El día de nuestro cumpleaños no es un día como otro cualquiera. Aunque todos los años celebramos ese día tan señalado en el calendario, esta fecha tiene mayor importancia durante nuestra infancia. Cuando somos pequeños los cumpleaños se viven con más intensidad e ilusión que nunca y si no que se lo digan al pequeño Theo.
Theo es un niño estadounidense de cuatro años, que como regalo de cumpleaños le pidió a su padre el dinosaurio más grande del mundo. Ante esta petición casi imposible, cualquier padre le hubiera regalado a su hijo un dinosaurio de juguete o algo similar. Sin embargo el padre de Theo, Andre Besson quería hacer realidad el sueño de su pequeño.
Andre Besson, buscó por cielo y tierra un dinosaurio que cumpliera las características suficientes para su hijo, pero a pesar de su intento no tuvo éxito. No fue hasta que su mujer le propuso contactar con Tamba Park, un parque temático de dinosaurios, que lograría finalmente su dinosaurio.
Tras contactar con el parque en cuestión, el padre compró un dinosaurio llamado Chaz de casi tres metros de altura y dos toneladas de peso, además de un dinosaurio de menor tamaño llamado Dave. En total, este padre estadounidense, se gastó casi 1200 euros en el regalo de su pequeño.
Llegado el día de su cumpleaños, Theo no pudo esconder la emoción de tener por fín sus propios dinosaurios, e incluso no quería salir de su casa para estar siempre a su lado. Sin ninguna duda, este pequeño recordará toda su vida el fantástico regalo que recibió por su cumpleaños.
