Los niños pequeños son muy inteligentes. A pesar de que le tenemos que ayudar en la gran mayoría de acciones, rápidamente aprenden a hacerlas por ellos mismos. Puede que haya alguna acción que les cueste más que otras, sin embargo una vez la aprenden es muy fácil que la vuelvan a repetir.
Esta habilidad que tienen los niños de aprendizaje y adaptación, hay que aprovecharla para que comiencen una serie de rutinas de higiene. Además de lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, es importante que aprendan otros hábitos como el de mantener una buena higiene bucodental. Ya sabemos que sus dientes todavía son los de leche y a pesar de que los cuiden se les van a caer, sin embargo al estar acostumbrados, mantendrán este hábito en el futuro.
Consejos para que los niños tengan una correcta higiene bucal
Dieta sana: Una dieta sana es fundamental para tener una buena salud en general. En el caso de los dientes, necesitamos alimentos que nos ayuden a mantenerlos fuertes como los que son ricos en calcio. Es por ello que se recomienda consumir la cantidad necesaria diaria de lácteos.
Contacto con el cepillo: Cuando los niños son pequeños no saben utilizar correctamente el cepillo pero no por ello no pueden intentarlo. Al intentar recrear lo mismo que nosotros hacemos con el cepillo de dientes, les será más fácil aprender la técnica ya que estarán más familiarizados con este objeto.
Lavarse los dientes 3 veces al día: Lavarse los dientes después de cada comida es imprescindible para eliminar las bacterias de nuestra boca. A pesar de que es necesario hacerlo siempre, se recomienda hacer más hincapié a que se laven los dientes antes de acostarse ya que es cuando más tiempo pasa hasta que nos volvemos a lavar.
Evitar bebidas azucaradas: Aunque por lo general no es recomendable que los niños tomen bebidas azucaradas, todavía lo es más cuando acaba de lavarse los dientes. El azúcar es muy perjudicial para los dientes y si bebemos bebidas con gran cantidad tras lavarnos los dientes, estos volvería a estar sucios.
No usar productos con flúor: Muchos productos de higiene bucal contienen gran cantidades de flúor para mantener la boca limpia. Este compuesto puede dañar a los niños ya que no saben escupir bien y se lo pueden tragar. Es por eso que se recomienda utilizar productos infantiles especializados.