El inicio de la pandemia cambió para siempre, en menor y menor medida, algunos conceptos en torno al trabajo. El de la ubicación, con el teletrabajo y los formatos híbridos es, desde luego, el que más parece haber llegado para quedarse en algunos sectores. Por ello, también en los últimos meses hemos visto cómo algunos países se intentaban posicionar con ayudas fiscales o facilidades para atraer a emprendedores, en busca de conseguir también que trasladaran su negocio.
Con la nueva normalidad cada vez más asentada, muchos empleados se han encontrado con la decisión definitiva de sus empresas en torno a la presencialidad en los puestos de trabajo. Algunas han optado por un modelo híbrido, con algunos días de teletrabajo marcados y otros fijos en la oficina. Otras, con modelos más flexibles y, algunos incluso, por los modelos 100% remoto al valorar que el experimento forzoso de los meses de pandemia ha salido bien.
En los últimos años, a raíz de la pandemia, se ha hablado mucho de términos y fenómenos relacionados con la exigencia (y la autoexigencia) en el trabajo. Desde cómo el teletrabajo forzoso hizo que las barreras entre lo laboral y lo personal se volvieran mucho menos rígidas, a la denominada 'Gran Dimisión': la salida de trabajadores que dejaban sus empleos en busca de nuevas posibilidades que le permitieran conciliar más.
Sin duda, el teletrabajo y los modelos híbridos se han posicionado como una de las grandes herramientas para retener el talento. Una realidad que las empresas no deberían pasar por alto teniendo en cuenta que estamos asistiendo a lo que se ha denominado la Gran Renuncia: miles de trabajadores están renunciando voluntariamente a sus puestos. De hecho, solo en 2021, más de 38 millones de personas abandonaron su trabajo en Estados Unidos, lo que equivale, aproximadamente, a una renuncia del 3% del total de empleados cada mes.
Con la llegada del verano la gran mayoría de personas se van de viaje, sin embargo, no todo el mundo es tan afortunado, y a la vez que se van a su lugar de vacaciones, la playa o el pueblo, también tienen que llevar el ordenador para teletrabajar. Es importante no bajar la guardia, y por eso hoy te vamos a recordar cinco consejos para mantener tus equipos y la información que hay en ellos segura.
El teletrabajo ya se ha convertido tras casi dos años de pandemia en algo común en la vida de muchas empresas y trabajadores. La pregunta es: ¿qué quedará de todo ello cuando se supere la situación sanitaria definitivamente?
Muchos trabajadores no son capaces de dejar de lado sus funciones laborales tras completar su horario o en vacaciones y el modelo de teletrabajo ha incrementado esta tendencia.
El 27% de las empresas españolas no permite el teletrabajo frente a un 47% que aplica esta organización para parte de sus puestos, según una encuesta de Adecco Learning & Consulting. Los datos contrastan con la información elaborada por la Encuesta de Población Activa (EPA) que en el primer trimestre de este año calcula que de 16,93 millones de asalariados, 15 millones, el 88,8%, no teletrabaja ningún día.
En situaciones de teletrabajo o trabajo en remoto, la empresa tiene que emitir unas órdenes claras y por escrito para saber cómo se tiene que actuar, según establece el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), en sentencia de 2 de junio de 2022.
La vuelta a la oficina tras estos largos meses trabajando desde casa ha generado un sinfín de problemas en los empleados: ansiedad, estrés, problemas de conciliación. Algunas empresas han querido paliar estos problemas imponiendo el trabajo híbrido, de tal manera que los trabajadores puedan readaptarse con mayor facilidad. No obstante, esta situación no está siendo sencilla para gran parte de la población, por lo que los expertos han identificado cinco aspectos que pueden hacer que el regreso sea menos doloroso.
Los muy comentados y vagamente regulados controles telemáticos que puede manejar una empresa para controlar la actividad de sus trabajadores mientras están efectuando su jornada en remoto son válidos para justificar el despido de un trabajador que excede las horas de descanso pactadas. Así lo ratifica una sentencia del TSJ de Castilla y León ante el recurso de un trabajador de Salamanca que ya había perdido en primera instancia ante la empresa.
La lucha por poblar la España vaciada ha sido uno de los principales desafíos de los gobiernos. Tras dos años de pandemia y la llegada del teletrabajo, miles de ciudadanos han decidido cambiar sus modos de vida y han decidido migrar a otros rincones del país como pueblos o zonas rurales.
Con la llamada vuelta a la "normalidad" tras la pandemia del coronavirus, se retoman hábitos de la vida como los relacionados con el trabajo. Pero no para todos. Algunas empresas han decidido mantener la flexibilidad y ofrecen a sus trabajadores el formato híbrido que les permite trabajar tanto en casa como en la oficina, otras mantienen el teletrabajo como única opción, pero también están esas empresas que echan de menos a sus trabajadores y que para atraerlos a volver al espacio físico aplican particulares estrategias.
La pandemia del coronavirus trajo bajo el brazo el teletrabajo como única opción para mantener la productividad y la estabilidad laboral, en aquellas actividades que no fueron de 'primera línea'. Fue la herramienta que se usó y que se sigue usando en muchas empresas flexibles en diferentes formatos, ya sea 100% en telemático, o 50/50 en híbrido: casa y oficina. Este nuevo concepto ha revolucionado el campo laboral ya que, incluso, ha hecho que los Gobiernos barajen por estos días la posibilidad de acotar la semana de trabajo a 4 días.
La compañía japonesa Ricoh, conocida hasta la pandemia por sus equipos de impresoras y multifunción, le ha dado la vuelta a su actividad como si se tratara de un calcetín en los dos últimos años. Su presidente en Iberia, Ramón Martín, nos explica en esta entrevista ese cambio hacia una firma de soluciones de digitalización.
El teletrabajo forzado por la pandemia de Covid-19 ha dado un vuelco en muchos sentidos a la forma en la que tanto empleados como empresas entienden la relación con los espacios de trabajo.
Si te sientes desmotivado o quemado en el trabajo, es más posible que nunca que no estés desde luego solo. Al igual que se viene advirtiendo desde hace meses en Estados Unidos con fenómenos como la denominada Gran Dimisión, los españoles también parecen estar tocando techo en sus niveles de falta de interés, apatía y desmotivación en el trabajo.
El hombre más rico del mundo parece haberse hartado de todo este negocio de trabajar desde casa. Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, se metió en el debate sobre el regreso a la oficina en Twitter al elaborar un correo electrónico que aparentemente envió el martes al personal ejecutivo del fabricante de automóviles eléctricos.
Hace ahora poco más de un año, Telefónica Tech lanzó en el mercado español un servicio de ciberprotección diseñado especialmente para las pymes bajo la marca Tu Empresa Segura. La iniciativa consta de tres paquetes (básico, avanzado y premium) que, además de ofrecer protección ante ataques informáticos, también incluye asesoramiento de consultoría y formación a los empleados y directivos.
Vodafone España convertirá al teletrabajador en una nueva categoría de mercado. Ante el fenómeno de los nómadas digitales, el operador de telecomunicaciones ha diseñado un paquete de productos y servicios a la medida de este pujante colectivo. De la misma forma que ya existen ofertas específicas para particulares, empresas, pymes y administraciones, la compañía ha abierto su abanico comercial por medio de un paquete de soluciones que incluye todo lo necesario para trabajar a distancia, con fibra, 5G, dos líneas de móviles, portátil y software de productividad.
Que el teletrabajo forzoso que ocasionó la pandemia ha cambiado el empleo en algún sentido para siempre está claro. Con sus pros y contras, el trabajo híbrido y el empleo completo en remoto son ahora términos mucho más habituales en todas las empresas y, aunque varias encuestas dejan claro que no es la versión preferida de muchos trabajadores, un nuevo sondeo explora cómo ha afectado a los que sí que se han acogido a estas nuevas modalidades en España.
A estas alturas, ya ha quedado bastante claro qué empresas han apostado totalmente, a medias o de ningún modo por el teletrabajo o incluso por el trabajo híbrido. Apple se encuadra claramente en el tercer grupo.
El Gobierno se comprometió en mayo del pasado año con los sindicatos a regular el teletrabajo en la Administración antes de diciembre de 2021. En concreto, fue el entonces ministro de Función Pública, Miquel Iceta, el que firmó el pacto con las centrales. A la vista está que el acuerdo pactado no se ha cumplido. De hecho, hace pocos días la nueva responsable de la cartera, la ministra María Jesús Montero, volvió a retrasar hasta octubre la regulación del trabajo a distancia para los empleados públicos. Ni que decir tiene que esta nueva demora ha generado un importante malestar entre los funcionarios, que no entienden por qué se sigue postergando la normativa. "Se utilizan excusas pasajeras, pero nadie comprende qué es lo que ocurre", indican desde un sindicato público. No obstante, en el entorno del Gobierno sí tienen clara la causa que está llevando a la también ministra de Hacienda a dar largas. Por lo visto, la dificultad que esta modalidad de trabajo a distancia genera a la hora de controlar la efectividad y la productividad de los funcionarios es un argumento de peso que retrasa la puesta en marcha de la normativa. "Sin la presencialidad de los funcionarios es muy complicado saber si alguien está realmente cumpliendo con las tareas encomendadas o si realmente está perdiendo el tiempo", explican.12/05 | El Economista
elEconomista.es
Google ha anunciado nuevas funciones desarrolladas con Inteligencia Articifial (IA) en el Google Workspace enfocadas a mejorar el trabajo híbrido con herramientas como la transcripción de las videollamadas o como la reconstrucción de retratos para mejorar la calidad de vídeo.
La pandemia por coronavirus parece que empieza a quedar definitivamente atrás, aunque aún está en duda de cuántos de los muchos cambios que trajo en el ámbito laboral han llegado para quedarse.
Desde el inicio de la pandemia, el auge del trabajo en remoto ha crecido sin cesar. Y, dentro de ello, también ha aumentado un perfil específico, el de los nómadas digitales: trabajadores que se plantean desarrollar su actividad desde cualquier parte del mundo con una conexión a internet.
La pandemia de covid ha marcado un antes y un después en las empresas. Pese a que muchas compañías han vuelto al modelo clásico de trabajo presencial, otras han apostado por el teletrabajo. Esta es la opción preferida por la mayoría de los empleados, ya que supone un ahorro en tiempo y en costes, además de una ayuda a conciliar la vida familiar.