En 1876 se inventó la nevera, y aunque tardó un tiempo en convertirse en uno de los electrodomésticos indispensables en las cocinas de cualquier hogar, este aparato finalmente cambió la forma en que conservamos y consumimos los alimentos.
Y, sin embargo, a día de hoy seguimos dando por hecho que estamos aprovechando al máximo su propósito. No son pocos los que tiran un pedazo de pollo o cerdo en el congelador para evitar que se eche a perder en el interior de la nevera. ¿Cuántas veces has arrojado un trozo de carne solo porque no estás seguro de cuánto tiempo ha estado allí? Es posible que te sorprenda descubrir el tiempo que puede durar la carne en la nevera antes de estropearse.
Si bien el refrigerador es un electrodoméstico que nos permite almacenar alimentos de manera segura durante períodos de tiempo más largos de lo que permite la temperatura ambiente, existe un límite en cuanto a los diferentes tipo de carne. Es por ello que hoy hablaremos sobre algunas pautas básicas para conservar la carne en la nevera.
Carne de vaca

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Puedes almacenar carne asada y filetes de ternera en la nevera de manera segura durante tres o cinco días. Asegúrate de consumir hígado, riñones o lengua en un plazo de dos días. Si el envasado del producto incluye una fecha de caducidad, se recomienda cocinar o congelar la carne antes de ese plazo de tiempo. En caso de que la carne de vaca se torne marrón y esté pegajosa al tacto, es posible que se haya echado a perder.
Cerdo

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Cuando compres chuletas de cerdo frescas, carne para asados o costillas, asegúrate de cocinarlos o almacenarlos en el congelador dentro de tres a cinco días. El hígado de cerdo, por su parte, es más corto: se recomienda consumirlo durante un período de tiempo de uno a dos días.
Pollo

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Es importante usar los alimentos de manera oportuna para ayudar a mantener la frescura y la calidad. En el caso del pollo, su período de almacenamiento en la nevera es mucho más corto que el de la carne de vaca o cerdo; se aconseja consumirlo en uno o dos días después de su compra.
Carnes molidas, picadas y filetes

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Para las aves de corral crudas, carnes molidas o picadas, se recomienda cocinarlo como muy tarde a los dos días. Los cortes más grandes como los asados, los filetes y las chuletas, se pueden almacenar un poco más, pero se deben usar dentro de los cinco días. En caso de que no tengas tiempo, simplemente congela la carne con una bolsa de plástico con cierre o un artículo preparado para su almacenamiento, ya que la congelación detiene el crecimiento de bacterias.