A partir de ahora, Foxconn dejará de pagar indemnizaciones a los familiares de trabajadores suicidas ya que estas compensaciones "no van a evitar más suicidios". El pago fijado actualmente para estos casos asciende a 1000.000 yenes (12.244 euros), una cantidad que, según la compañía, es suficiente para motivar por sí sola "suicidios voluntarios" para lograr sacar a las familias de su situación de pobreza extrema. Esta indeminización no está fijada por ley.
La agencia china Xinhua mencionó ayer algunos de los carteles en la planta de Foxconn en Shenzhen diciendo que la compañía tenía "pruebas concretas" de que algunos de sus empleados que se suicidaron recientemente lo habían hecho con el fin de ganar dinero para indemnizar a sus familias.
"La medida es errónea. La vida es preciosa. Para evitar tales tragedias, Foxconn va a dejar de abonar una compensación distinta a la prevista por la ley", comentó Xinhua.
Foxconn, empresa que fabrica productos para Apple, HP y Dell, entre otras, ha anunciado dos aumentos salariales en las últimas dos semanas a los trabajadores de la gran planta en Shenzhen. Además, el presidente de Hon Hai, Terry Gou, el hombre más rico de Taiwan, también dijo el martes a los accionistas que limitaría las horas extraordinarias en las plantas de China a no más de tres al día.
Subida de precios
Los incrementos salariales propuestos por Foxconn tienen su contrapartida: la empresa ha anunciado que pretende subir los precios a sus clientes para ayudar a contrarrestar el incremento salarial, que afectará únicamente a la planta del sur de China afectada por la serie de suicidios.
En su primera reunión con los accionistas en Hong Kong desde estas muertes, ejecutivos en Foxconn, propiedad de la taiwanesa Hon Hai Precision Industry, dijeron que la compañía esperaba alcanzar un consenso con los clientes este mes.
Los suicidios y la polémica se producen en medio de crecientes disturbios laborales en el sur de China, en la principal región manufacturera del mundo, donde millones de trabajadores procedentes de zonas más pobres del país fabrican artículos para grandes compañías internacionales.
Sobre la repercusión del incremento de precios en los consumidores finales, "en el corto plazo es bastante improbable que puedan trasladar el aumento de costes a los clientes, pero en el largo plazo es razonable (...) los clientes pueden necesitar compartir parte del coste", dijo Chialin Lu, analista en Macquarie Equities Research en Taipei.