
EEUU busca una guerra contra China por Taiwán
Las probabilidades de que estalle una guerra entre Estados Unidos (EE. UU.) y China en torno a Taiwán crecen rápidamente.
Las probabilidades de que estalle una guerra entre Estados Unidos (EE. UU.) y China en torno a Taiwán crecen rápidamente.
From boom to bust (del auge al estadillo). Esta expresión utilizada a menudo por los economistas anglosajones para definir cómo funcionan los ciclos de negocio y de la propia economía define a la perfección lo que ha ocurrido con la industria de los chips semiconductores en cosa de dos años y poco. TSMC, el mayor ensamblador y fabricante de chips, es un buen ejemplo de lo que está ocurriendo y de sus posibles implicaciones para la economía global.
Estados Unidos no cuenta con superioridad militar en Asia y se está destronando a sí misma como única potencia global, entre otras razones, porque está perdiendo, por su propia responsabilidad, ante sí misma –por extensión natural, también, ante otras naciones– el respeto y la legitimidad para actuar como si, todavía, lo fuera.
Estamos en 2027 y el mercado negro londinense de smartphones antiguos está en auge. Los coches de segunda mano se venden más rápido que cualquiera de los que salen de las cadenas de montaje británicas. Los apagones de Internet son habituales, la inflación se dispara y las listas de espera para los servicios públicos de salud se alargan de nuevo. Gran Bretaña está inmersa en una crisis mundial de semiconductores.
La guerra por el petróleo fue por muchos años la protagonista de los principales conflictos internacionales. Este preciado recurso, y el interés de las principales economías del mundo puestas en él, trajo consigo consecuencias devastadoras que desencadeno en guerras y millones de muertes.
El CEO de Tesla, Elon Musk, es considerado por algunos un 'hombre del Renacimiento', al prodigarse en tantas materias. Por si los coches eléctricos, los satélites, las criptomonedas, las redes sociales o la ingeniería biomédica fueran poco, Musk ahora toca una nueva disciplina: la política exterior.
Las entidades financieras globales, que aún se duelen de las pérdidas multimillonarias en Rusia, ahora están reevaluando los riesgos de hacer negocios en China después de una escalada de tensiones sobre Taiwán. Los prestamistas, incluidos Societe Generale, JPMorgan y UBS, han pedido a su personal que revise los planes de contingencia en los últimos meses para administrar las exposiciones, según fuentes cercanas a las operaciones.
El 2 de julio de 1997, el baht tailandés se derrumbó. Tras una oleada de ataques especulativos, el gobierno se quedó sin reservas de divisa extranjera y ya no pudo mantener la fijación cambiaria respecto del dólar. Así pues, dejó flotar al baht, que entró en caída libre. Numerosas corporaciones tailandesas (financieras y no financieras) que estaban muy endeudadas en dólares se declararon en quiebra. Fue el comienzo de la crisis financiera asiática.
Tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán, China disparó misiles contra seis zonas que rodean a Taiwán y envió aviones de combate a través de la línea media del estrecho de Taiwán. Algunos de esos misiles cayeron en la zona económica exclusiva (ZEE) de Japón, amenazando a los barcos de pesca de la isla japonesa de Yonaguni, que está a sólo 68 millas (110 kilómetros) de Taiwán.
Intel y Brookfield Asset Management han cerrado un vehículo de inversión de 30.000 millones de dólares para levantar fábricas de semiconductores en Estados Unidos, tal y como ha anunciado la primera en un comunicado. Ambas compañías habían firmado en febrero un memorando de entendimiento para buscar nuevas formas de financiación en el sector, que ahora se concreta con el acuerdo dado a conocer este martes.
La llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán y el crecimiento de las tensiones con China a raíz de este acontecimiento supusieron un nuevo jugador en el tablero de las circunstancias que tensan la situación económica mundial, en el que ya jugaban la inflación, la recesión y las duras políticas monetarias de los Bancos Centrales.
Aumenta la tensión entre China y Taiwán por la polémica visita a esta última isla de Nancy Pelosi, la presidenta del Congreso de Estados Unidos, el martes. Pekín ha decidido sancionar a la política estadounidense, la tercera autoridad de EEUU, y a su familia. También ha cortado los contactos a nivel militar, judicial y climático con Washington. Y por si esto fuera poco, ha enviado buques de guerra a través del Estrecho de Taiwán, algo que no sucedía desde hace años.
La República Popular de China ha movilizado su fuerza naval para presionar a Taiwán y de paso a su principal aliado: Estados Unidos. Una acción que complica más el nuevo desafío geopolítico que se abre para el mundo. Sin embargo, el mercado no se cree hasta la fecha que la tensión diplomática entre Pekín y Washington derive en otro conflicto armado entre superpotencias, o que pueda afectar a la economía global y por extensión a los mercados financieros.
Dentro de la tranquilidad con la que las bolsas afrontan la tensión entre China y Taiwán, hay un sector que empieza a resentirse. Se trata del ámbito de los microprocesadores, ya que varios de sus principales fabricantes se encuentran en suelo taiwanés. Por ahora, no se trata de un revés alarmante, ya que los descensos de estas firmas en bolsa se limitan a un 4% en cinco días. Pero conviene vigilar su evolución.
El ejército chino movilizó unas maniobras militares históricas sobre Taiwán. Estos ejercicios a modo de simulacro con fuego real se prolongarán hasta el domingo y, según el Ministerio de Defensa de la isla, suponen un "bloqueo marítimo y aéreo". Estas pruebas balísticas sin precedentes se reconocen como un movimiento de provocación y escalada de la tensión tras la visita de la presidenta del Congreso de EEUU, Nancy Pelosi.
¿Por qué no irse de compras antes de desatar la tercera guerra mundial? Por suerte, la visita de la congresista congresista norteamericana no acabó tan mal, pero por si acaso ella no se perdió su jornada de compras antes de aterrizar a Taiwán.
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha aterrizado este martes en Taiwán. Su llegada a Taipéi, la capital, se ha producido a las 22:45 horas en horario local (las 16:45 horas en Madrid), según FlightAware. Es la primera visita en 25 años de un representante estadounidense de su rango, lo que ha elevado la tensión en la región y (una vez más) entre EEUU y China, las dos mayores potencias del mundo. La política norteamericana demócrata ha hecho estos días una gira por distintos países asiáticos, tras lo cual, ha aterrizado en un aeropuerto cercano a la capital de Taiwán. Una situación que está teniendo su repercusión en los mercados.
La comunidad aragonesa realizó exportaciones a este estado por valor de 18 millones de euros en el año 2021, lo que supone un 11% más que en el mismo período del año anterior.
La posibilidad de un ataque chino contra Taiwán puede tener consecuencias mucho mayores, incluyendo una recesión global, que la invasión rusa de Ucrania debido al importante papel de Taipei en la economía global, según destacan expertos como el analista estadounidense en China y presidente de la Iniciativa de Política de China (CPI) en el America First Policy Institute, Steve Yates.
La Comisión Europea decidió el jueves iniciar acciones legales contra China ante la Organización Mundial del Comercio por las restricciones comerciales impuestas por Pekín a productos y componentes procedentes de Lituania, tras fracasar los intentos de resolver el conflicto bilateralmente.