Aunque todas las fiestas importantes del año cuentan con una larga historia, Halloween es la que más leyendas tiene a sus espaldas. Esta fiesta tiene que ver con espíritus, brujas y todo tipo de extraños seres que aparecen entre la oscuridad, por lo que es normal que se hayan creado todo tipo de mitos a su alrededor. Las experiencias paranormales siempre han sido un tema que ha llamado mucho la atención, ya sea por el miedo que da o por lo enigmático que es. Sea como sea no hay que poner en duda que Halloween es una de las fiestas más llamativas de año y que desde hace cientos de años haya supersticiones sobre ella.
Supersticiones de Halloween
Comer moras después de Halloween: Antiguamente en la zona de Reino Unido, existía una superstición que aconsejaba no comer moras una vez acabada la fiesta de Halloween. Durante este día un fantasma conocido como Púca profana este fruto salvaje, por lo que comerlo era algo malo para las personas.
Niños con poderes paranormales: Antiguamente existía una teoría relacionada con los niños y niñas que nacían durante la fiesta de Halloween. Al contrario que otros niños, estos nacerían con el poder de ver a los espíritus por lo que tenían un poder de otro mundo.
Mover un palo ardiendo para tener buena suerte: Otra tradición relacionada con Halloween era una que tenía lugar en Escocia. Para asegurar su buena suerte, los escoceses cogían un palo ardiendo y lo agitaban por el aire.
Lanzar una piedra blanca a la hoguera: En Gales existía una tradición que se basaba en lanzar una piedra blanca a la hoguera durante la fiesta de Halloween. Esto lo tenía que hacer cada miembro de la familia con el objetivo de conocer su futuro. Al día siguiente si faltaba alguna de las piedras lanzadas significaba que uno de ellos fallecería antes del próximo Halloween.
Cantar con una antorcha en la mano: Una superstición del siglo XVII tenía que ver con las cosechas y su productividad tras la fiesta de Halloween. En aquella época para proteger sus cultivos, los agricultores recorrían sus campos con una antorcha en la mano y cantando alguna canción cómo ritual para proteger su cosecha durante la noche de Halloween.