Arantxa Sánchez Vicario ha convertido al equipo español de Copa Federación en noticia y no precisamente por sus buenos resultados. Las polémicas que ha protagonizado su nombramiento como capitana ha desvelado las tensiones internas existentes en el seno de este conjunto desde la retirada de la propia Arantxa y de Conchita Martínez. | ¿Por qué cargó Arantxa contra Anabel?
Unas tensiones que vienen de lejos y que tienen que ver con el propio 'dominio' que ambas tenistas ejercían sobre el resto de españolas cuando, en los 90, eran dos de las raquetas más prestigiosas del circuito femenino de la WTA. Control en el que Arantxa siempre tuvo más poder que Conchita.
Según fuentes cercanas a la Federación Española de Tenis (RFET), el perfil más callado de la aragonesa le dio un papel preponderante. Eso y el apoyo constante de algunos directivos importantes dentro de la propia RFET.
Semejante dominio de Arantxa nunca gustó al resto de tenistas españolas. La mayoría se quejaba de su exceso de influencia y de cómo su presencia eclipsaba constantemente los éxitos abundantes que el resto conseguía.
Había vida más allá de Sánchez-Vicario y Conchita, pero los titulares de prensa siempre hablaban de este exitoso dúo, pareja, por cierto, que nunca se llevó bien cuando lideraban las pistas.
Fue la retirada de ambas lo que favoreció una relación que ahora se podría calificar de 'meramente profesional'. Durante muchos años dejaron de dirigirse la palabra en privado.
Precisamente el adiós de Arantxa prendió la mecha de las tensiones actuales. En 2002 la catalana anunció su despedida de las pistas. Sin embargo, dos años después regresó para jugar algunos torneos de dobles. Su objetivo era disputar los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y lograr, así, la histórica presencia de una deportista nacional en cinco JJOO consecutivos (Seúl, Barcelona, Atlanta, Sidney y Atenas).
Ése deseo era, para muchas de sus compañeras en la RFET, un capricho que ponía en peligro los objetivos de la delegación española. Arantxa no tenía nivel para competir, pero, pese a ello, participó.
Lo hizo, casualmente, junto a Anabel Medina, la tenista a la que este miércoles calificó de jugadora "muy problemática" como justificación para su no inclusión en el equipo español ante Eslovaquia.
Ambas cayeron en primera ronda, para desesperación de Anabel y de las tenistas que no jugaron esos Juegos por la inclusión de Arantxa en el dobles.
Vacío de liderazgo y la elección de Arantxa
Tras jugar en Atenas, Arantxa anunció, esta vez sí, su adiós definitivo. Conchita seguía jugando pero su presencia en la Copa Federación era, cada vez más, testimonial. Fue en 2006 cuando colgó la raqueta.
En aquel instante el liderazgo en el tenis femenino de nuestro país quedaba libre, pero ninguna de las tenistas nacionales supo ejercerlo o, mejor dicho, todas se lo disputaron en lo que fue el inicio de una lucha de 'gallos' que no tuvo ganador.
Según fuentes de la RFET consultadas por EcoDiario.es, estas luchas de poder salieron a la luz cuando se decidió cambiar la capitanía del equipo de Copa Federación. La mayoría de protagonistas apostaba por el relevo, pero ninguna de sus raquetas se ponía de acuerdo en quien debía ser el/la elegido/a.
Que finalmente fuera Arantxa la 'fichada' para el cargo no gustó demasiado a las jugadores porque era devolverle el protagonismo que antes les había 'robado' y que ninguna supo ejercer. Además, la ex campeona de Roland Garros no volvió en silencio, sino que lo hizo rodeada de la polémica por su biografía y el ataque de su familia.
Las primeras filtraciones del contenido del libro salieron a la luz el mismo fin de semana que España jugaba una importante eliminatoria contra Rusia, la primera de Arantxa en el banquillo de España.
Todo ello enturbió el panorama hasta el pasado miércoles, cuando las palabras contra Anabel Medina acabaron de provocar este tsunami de tensiones "impensable" en el equipo masculino, según las fuentes consultadas por EcoDiario.es
Tensión "impensable" en el equipo español
En el conjunto de la Copa Davis, Nadal ejerce su liderazgo dentro de la pista, pero fuera de él lo hace para acaparar y unir voluntades. Todos sus compañeros ven en él un aliado y en su actitud humilde, un ejemplo para ser una piña incluso en los momentos más complicados.
Sólo así se explica éxitos como el título alzado en Argentina en 2008 sin Rafa en la pista. Esta unión también se ha comprobado cuando Rafa, Feliciano, Verdasco o Ferrer anunciaron, el pasado mes de diciembre, tras ganar también a Argentina en Sevilla, su posible no presencia en futuras eliminatorias para preparar los Juegos de Londres 2012.
Algún tenista amagó con 'rajar' pero el incendio quedó en conato, en parte por esta unión, y en parte por el compromiso de algunos de los miembros de este póker de maestros de regresar con el equipo español. En la pasada ronda contra Austria, Ferrer volvió a jugar y Nadal no lo hizo por las molestias en su rodilla derecha. El número 2 del mundo había anunciado su presencia, pero sólo la tendinitis frenó su promesa.