Todos y cada uno de nosotros tenemos estilos de vida muy diferentes. Si ya los gustos en la música o tipo de series o películas varía no coincide en muchos casos, llevar una vida igual a otra persona es casi imposible. En nuestra vida, pasamos por diferentes situaciones que la hacen única e inigualable. Estas situaciones no siempre son buenas o malas, pero son las que con el paso del tiempo hemos vivido.
Las cosas o situaciones que hemos pasado en algún momento de nuestra vida son nuestras y estamos en el derecho de contarlas o no, guardando así nuestros secretos. A veces somos nosotros los que no queremos que nadie se entere de algo nuestro pero en otras ocasiones, tenemos que guardar el secreto de otra persona.
Guardar un secreto puede parecer fácil y revelarlo o no depende mucho de la manera de ser de una persona. De igual modo, aunque queramos que nadie se entere de nuestro secretos, existe una sensación que nos tienta a revelarlos a otras personas.
En la Universidad de Columbia, se han realizado una investigación sobre el los secretos de los seres humanos y gracias a ella, podemos sacar algunos puntos clave que nos explican por qué aparece esa tentación.
¿Cuantos secretos guarda una persona de media? Según esta investigación, las personas guardar de media 13 secretos, sin embargo no todos cuentan con el mismo nivel de importancia.
¿Cuáles son los secretos más guardados? Los secretos que habitualmente guardan las personas están relacionados con el sexo, la pareja, la infidelidad y la traición.
¿Nos puede afectar mentalmente guardar un secreto? Al pensar constantemente en nuestros secretos, les estamos dando mayor importancia o prioridad que a otras cosas de nuestra vida y eso nos puede generar ansiedad o angustia.
¿Por qué tenemos la tentación de revelar los secretos? Al revelar un secreto, una persona siente la sensación de que se ha quitado un peso de encima pero realizarlo no siempre es beneficioso. La tentación de decir un secreto se basa más en la sensación de liberación que en el bienestar real de una persona.