No hay peor mala suerte que la de aquel que acaba de lavar su coche y cuando vuelve se lo encuentra completamente sucio por culpa de las heces de los pájaros. Somos muchas las personas que hemos tenido que vivir este indeseable percance, el cual además de dejarnos con el coche totalmente sucio, puede llegar incluso a ser dañino para su pintura.
A diferencia de la mayoría de animales, las aves defecan y orinan al mismo tiempo. Estos animales no poseen lo que se conoce como vejiga y recto, sino que eliminan sus desechos a través de un órgano conocido como cloaca, el cual tiene uso intestinal como uso reproductivo. De esta forma, las aves no generan heces y orina de forma independiente sino que sus desechos son una mezcla de ambas cosas.
¿Por qué las heces de pájaro daña la pintura?
Teniendo en cuenta que los desechos de los pájaros son una mezcla entre heces y orina, este cuenta con un nivel mucho mayor de acidez, lo que lo convierte en un fluido corrosivo en cierta medida. Si este permanece sobre la superficie de un vehículo durante un tiempo, este podrá penetrar en las primeras capas del vehículo, dañando de esta manera su pintura.
Las posibilidades que existen de que las heces de un pájaro dañen la pintura, dependen directamente de dos factores. Por un lado está el tiempo de exposición al que se encuentre el vehículo una vez haya caído sobre su superficie los desechos del pájaro. Por el otro, los rayos del sol los cuales hacen que la pintura se caliente y se expanda, facilitando así que las heces puedan dañarla.
Si bien no todas las personas disponen de una plaza de garaje para evitar que su vehículo acabe lleno de heces de pájaro, existen otras cosas que se pueden tener en cuenta para minimizar los daños. Eliminar cuanto antes el excremento es fundamental para ello, de la misma manera que hacerlo con agua y un paño de microfibra para evitar así rayaduras. También hay que tener en cuenta que no se debe eliminar estas heces con el limpiaparabrisas en el caso de que haya caído sobre la superficie del cristal. Las heces de los pájaros pueden tener restos sólidos que rayen la luna del coche.
