¿Quién no busca conseguir un buen bronceado en verano? Si es tu caso, muy probablemente te hayas topado con varias y molestas quemaduras producidas por la luz del sol. En verano estamos mucho más expuestos al sol y al calor, y es posible que te acabes quemando alguna que otra vez si frecuentas lugares al exterior, como la playa por ejemplo.
Ya lo hemos explicado antes, pero la mejor forma de evitar quemaduras es la prevención. Lleva mano siempre un bote de crema solar, del tipo de protección que mejor se adapte a la sensibilidad de tu piel. El número que aparece en el envase del protector solar no es sólo el nivel de protección, también te indica el tiempo que esa protección es efectiva.
Lo mejor para no quemarse es usar protector solar, pero si el daño ya está hecho, te contamos cómo remediarlo de forma natural.
Asegúrate de volver a aplicar crema cuando el tiempo que indica el envase haya transcurrido, que suele variar entre de dos a cinco o más horas. Extiende bien la crema, no solo por cara y espalda, sino también por los brazos (sobre todo su parte posterior) y los hombros, que suelen ser un clásico foco de quemaduras veraniegas.
El remedio está en dos de las mejores frutas del verano

Imagen: iStock
Si el daño ya está hecho, y desgraciadamente te has acabado quemando, existe un remedio natural oculto en dos buenas frutas compañeras en todos los veranos, la sandía y el melón. En el caso de la sandía, se utiliza la cáscara para aliviar el dolor de las quemaduras, ya que hidrata enormemente la piel.
Lava la herida con agua fría y aplica suavemente la cáscara de una rodaja de sandía (el mejor si tiene todavía un poquito de pulpa) sobre la zona afectada. Deja reposar la herida durante 15 minutos aproximadamente y vuelve a lavar la zona con agua fría.
En el caso del melón, lo realmente útil es su pulpa, que debemos extraer quitando todas las pepitas del interior. Una vez limpia ayúdate de un tenedor para exprimir la pulpa del melón y crear una especie de masa pastosa. Con una gasa, esparce la pulpa por la zona quemada y déjala en contacto durante 10 minutos. Luego, retira con cuidado la pulpa y lava la herida con agua fría.