Xi Jinping, actual líder de China, hizo pública el mes pasado su intención de recuperar el "socialismo" en el país. Una iniciativa basada en la "prosperidad compartida", término utilizado por Mao Zedong en la década de 1950 y recuperado ahora por Xi. Ahora, el presidente de la República Popular ha hecho públicos los pasos que tendrá que seguir el país para reducir la brecha entre pobres y ricos.
El Gobierno del milagro económico portugués ha agotado su tiempo. Las tensiones en el Ejecutivo de coalición -formado por socialistas y extrema izquierda- han terminado por estallar esta semana. Los socios del primer ministro, António Costa, han tumbado unos Presupuestos fundamentales en plena senda de recuperación tras la crisis del coronavirus, a pesar de los intentos del propio Costa para evitar este desenlace.
Desde que el Partido Comunista Chino (PCH) anunció su plan de reformas y de apertura económica, su objetivo era diferenciar la situación de pobreza del socialismo. Para ello, primero rompió con el régimen centralizado y luego permitió el enriquecimiento paulatino de una parte de la sociedad y de algunas regiones mediante el fomento de la inversión productiva. Así se construyó una sociedad moderna e interconectada como la china, en la que se producen los grandes avances del mundo en materias tan diversificadas como la tecnología, la biomedicina o las energías renovables con la colaboración público-privada. El objetivo de su presidente, Xi Jinping, al igual que el de sus predecesores es convertir a este gigantesco país en una sociedad en la que el sentimiento de igualdad no esté reñido con la riqueza, lo que el Gobierno de Pekín denomina prosperidad común.
El congreso número 40 del PSOE lo definió mejor que nadie un miembro de la ejecutiva entrante: A Valencia se viene a aplaudir, no a discutir. Lo dijo el valenciano Ximo (Joaquín) Puig en público antes de anunciar a los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González y tras comprobar que no había ninguna intervención solicitada para enmendar la ponencia de Santos Cerdán. Podemos dar por aprobada por unanimidad absoluta una gestión que es sencillamente impecable, dijo Puig, y se quedó tan ancho.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció la intención de los socialistas de abolir la prostitución además de continuar poniendo fin a leyes aprobadas en la época del Partido Popular, en concreto la reforma laboral y la denominada Ley Mordaza en el cierre del 40º Congreso Federal del partido en Valencia.
En su presencia es imposible no recordar que es la segunda mujer presidenta del PSOE en toda la historia del partido, ministra de Medio Ambiente durante el gobierno de Zapatero, ecologista de larga trayectoria y una de las artífices del documento "Por una nueva socialdemocracia", con el que Pedro Sánchez concurrió y ganó las primarias. Para ella la lealtad siempre ha tenido premio y es sin duda una de las mujeres más respetas y queridas del partido del puño y la rosa. "Me siento muy honrada por la responsabilidad que he ejercido estos años y estaré igualmente satisfecha con la tarea que se me encomiénde sea o no la Presidencia del PSOE", afirma. Si de muestra vale un botón ha coordinado las aportaciones de los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal de su partido para la ponencia marco del Congreso, que se celebrará la próxima semana. En él también moderará un debate sobre participación ecológica con Teresa Ribera, Anne Hidalgo y Juan Espadas. Cristina Narbona (Madrid, 1951) es una mujer amable, educada, profundamente de izquierdas y de firmes convicciones que no necesita alzar la voz para hacerse oír. Tiene un discurso que enlaza con la socialdemocracia clasica, donde las palabras díalogo y consenso son imprescindibles y es una gran conversadora, que no da puntada sin hilo. Tiene fama de ser una trabajadora incansable que pasa la mayoría de su tiempo en el Senado donde como vicepresidenta primera y portavoz de la mesa se suele alternar con el presidente especialmente en reuniones internacionales. Eso sí, reconoce que desde el pasado verano tiene una debilidad: su nieto. "Se llama a Hector que significa el que protege, me tiene embobada y es un incentivo más para seguir peleando por un mundo mejor", señala. Durante la entrevista no hay pregunta sin respuesta ni siquiera cuando le insistes en si hay hueco político para la nueva formación que está proyectando la ministra Yolanda Díaz; afirma que "el PSOE es el partido mayoritario de la izquierda en España y un claro referente de la socialdemocracia en Europa". Dice que en España urge la regulación del mercado de la vivienda, que los fondos europeos no son un arma electoralista y que hay que profundizar en un cambio de nuestro modelo productivo con mayor justicia social y fiscal.
Rainer Zitelmann (Frankfurt, 1957) es uno de los analistas más influyentes en Alemania. Atiende a elEconomista tras la presentación de su nuevo libro El capitalismo no es el problema, es la solución, que repasa algunos de los episodios económicos más importantes de la historia reciente. Dedica su tiempo a la divulgación económica. "La clave para el progreso es favorecer el libre mercado", subraya. El alemán, que es autor de 21 libros y colabora de manera habitual con los grandes medios internacionales, alerta sobre el fracaso de los modelos comunistas y socialistas.
Un economista socialista que rechaza la austeridad fiscal que exige el FMI ganó la primera ronda de las elecciones presidenciales de Ecuador y podría enfrentar a un candidato indígena antiminero en una segunda vuelta después de una pugna sorpresivamente estrecha por el segundo lugar.