precio de la luz sigue por encima de los 200 euros/MWh, los futuros del gas en Europa se han multiplicado por 4 en solo un año y los derechos de emisión de CO2 se encuentran en zona de máximos históricos. Ante la previsión de que persistan esta situación en 2022, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha solicitado al Gobierno la inmediata adopción de medidas adicionales a las ya tomadas. Una situación, señala, que además "se ve agravada por la ausencia de ofertas de suministro eléctrico a plazo, a precio fijo y razonable, pese a las medidas adoptadas para su fomento por la Administración".
La Comisión Europea (CE) ha aprobado la compraventa de la mayor parte de la división industrial ACS, que tiene como principal bastión la ingeniería Cobra, por Vinci. Bruselas concluye que la operación, valorada en hasta 5.580 millones de euros, no plantea problemas de competencia, "dadas las moderadas cuotas de mercado de las empresas en cuestión en los mercados afectados y la existencia de numerosos competidores alternativos".
Son varias postales las de estos días que con perfil político o tintes económicos marcan nuestro acontecer. Mientras la gasolina sube cual cohete, la luz, en uno de esos típicos líos made in Spain se dispara justo después de tanto ruido respecto a la nueva factura, a los pronunciamientos del Gobierno acerca de su abaratamiento, sin que nada de lo dicho dé resultado y el precio de la electricidad en España se encarama al incómodo liderazgo europeo, algo que nadie en su sano juicio acaba de entender. Que si una cosa u otra, lo cierto es que con el famoso recibo de la luz nos encontramos ante otro fracaso más.
ACS y Vinci han sellado el acuerdo vinculante de compraventa de la mayor parte de la división industrial del grupo español, que tiene como principal bastión la ingeniería Cobra, por entre 4.930 y 4.980 millones de euros en metálico.
La transformación digital de la economía española se ha acelerado en el último año como consecuencia de la pandemia y la generalización del teletrabajo. Para el sector de la industria, el reto consiste en aprovechar el menor coste de tecnologías ya existentes -como el 5G, la nube o el edge computing- para impulsar dicha digitalización y repensar la forma de sacarles partido.
Pese a un ligero repunte frente al mes anterior del 1.1 %, la actividad económica de México cayó un 9.4 % en agosto de 2020 respecto al mismo mes del año anterior por la caída del sector industrial y de servicios derivados de la pandemia del coronavirus, según datos oficiales difundidos este lunes.
Uno de las directrices que marcará la agenda de las empresas en los próximos años es la de la sostenibilidad. De hecho, el 37% de los fondos del Next Generation va a ir destinado al Pacto Verde. Aunque España está en el camino correcto, es necesario que se comiencen a tomar decisiones y se materialicen para no quedarse atrás. Esta es una de las conclusiones de la primera mesa del VII Foro Industrial, organizado por elEconomista, en el que el tema central ha sido la sostenibilidad.
El ISM manufacturero, que mide la actividad industrial, de agosto en EEUU subió 1,8 puntos hasta niveles de 56, el dato más elevado desde enero de 2019. Es el cuarto mes consecutivo tras la contracción de abril, que puso fin a un período de 131 meses consecutivos de crecimiento.
Empecé alguna de mis aventuras profesionales preparando suspensiones de pagos (así se llamaba entonces) de empresas. Sólo acepté trabajar para aquellas en las que vi soluciones. Unas salieron bien y otras mal. Los fracasos fueron por la incapacidad de sus stakeholders de ver las soluciones y, a veces, por la rapiña de personas y entidades ávidas de lucrarse de la desgracia de los empleados y directivos que perdieron su propiedad más importante: su puesto de trabajo. También, alguna vez fracasé por la incomprensión de Administraciones Públicas, que no supieron ver cómo su ayuda permitía salir adelante.
El grupo industrial estadounidense Honeywell obtuvo un beneficio neto atribuido de 1,081 millones de dólares en el segundo trimestre de 2020, lo que representa una caída del 29.8% en comparación con el resultado contabilizado por la multinacional en el mismo periodo de 2019, informó la compañía.
Si algo está dejando claro esta crisis del Covid-19 es la necesidad que tienen los países de contar con una industria fuerte. El peso de este sector en el Producto Interior Bruto (PIB) de España antes de la llegada de la pandemia era del 16%, mientras que en el 2000 rondaba el 19%, según el Barómetro Industrial 2019 elaborado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI) y el Consejo General de Economistas (CGE). Este dato se aleja del objetivo marcado por la Unión Europea, que recomendaba para el sector industrial un impacto en el PIB del 20%.
Las medidas de confinamiento dispuestas por el Ejecutivo para enfrentar la epidemia del Covid-19 siguen perjudicando a las exportaciones industriales que entre enero y mayo sumaron US$ 1,405 millones 606 mil, presentando una caída de -34%, informó la Asociación de Exportadores (ADEX).